El paro sube en Sevilla en 10.400 personas pese a la creación de 4.300 empleos

EPA del primer trimestre

El fuerte incremento de la población activa hace que crezca el desempleo pese al buen comportamiento de la ocupación

La provincia se sitúa prácticamente en los 800.000 trabajadores, récord absoluto

La tasa de paro sube ligeramente hasta el 16,89%, solo 3,63 puntos por encima de España

Sevilla roza los 800.000 ocupados al cierre de 2022 pero el mercado laboral da signos de ralentización

El paro sube en Sevilla en 10.400 personas pese a la creación de 4.300 empleos
El paro sube en Sevilla en 10.400 personas pese a la creación de 4.300 empleos / Dpto. De Infografía

El mercado laboral deja en el primer trimestre una de cal y una de arena en la provincia de Sevilla, a tenor de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La parte positiva es que Sevilla se sitúa prácticamente en los 800.000 ocupados, récord histórico, al sumar 4.300 trabajadores más y dejar la cifra, en concreto, en 799.300. Estadísticamente, toda la incorporación de nuevos trabajadores al mercado laboral corresponde a mujeres, ya que hay 8.000 empleadas más y 3.700 empleados hombres menos.

El crecimiento del empleo es inferior al registrado en primer trimestre del año pasado (marcado por el levantamiento de casi todas las restricciones del coronavirus), cuando se sumaron 10.800 ocupados más. Pero es mejor que el de los tres años anteriores: incluso supera al primer trimestre de 2020, cuando no había pandemia y se destruyeron en el primer trimestre 12.200 puestos de trabajo.

Los signos de ralentización del mercado laboral que sí se observaban a final de 2022 no parecen, pues, reproducirse en el primer trimestre de 2022.

El paro sube por el aumento de la población activa

La parte negativa es que, pese a esta circunstancia, el paro sube de forma significativa. La provincia suma 10.400 desempleados más -frente a los 20.300 que restó en el primer trimestre de 2022- y para esto hay una única causa: el fuerte incremento de la población activa.

Las personas que están disponibles para trabajar o ya lo están haciendo se elevan en 14.400, hasta 961.800, también máximo histórico, aunque es cierto que una cifra muy parecida a la que ya se registró en el tercer trimestre de 2022 (961.700). La totalidad del incremento de la población activa corresponde a mujeres, ya que entre ellas sube en 20.700 mientras que entre los hombres baja.

Estadísticamente, de esas 14.400 personas más que hay disponibles para trabajar en el primer trimestre, 4.300 sí han encontrado un trabajo pero 10.400 no, lo que explica el incremento del desempleo.

En cualquier caso, y salvando el buen dato del año pasado, la subida del desempleo es similar a la registrada en el primer trimestre de 2019, 2020 y 2021, por lo que no hay nada que lleve a pensar en motivos de alarma.

El diferencial de tasa de paro con España, históricamente bajo

La tasa de paro, que mide la relación entre la población activa y los que están desempleados, se eleva ligeramente, del 16,06% al 16,89%, pero hay que señalar que el diferencial con España está históricamente bajo. Es de 3,63 puntos ahora mismo (en el conjunto del país el desempleo se sitúa en el 13,26%), cuando en el primer trimestre de 2020, antes de comenzar la pandemia, estaba en 7,21 puntos.

La ocupación se eleva más en los servicios

Por sectores, la ocupación se eleva sobre todo en el sector servicios, con 9.600 trabajadores más en el primer trimestre, y en mucha menor medida en la construcción, con 700 más. Destruyen empleo, sin embargo, la agricultura, con 3.100 empleos menos y la industria, con 3.000 menos.

La evolución anual, buena pero peor que la del primer trimestre de 2022

En tasa interanual, es decir, respecto al primer trimestre de 2022, la provincia suma 30.900 nuevos trabajadores, una cifra lejana de los 65.600 del ejercicio anterior pero bastante mejor que la que se daba en los años prepandemia.

Por lo que respecta al paro, solo baja en un año en 5.600 personas, frente a las 51.500 del año pasado. El freno es evidente y se debe no solo a una menor creación de empleo (aunque aún vigorosa) sino al fuerte aumento de la población activa, y exclusivamente, dentro de este apartado, de mujeres (ya que en los hombres baja)

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