¿Qué ha pasado con el Gambrinus que colgaba del Pabellón de Cruzcampo de la Expo'92?

La emblemática figura ya no se alza en las alturas del que fuera el pabellón de la empresa cervecera

Así habría sido la Exposición Universal de Sevilla si se hubiera celebrado en 2024

Los pabellones de la Expo 92 de Sevilla que han resistido 30 años
La figura de Gambrinus, antes de ser retirada del Pabellón de Cruzcampo / Emilio J. De Los Santos

La figura de Gambrinus, emblema de la Expo'92 y uno de los símbolos más recordados del Pabellón de Cruzcampo, ya no se alza sobre su ubicación original. El pasado 20 de diciembre, los actuales propietarios del edificio, el Tablao Flamenco El Palacio Andaluz, la desmontaron, poniendo fin a décadas de presencia en las alturas de la zona de la Cartuja.

Esta figura, de 4.5 metros de altura, fue diseñada por José Ángel Azpeitia y elaborada por el escultor Pau Miquel Bartual en el Taller de Manolo Martín, un reconocido estudio valenciano.

Su creación formó parte de la estrategia publicitaria de Cruzcampo para el evento universal de 1992, y desde entonces, se convirtió en una imagen inseparable del paisaje urbano sevillano y de la memoria colectiva de quienes visitaron la Expo.

Con el paso del tiempo, Gambrinus ha sufrido un notable desgaste, al igual que otros elementos y pabellones emblemáticos de la exposición que aún se alzan sobre la Cartuja. Este deterioro, junto con los cambios en la propiedad del edificio, llevó a que fuera retirada.

Cabe recordar que en 2018, Heineken vendió el antiguo Pabellón de Cruzcampo a la empresa El Palacio del Embrujo, que lo transformó en un espacio dedicado al arte flamenco y a la gastronomía, bajo el nombre de Tablao Flamenco El Palacio Andaluz.

Un nuevo hogar para Gambrinus

Lejos de desaparecer, Gambrinus ha encontrado un nuevo espacio en el interior del restaurante Asador Asia, que al igual que el tablao, opera en el espacio que ocupó el pabellón cervecero. Actualmente, la figura se exhibe en la terraza del restaurante, donde los visitantes pueden observarla de cerca, una oportunidad única que contrasta con su anterior posición dominante desde las alturas.

En los últimos días, numerosos usuarios de redes sociales han compartido imágenes de la escultura en su nueva ubicación, reavivando el interés por esta pieza que representa una parte importante del legado de la Expo'92. Aunque Gambrinus ya no vigila la Cartuja desde lo alto, su presencia sigue siendo un vínculo nostálgico con uno de los capítulos más importantes de la historia reciente de la ciudad.

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