La parroquia de San Jacinto sostiene que la tala del ficus tiene el respaldo de los vecinos de Triana
La mayoría de partidos políticos y asociaciones del barrio aprobaron el apeo del árbol en la junta de distrito
La iglesia agradece el comportamiento ejemplar de los manifestantes contra la tala
La muerte del ficus de Triana, crónica de una tala anunciada
La parroquia de San Jacinto explicó este miércoles que la tala del ficus cuenta con el respaldo de la mayoría de los partidos políticos y las asociaciones de vecinos de Triana, que la aprobaron en una reunión de la junta de distrito. "Sin ningún tipo de influencia por parte de esta parroquia, dieron el visto bueno a este proceso, con 18 votos a favor y la única abstención de Podemos", apunta el consejo parroquial en un comunicado.
"Resulta anecdótico que estemos escuchando en los medios que se manifiestan los vecinos de Triana, cuando el mayor porcentaje de manifestantes son pertenecientes a asociaciones o entidades foráneas a este barrio de Triana", añade la iglesia.
El consejo recalca que "todas las decisiones y gestiones" que ha tomado el párroco, fray Javier Rodríguez, han sido avaladas y apoyadas por este órgano. "Nadie más que los miembros de esta comunidad parroquial sentirán la desaparición de este árbol que nos ha acompañado gran parte de nuestra existencia", apuntan los dominicos.
"Pero la peor decisión fue sembrar este tipo de árbol en este lugar, lógicamente ignorando que este espécimen tendría la evolución que hoy conocemos y que a todas luces se ha convertido en un cáncer (que igualmente es una entidad viva) que crece de forma desmesurada en el lugar menos adecuado, aunque algunos sigan pensando que es como un bonsái que podemos manejar a nuestro antojo con el cuidado necesario", apunta la parroquia.
El consejo parroquial asegura que lleva muchos años intentando buscar distintas soluciones, "aunque para algunos sea un tema novedoso y otros crean que ha habido despreocupación por parte de la propiedad", independientemente del "sobrecoste económico que supone el mantenimiento de este ejemplar y que obligatoriamente se ha de detraer del mismo fondo que se ha de dedicar a lo que es el sentido de nuestra labor social".
"Nadie, ni técnicos ni profanos sensibles y amantes de la naturaleza, puede asegurar, con un grado de seguridad suficientemente asumible, que a pesar de mantener los cuidados necesarios este árbol no vaya a seguir creciendo en profundidad por su enraizamiento (y provocando daños estructurales a la iglesia, al muro de contención, e incluso a la calle y bloques colindantes) y que pueda seguir desprendiendo ramas de forma arbitraria (como ha sucedido con otros ejemplares similares, teóricamente bien cuidados) que puedan ocasionar nuevas desgracias personales como las ya ocasionadas, o incluso peores", insisten los responsables de la parroquia.
La iglesia sostiene que pone a las personas en primer lugar, al igual que a un edificio que ya llevaba más de 200 años en esa ubicación "cuando a un desconocedor de la materia se le ocurrió sembrar el ficus en este espacio".
Los dominicos agradecen a todos los manifestantes "su ejemplar comportamiento" y muestran su "máximo respeto por los ideales que mantienen" y que hacen suyos, "lamentando que en esta ocasión nos veamos obligados a discrepar, quizás porque el problema está en la puerta de nuestra casa, por lo que también les rogamos se pongan en nuestro lugar.
Dos encadenados al árbol
Estas declaraciones se hacen públicas el día en que dos personas se han subido al ficus antes de que se reanuden las labores de la tala.
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