¿Para qué sirven los planes y programas de empleo del Ayuntamiento de Sevilla?
La estrategia municipal ha favorecido en los últimos cuatro años y medio más de 7.600 contrataciones laborales efectivas
La inserción supera en algunos casos el 60%
La noticia es buena, pero “vende poco”, admite el delegado de Bienestar Social y Empleo del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Manuel Flores. La última cifra oficial es de 69.026 desempleados en la capital. Y pesar de que el paro es la principal preocupación de los sevillanos, los programas de empleo puestos en marcha por las administraciones, en este caso por el Ayuntamiento de Sevilla, siguen percibiéndose por muchos desempleados como un recurso para matar el tiempo. ¿Sirven realmente de algo estos planes? Por algo la mayoría entiende un contrato laboral que se prolongue más allá del periodo de formación. Y los balances presentados por el gobierno local demuestran que esta apuesta en materia de empleo está siendo, al menos, muy rentable socialmente.
Es la percepción del gobierno municipal y de beneficiarios como Fatimata Dembélé. Tiene 26 años y se apuntó al Forma Empleo “por la novedad” y tras llevar casi cuatro años en el paro. Sólo tenía experiencia como camarera y como empleada de un locutorio-cyber y hoy está contratada en el servicio de atención a pasajeros de Ryanair, un salto profesional que cree que le abrirá nuevas puertas.
Es solo un caso, pero en los últimos cuatro años y medio el Ayuntamiento de Sevilla ha favorecido un total de 7.674 contrataciones laborales efectivas. Por tales se entiende que son contratos que realizan las fundaciones o empresas donde los alumnos realizan sus prácticas y están financiados por estas entidades; esto es, no corren a cargo del programa formativo, no son subvencinados para tal fin.
“Esta estrategia laboral partió de una firme convicción: el Ayuntamiento sí tiene capacidad y competencia para desplegar programas de empleo propio y reforzar la coordinación con el resto de las administraciones públicas para ejecutar planes de formación y de inserción laboral, una estrategia que fue abandonada en el mandato del PP y recuperada desde el inicio mismo del primer mandato de Juan Espadas”, apunta Flores.
La decisión política del actual gobierno municipal fue apostar por el empleo como herramienta de inclusión y de ahí nace la fusión de las áreas de Bienestar Social y Empleo, que dirige Flores.
El gobierno local ha exprimido las posibilidades de generación de empleo captando fondos europeos y concurriendo a programas de la Junta de Andalucía, hasta el punto de que incluso se ha participado en el Programa de Fomento de Empleo Agrario. Pero también ha creado con recursos propios un plan, el Integra, que se ha convertido en el programa estrella del Ayuntamiento de Sevilla. “Por primera vez se hizo mucho hincapié en que no sólo se trataba de dar información y asesoramiento y luego ofrecer la posibilidad de prácticas remuneradas, sino que uno de los requisitos que se exige a las empresas que colaboran es un compromiso de inserción social”, explica el delegado, más que satisfecho por los resultados obtenidos y que en algunos casos superan el 60%.
El gobierno municipal ha puesto en marcha hasta 14 programas de empleo por los que han pasado miles de alumnos. Sólo del Integra se han celebrado dos ediciones que han tenido un alcance de 3.500 y 2.800 personas desempleadas, respectivamente, de las cuales 1.200 han realizado prácticas y algo más de 600 han conseguido contrato laboral. En la tercera edición, que ahora se prepara, se prevé alcanzar a 18.000 parados a los que se ofrecerán más de 1.000 prácticas y se reservarán 521 contratos.
Existen programas de contrataciones directas, por ejemplo, el Pacas, que desde 2015 ha contratado a una media anual de 800 personas; y el PFEA (programa de fomento del empleo agrario), con una media de 130 contratos en cada edición. En 2018 el programa Empleo Joven y +30 ofreció 1.552 contratos.
Y otros que requieren una formación previa con itinerarios de formación, entre ellos el Integra, los talleres de empleo, el Redes + o el Erascis. Para estos últimos, a lo largo del mandato municipal anterior se estableció la necesidad de marcar objetivos concretos de prácticas profesionales y de inserción laboral, al objeto de evaluar su éxito y posibles mejoras y casar mejor la oferta de formación con las necesidades reales del mercado de trabajo y los nichos de empleo. Estos objetivos concretos están en función del perfil del destinatario de la formación, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones se destina a personas sin apenas formación, cercanas a la exclusión social y con dificultades muy importantes de acceso al mercado de trabajo.
Y ahí está una de las claves, según apunta el delegado: trabajar con personas que conocen muy bien la materia es una garantía de éxito para estos programas.
Un ejemplo es el Integra, el programa estrella. Son las entidades las que concurren al programa y proponen a cuánta población llegar con su formación, que puede ir desde simple formación de cómo hacer un currículum hasta un itinerario laboral completo, cuántas prácticas se realizan a través de convenios con empresas y cuántas inserciones laborales efectivas se van a realizar. Posteriormente, el Ayuntamiento realiza un seguimiento al finalizar el programa y, generalmente, los datos aportados son superiores a los inicialmente presentados por las entidades.
En otros casos, como el programa Forma-Empleo (POEJ), además del análisis final que se aporta, se realiza un seguimiento a los seis meses de la finalización del programa, y se ha constatado que pasado ese plazo el grado de inserción se eleva al 65,4%. En el caso de la Escuela de Hostelería de Torreblanca el porcentaje de inserción es también muy alto, al ser una formación muy específica.
El último balance disponible es el del programa Forma Empleo, dirigido a jóvenes y enmarcado dentro de la convocatoria de ayudas públicas al Fondo Social Europeo. Esta iniciativa ha tenido un alcance de 300 jóvenes desempleados de los cuales el 80% provienen de zonas con necesidad de transformación social de la ciudad y ha logrado un objetivo de inserción laboral del 60%, que previsiblemente se podrá incrementar en los próximos meses. Para ello, ha contado con la implicación de más de 160 empresas e instituciones, así como de distintas asociaciones profesionales y empresariales que han contribuido facilitando prácticas o itinerarios de inserción laboral.
Poner la pelota en el tejado del desempleado
El gobierno municipal tiene muy claro que es necesario que las empresas se impliquen y vean los resultados, pero también los alumnos. Erika García tiene 28 años y experiencia laboral desde muy joven. Esta auxiliar de enfermería se sacó en 2017 el título de técnico en dietética y nutrición. Tras no encontrar trabajo en lo suyo y pasar seis meses opositando, se presentó a la convocatoria del Forma Empleo, hizo el itinerario de cocina y, tras sus prácticas, hoy está contratada por un año en el restaurante Zarabanda y es la responsable de repostería de la cafetería Orfeo. "El programa me permitió acceder a unas prácticas en el restuarante Zarabanda y entonces ya me lo dijeron claro: la pelota está ahora en tu tejado, de ti depende. Es muy importante que te impliques y des el cien por cien, yo lo hice. Agradezco la paciencia que tuvieron conmigo pero creo que he respondido muy bien y me he integrado en el equipo", comenta agradecida.
Uno de los retos del gobierno municipal es bajar el paro estructural, el de larga duración, y para ello es clave dotar de más cualificación a los desempleados. Por ello, además de los talleres de empleo (con 59 alumnos en formación), el Ayuntamiento potenciará la FP dual, que el año pasado favoreció prácticas para 18 alumnos, en las zonas más deprimidas.
“Estos programas nos demuestran que estamos ayudando a cambiar la vida en algunos barrios y también la de las personas”, apunta Flores, convencido de que es la gran noticia que pocas veces trasciende.
Un ejemplo para tutoriales y vídeos en YouTube
Quizás a ello contribuirá notablemente la iniciativa de Pedro Sánchez, uno de los beneficiarios de la última convocatoria del programa Forma-Empleo. Tiene 27 años, estudios de FP II de Administración de Sistemas Informáticos en Red y un correo cambió su vida hace unos meses, después de seis meses en paro. "Conocí el programa cuando en diciembre de 2018 me llegó un aviso del Ayuntamiento. La lista para empezar ese curso iba por puntuaciones: a más tiempo parado, mayor puntuación para acceder. Yo entré por los pelos", explica. Él ya llevaba un año dado de alta en Garantía Juvenil, una iniciativa europea que pretende facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo, "e incluso me habían llamado de algunos cursos que ofertaban diferentes empresas privadas que recibían subvenciones para ello y ofrecían su posterior compromiso de contratación", explica. Hizo uno de desarrollo de videojuegos y acabó en una bolsa de empresas. El programa Forma-Empleo es distinto, pues va guiando a los alumnos durante ese periodo de entrevistas. "A la primera fui bastante desanimado, después cambié el chip y las siguientes 17 (que hice en 3 días) salieron bastante mejor", recuerda Sánchez. Su expectativa creció con el paso de las entrevistas, fue ganando seguridad en mí mismo. "En una dije con total transparencia que tenía interés por formarme como técnico de automatización de pruebas de rendimiento y empecé con una empresa que me fue formando desde cero y me renovaron otros seis meses", comenta acerca de su experiencia laboral tras participar en el programa Forma-Empleo.
Sus circunstancias personales, acaba de casarse, le condujeron a buscar otro trabajo con otras condiciones y, la experiencia acumulada, le ha permitido encadenar otro contrato en Ayesa, en este caso donde comenzará a trabajar la semana que viene cuando regrese de su luna de miel en Tokyo y se ponga manos a la obra con otro propósito: hacer unos tutoriales sobre cómo usar herramientas como Infojobs y de LinkedIn, también una sección a su canal de YouTube (Bunkago Clan) sobre todo el recorrido que hay que hacer para aumentar las posibilidades de encontrar trabajo mediante iniciativas por las que ha pasado, entre ellas, la del Ayuntamiento de Sevilla.
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