Un parto con empleo y medalla

El refranero popular dice que todos los niños vienen al mundo con un pan debajo del brazo. El dicho se cumple fielmente en el caso de Francisco González y Eduvigis Cordero, una pareja a la que tres guardias civiles prestaron su ayuda para que la mujer pudiera a dar a luz, después de que un atasco les sorprendiera en plena SE-30 cuando se dirigían al hospital. Protección Civil ha distinguido ahora a los tres agentes que intervinieron en aquella acción concediéndoles la medalla de bronce, con distintivo azul. Pero lo que no había trascendido hasta este momento es que los agentes no sólo se preocuparon por que la mujer alumbrara a su hijo, sino que además se han preocupado por la situación de desempleo en la que estaba el padre y le han logrado un puesto de trabajo como conductor de camión, la actividad a la que se dedica Francisco González.

Los tres agentes recordaban ayer con orgullo la acción que llevaron a cabo el pasado 13 de abril, para lo cual se dividieron perfectamente: uno de los guardias, Antonio, se puso a regular el tráfico; Juan Carlos le agarró la mano a la parturienta; y el tercer agente, José Manuel, fue el que asistió a la embarazada. "Esto no te lo enseñan en la academia, se hace sobre la marcha: la pareja nos pidió auxilio y no nos lo pensamos", explica el guardia Antonio.

Su compañero, Juan Carlos, comenta que no sabe quién estaba más nervioso -ellos o el futuro padre-, y José Manuel dice que "tiene dos niñas y los conocimientos de un padre, por lo que se hizo lo que se pudo y se hizo bien" a la hora de asistir a la parturienta.

Los tres guardias califican la experiencia de "inolvidable". Desde que ocurrió aquel parto en la ronda SE-30 han seguido manteniendo el contacto con el matrimonio y, al enterarse de que el marido estaba en paro, se "pusieron a la obra" para encontrarle un puesto de trabajo como conductor de camiones. Como muestra de agradecimiento, los padres han incluido el nombre de pila de uno de los guardias como segundo nombre de su hijo.

La medalla al mérito de Protección Civil que les fue impuesta ayer en la Delegación del Gobierno en Andalucía reconoce precisamente el "espíritu de servicio" de los tres guardias civiles.

El general jefe de la IV zona de la Guardia Civil en Andalucía, Laurentino Ceña, destacó el "comportamiento ejemplar" de estos guardias, que supieron dar "apoyo, consuelo y solución a un problema para el que no estaban preparados", en un espíritu de ayuda a los demás que inculcó en su día el fundador del Cuerpo, el duque de Ahumada, al elaborar la cartilla de la Guardia Civil.

El general recordó que el artículo 6 de dicha cartilla señala que el guardia civil "procurará siempre un pronóstico feliz para el afligido y siempre debe velar por la propiedad y la seguridad de todos". Laurentino Ceña señaló que los guardias llevan con orgullo el sobrenombre de la Benemérita, desde que en 1929 se entregó la gran cruz de la Beneficencia por los innumerables actos de servicio abnegados, humanitarios y heroicos. Tan sólo el año pasado, la Guardia Civil realizó en Andalucía más de 120.000 servicios humanitarios.

El director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, que asistió a la entrega de las condecoraciones, señaló que la actuación de los tres agentes debía ser recompensada públicamente. "Siempre que hay una situación de emergencia, ahí está la Guardia Civil. Estos tres agentes han hecho un buen trabajo", afirmó Velázquez.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, felicitó a los tres agentes, al igual que el jefe de la Agrupación de Tráfico, el general Antonio Dichas, que anteriormente dirigió la IV zona de la Guardia Civil y que ayer también asistió al acto.