El Partenón es como la Giralda

Calle Rioja

Hegemonía. Dos emperadores de Roma unidos a Sevilla mantuvieron muy distinta relación con Grecia. De Adriano queda en Atenas su Biblioteca y el Ágora; de Teodosio, sus estragos en Micenas

El canal de Corinto  une Egeo y Jónico y  se hace entre los de  Suez y Panamá

Dóricas, jónicas, corintias… y trianeras

Teatro griego de Epidauro, que sigue en activo. / D. S.

29 de julio 2024 - 05:59

DOS emperadores sevillanos que tuvieron una relación diametralmente opuesta con la cultura griega. Adriano (gobernó entre los años 117 y 138) sucedió a su tío Trajano. Nacido en Roma, su madre era gaditana, su padre de Itálica. Fue un enamorado de Atenas y de la cultura griega. El visitante puede ver los restos de la Biblioteca Adriano junto al Ágora Romana, no muy lejos del Ágora griega donde nacerán conceptos como democracia, ciudadano o civilización. La Historia y la Literatura lo trataron mucho mejor que a Teodosio (emperador entre los años 379 y 395). Convertido al cristianismo, fue el último que rigió los destinos del imperio romano como una unidad: a su muerte, sus hijos Honorio y Arcadio se pusieron al frente de la parte occidental y oriental (futura Bizancio) de imperio. Los estragos de Teodosio contra la cultura griega se aprecian por ejemplo en la destrucción de todo el entorno del oráculo de Delfos. Fue un precursor en Enrique Pavón en la parafernalia de los derribos. Figuras antagónicas en su relación con Grecia, Adriano y Teodosio tienen en Sevilla sendas calles estratégicas.

Viaje cultural con Ispavilia. Llegamos al aeropuerto de Atenas dos días después del final de la Eurocopa que ganó España. Hace veinte años Grecia ganó la Eurocopa de Portugal. Y ese mismo año la capital griega organizó los primeros Juegos Olímpicos del siglo XXI, los de 2004. Fue pionera de los antiguos, que se celebraron entre los años 776 y 393 antes de Cristo. En Epidauro, junto al monumental teatro, el más grande y mejor conservado, que tiene una temporada de ópera que terminará con La Traviatta de Verdi, se ven los restos del estadio, con las calles de los atletas. Atenas acogió en 1896 los primeros Juegos de la era moderna.

Grecia está muy cerca de Sevilla. En la calle Amparo una placa recuerda la sede donde estuvo la redacción de la revista Grecia (1918-1920), expresión del Ultraísmo. Mis primeros paseos por la capital griega los di en un libro de Enmanuil Roídis, periodista griego que nació en 1836, el mismo año que Bécquer, y que fue traducido al español por Carmen Vilela en un libro que editó la Universidad de Sevilla con el expresivo título de Paseos por Atenas.

Con el Partenón pasa como con la Giralda en Sevilla. Se ve desde cualquier sitio. Construido por los arquitectos Ictino y Calicatres y el escultor Fidias, es un milagro que siga en pie. Sufrió la destrucción de los persas; su interior se vio muy afectado por un cañonazo de los venecianos cuando Grecia estaba en manos de los turcos; éstos construyeron dentro una mezquita otomana. Y después llegó el expolio de los ingleses. Con su prepotencia imperial argumentaron que Grecia no merecía acoger las piezas objeto del latrocinio mientras no tuviera un museo en consonancia. Lo tienes, una joya moderna construida por dos arquitectos, uno griego y otro suizo. Tony Blair les prometió en una visita a Atenas que si llegaba a Downing Street esas obras esquilmadas regresarían a Grecia. Estaba haciendo campaña para conseguir el voto de la comunidad griega que residía en Inglaterra.

Tumba de Agamenón, rey de Troya. / D. S.

Al fondo se divisa el puerto del Pireo, el más grande del mundo después del canal de Suez. “Grecia sólo tiene dos fuentes importantes en su economía, el turismo y los barcos”, dice Giordani, griego de Salónica, que habla un espléndido español que cultivó, como recuerda, haciendo de intérprete de Jesús Gil con motivo de un partido que el Atlético de Madrid disputó en Grecia.

Muy cerca del Partenón está el Areópago. Es la zona más alta de Atenas a la que llegó Pablo para predicar. No tuvo mucha fortuna en la ciudad ni en Tebas o Esparta, así que decidió marchar a Corinto, donde empieza a escribir sus cartas, la primera a los Tesalonicenses, mientras trabajaba haciendo toldos para la gente que acudía a los Juegos Olímpicos.

Todo empezó aquí. Con sus dioses, entre los que estaba el monumento “al dios desconocido” del que hablaba Pablo de Tarso. Una genealogía divina que empieza con Gea, Urano y Cronos, padre de Zeus, el que raptará a Europa. La diosa Atenea está en el nombre de la capital o en el equipo Panathinaikos, que en fútbol disputó en Wembley una final de Copa de Europa entrenado por Puskas y en baloncesto le ha ganado este año el cetro continental al Real Madrid. Mañana se disputa por la mañana un España-Grecia de baloncesto en los Juegos Olímpicos de París.

La reina emérita de España, Sofía, nació en Grecia, y el rey emérito, Juan Carlos, en Roma. En Atenas muchos visitan las dos catedrales en las que se casaron en 1962 por el rito ortodoxo y el católico. Grecia estuvo en poder de los turcos entre 1543 y 1830. En abril de 2024 se ha cumplido el segundo centenario de la muerte de lord Byron. El poeta inglés, que tenía más palabra que Tony Blair, murió defendiendo la plaza griega de Misolonghi de un ataque de los turcos. En 1830 Grecia recupera s independencia y llega como rey Otón I, un títere nacido en Salzburgo. El Palacio Real es ahora la sede del Parlamento, que cuenta con 300 diputados, como los héroes de Esparta. Grecia no tiene Senado. Eso era cosa de romanos.

Se puede hacer una historia de Grecia a través de sus tres tipos de columnas: jónica, dórica y corintia. Entre 1882 y 1893 se construyó el canal de Corinto, entre el de Suez (1859-1867) y el de Panamá (1904-1914), un canal que ya intentaron construir Alejandro Magno y Nerón y que unía las aguas del Mar Jónico y el Mar Egeo. La tumba de Agamenón, rey de Troya, es el gran referente de la cultura de Micenas. Una civilización que fue destruida, no se sabe si por un terremoto o por una revolución interna, aunque lo más probable es que fuera la invasión de los dorios, variante de los bárbaros, la que acabara con una de las luces de la cultura griega. Comemos en el restaurante Agamenón. En la localidad hay negocios con nombres de personajes míticos: Electra, Clitemnestra.

A James Bond le gustaban estos escenarios. En los imponentes monasterios de Meteora (quedan activos seis, cuatro de monjes y dos de monjas), se rodó Sólo para sus ojos con el agente 007 interpretado por Roger Moore. Este actor se alojó en el único hotel de cinco estrellas de la isla de Hyrda donde se rodó parte de la película Octopussy. Una isla sin coches a la que se llega en barco y donde sólo se puede viajar, Mijas helénica, en burro o caballo. En esta isla los visitantes hacen fotos de la casa que tenía Leonard Cohen.

La isla de Poros tiene unos cañones como los de Navarone y fue la cuna de Poseidón. En la isla de Aegina, la segunda más grande del Golfo Salónico después de la de Salamina, se conserva la casa de Nikos Katzanzakis, el autor de Zorba el griego, que se llevó al cine con música de Mikis Teodorakis. La revista Grecia es de la década en la que nacen tres musas de la cultura griega: Melina Mercouri (1920), Irene Papas (1922) y María Callas (1923).

Los cargueros no dejan de pasar por el puerto de Pireo, que tiene un nuevo héroe como Aquiles en Troya, Epaminondas en Esparta o Leónidas en las Termópilas. Se trata de José Luis Mendilibar, que hizo al equipo local campeón de la Europa League, la que un año antes ganó con el Sevilla, la patria de Adriano y Teodosio, el amante de Atenas y su verdugo.

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