Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Urbanismo
Las vallas y las casetas de obras ya han aparecido en el paseo de Torneo de Sevilla. Lo han hecho este miércoles, en el ensanche situado junto a la pasarela de la Cartuja. Será el primer tramo donde se acometa la ansiada rehabilitación de un enclave que se encuentra, desde hace años, en un pésimo estado de conservación y que supone un auténtico riesgo para el peatón que lo cruce. Multitud de losas levantadas, mobiliario roto o desaparecido, suciedad y vegetación descontrolada. Estos son los elementos que, actualmente, conforman la banda de esta artería de la ciudad que discurre junto al río y cuya degradación impide su disfrute por parte de los vecinos del Casco Antiguo.
Después de dos intentos, al tercero parece que será posible que dicho paseo se convierta en un lugar de disfrute y no de martirio. No ha sido fácil. Se trata de uno de los grandes proyectos del gobierno de Juan Espadas, que no pudo ejecutarlo en su primer mandato. Los utensilios de obras, al menos, ya han aparecido y también estos días se procede a la reubicación de las paradas de Tussam y al cierre de la zona de aparcamiento entre la calle Jándalo (junto a la estación Plaza de Armas) y la pasarela, el primer tramo donde se intervendrá.
Una de las cifras que mejor define la filosofía de la rehabilitación son los 12.000 metros cuadrados de zonas verdes que se ganarán sobre el acerado. Es decir, se perderá solería y hormigón, materiales que serán sustituidos por parterres y jardines, con el fin de que el nuevo paseo de Torneo sea lo más transitable y accesible posible. Se trata,en suma, de presentar un enclave menos duro.
Para ello, se conservará el pasillo central del paseo (de 4,5 metros ancho), que irá flanqueado ahora por parterres, que sustituirán a los alcorques de los plátanos que en tan mal estado se encuentran. Con estos parterres corridos también se soluciona uno de los problemas que presenta dicho espacio: las grandes raíces de estos árboles que rompen y levantan la solería, lo que supone un auténtico riesgo para los peatones, muchos de los cuales declinan transitar por allí ante el peligro de caída. A cada lado de estos parterres habrá otros dos paseos peatonales, uno en la banda más cercana al río y otro junto al carril bici.
Fuentes municipales aclaran que en estos momentos la superficie del paseo de Torneo la componen 54.000 metros cuadrados, de los que 12.000, es decir, casi una cuarta parte, se convertirá en zona verde con la reforma que llevará a cabo la Gerencia de Urbanismo y que ha sido diseñada por la arquitecta de este ente municipal, Belén Valdivieso, quien ha acudido este miércoles al arranque de las obras junto al delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz. También se va a intentar aprovechar el mayor número posible de materiales ya existentes, de ahí que se estime que el 40% de la solería actual se reutilice.
Con el fin de hacer lo más habitable posible esta banda, otra de las novedades que aporta el proyecto es la creación de hasta cinco plazas para el descanso de los transeúntes. La primera de ellas se ubica tras las dependencias que posee Lipasam en el Paseo de Juan Carlos I y cerca de la puerta de salida de los autobuses de la estación Plaza de Armas. La segunda y más importante por su dimensión será la que rodee el monumento del general San Martín, donde, por cierto, se instalará un mirador hacia el río. Se trata de una novedad del proyecto que surge tras la propuesta recogida en el proceso de participación ciudadana. La tercera plaza estará situada en una explanada existente entre las calles Guadalquivir y Lumbreras. Las dos últimas se habilitarán a cada lado del puente de la Barqueta, donde acaba esta intervención, que abarca 1,5 kilómetros desde la calle Jándalo y cuenta con un presupuesto de 6,2 millones de euros.
Estas nuevas plazas o jardines lo que persiguen es acabar con las explanadas duras existentes actualmente en el paseo, muchas de las cuales son resultados de infraestructuras que se instalaron en su día para la Expo y que tras desaparecer únicamente quedó el suelo. De hecho, hasta hace poco más de 10 años algunas de estas zonas eran usadas como bolsas de aparcamiento incontrolado para diversas celebraciones en el Casco Antiguo, como la Semana Santa.
Las obras suponen también un ensanchamiento del carril bici, donde desaparecerá el banco de cemento y la hilera de setos que lo delimitan. Por contra, se recuperará la primitiva alineación de árboles, hoy prácticamente inexistente, que servía de barrera natural de la calzada. Para ello, se plantará un número indeterminado de especies que aportan bastante sombra a ciclistas y peatones.
De igual modo, se renovará parte del saneamiento, del abastecimiento para las nuevas fuentes de agua potable y ornamentales, se instalará una red de riego para el mantenimiento de las zonas verdes y se reforzará el alumbrado público, ya que una de las deficiencias que sufre el paseo es la escasa luz que hay por las noches. Otro de los elementos destacables del nuevo mobiliario son las dos pérgolas de 461 metros cada una y los juegos infantiles, inexistentes en la zona.
La ejecución de este importante proyecto ha recaído en la empresa Martín Casillas. Hasta 34 compañías ofertaron sus propuestas a la mesa de contratación de la Gerencia de Urbanismo, que acometerá la rehabilitación gracias al plan de enajenación de suelo que ha llevado a cabo dicho ente municipal. En concreto, el dinero que recibirá el paseo de Torneo procede de los más de ocho millones que el grupo Baraka depositó el pasado mayo en las arcas municipales por hacerse con la antigua comisaría de la Gavidia.
El proyecto de rehabiliación del paseo de Torneo no concluye aquí. Entre esta banda y el Paseo de Juan Carlos I, aprovechando la diferencia de alturas, existen diversos espacios para los que el Ayuntamiento de Sevilla también ha planteado diversos usos. El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, ha adelantado este miércoles que la principal intención es que esas superficies acojan pistas deportivas para el ejercicio físico de los sevillanos.
Entre las distintas infraestructuras que se encuentran en este espacio destaca la antigua torre de Renfe, el único vestigio, junto a la antigua estación de Plaza de Armas, del recorrido que realizaba el tren por esta zona antes de que se demoliera el famoso muro de Torneo. Con tres plantas, numerosas han sido las iniciativas que se han presentado los últimos años para darle uso a este edificio, cuyo futuro se conocerá tras las vacaciones.
Tiene catalogación C (protección parcial) y no hace demasiado tiempo fue sede de una emisora de radio. También, a principios de este siglo, acogió en sus alrededores una terraza de verano, que, poco a poco, han ido desapareciendo del paseo de Torneo, donde la hostelería sólo tiene cabida en el Restaurante Barqueta. Precisamente el pavimento que presente una de las nuevas plazas recordará el antiguo trazado que tenían los carriles del tren en esta zona.
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