Ocho parricidios entre los últimos diez crímenes

La mayoría de las muertes violentas ocurridas en Sevilla desde 2012 están relacionadas con la violencia hacia la mujer o en el seno de la familia

Ocho parricidios entre los últimos diez crímenes
Ocho parricidios entre los últimos diez crímenes
Fernando Pérez Ávila

10 de marzo 2013 - 05:03

Ocho de las diez últimas muertes violentas ocurridas en la provincia de Sevilla fueron crímenes en el seno de la familia. Los casos de personas que mataron a sus parejas, padres, hijos o hermanos coparon los homicidios cometidos desde principios del año 2012 tanto en la capital como en la provincia. Ninguno de los autores de estos crímenes, excepción hecha de Luis Miguel Briz Rico, tenía diagnosticada ninguna enfermedad o trastorno mental.

Según las estadísticas del Ministerio del Interior publicadas recientemente, el año pasado hubo seis asesinatos u homicidios dolosos consumados en la provincia de Sevilla. A estos seis casos habría que añadir uno más, ya que uno de los bebés encontrados en Pilas no se incluyó en las estadísticas de 2012 al datarse la muerte el año anterior y llevar en el congelador más de año y medio. De los siete homicidios, sólo los dos apuñalamientos ocurridos en Su Eminencia en agosto fueron ajenos a la violencia familiar.

Las demás muertes violentas respondieron a un patrón similar. Abrieron el año dos episodios de violencia de género muy similares, ocurridos además durante el mismo fin de semana de abril. La madrugada del domingo 15 de abril de 2012, Valeriano Díaz Jurado degolló a su mujer, Rosario Gallego, en el domicilio familiar de la barriada de Monteflor, en el distrito Macarena. Tras matar a su esposa, y después de que el hijo de la pareja alertara a los servicios de emergencias sanitarias, el presunto asesino se quitó la vida arrojándose desde la azotea del bloque.

El lunes siguiente, el 16 de abril, Ana María F. G., de 26 años, era hallada muerta en su vivienda de Estepa después de que su novio, de 20 años, confesara el crimen. El novio intentó suicidarse arrojándose a una cantera pero fracasó en el intento y comunicó lo ocurrido a la Guardia Civil en el hospital en el que fue atendido de sus heridas.

Dos meses después, el 25 de junio, un vecino de Villanueva del Río y Minas, José Reina, mataba presuntamente a su hijo de 26 años, con el que compartía nombre. Tras acuchillarlo, Reina descuartizó a su hijo, arrojó parte del cuerpo a una zanja situada en la parte trasera de su casa y se cruzó el pueblo en moto con varios trozos del cadáver, que tiró al río Huéznar desde un puente. Los vecinos aseguraron que el padre sufría constantes palizas por parte de su hijo, a quien conocían como El Loco y de quien dicen que tenía problemas con las drogas.

Los dos últimos parricidios ocurrieron años atrás pero se descubrieron el pasado noviembre en una casa de Pilas. Los días 9 y 27 de noviembre, Francisco Antonio H. L. encontró en sendos congeladores de su vivienda los cadáveres de dos bebés. Su esposa, Sara López Hernández, fue detenida tras el hallazgo del primer cuerpo. Los psiquiatras que la examinaron no hallaron en ella ningún trastorno ni enfermedad mental, si bien pudiera tratarse de un caso severo de negación del embarazo. El triple crimen del pasado 28 de febrero en Dos Hermanas completa esta relación de parricidios.

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