La pana, el terciopelo de los pobres

Del otro 20-N, el de 1975, Pedro González (Cádiz, 1963), director de moda, que entonces tenía 12 años y estudiaba en los Salesianos de Cádiz, tiene un recuerdo: "El tocado y el velo de Carmen Polo, porque ya me interesaba ese mundo del diseño, con 7 años organizaba desfiles".

La campaña electoral que se abrió anoche le coge con los preparativos de Andalucía de Moda. "En septiembre ya se presentó la temporada primavera-verano". Estos profesionales ya van en su calendario por las autonómicas. "Unas elecciones en otoño producen una tristeza tremenda", dice González de una estación que hace casi treinta años le fue propicia a Felipe González. "La primavera es el resurgir de las creencias, de las religiones, resucitan Osiris y Jesucristo".

A los diferentes candidatos, o a sus asesores -"cuanto menos se noten, más asesores de imagen hay"-, les vendría bien consultar los dos libros de Pedro González, Escuela de modelos y Manual del estilista. "La política siempre ha utilizado la moda, es un arma cargada de semiótica, un lenguaje de signos. Pero son tiempos de uniformidad. Quizás con la única excepción de los socialistas catalanes, que todavía viven de las rentas del Toni Miró de los 80". Uniformidad que le remite a otros contextos ideológicos, sin que pretenda establecer analogías. "La llamada República Democrática Alemana creó en 1952 el Instituto de Cultura del Vestir y en Polonia se creó la moda polska".

La pana es el terciopelo de los pobres. Fue una de las aportaciones de la izquierda al diseño. Una ecuación que pasó a la historia del primer felipismo. "Ahora lo importante es no llamar la atención para no despistar en la recepción del mensaje". Izquierda y derecha se han terminado fundiendo en una especie de socialdemocracia del diseño.

Este licenciado en Historia del Arte disfrutó de una beca en París para completar su tesis doctoral sobre la vida cotidiana de las mujeres de la burguesía en el Cádiz del siglo XIX. "Las mujeres de la derecha nunca han tenido el atrevimiento en el vestir de María Teresa Fernández de la Vega o Trinidad Jiménez, no digamos los pelos de Carmen Alborch".

El director de moda no cree que imagen y austeridad sean conceptos incompatibles. "Hay una imagen de la austeridad, un color de la austeridad. En estos tiempos hay que tener muy poca vergüenza para alardear de lo que se tiene, me parece punible ese ejercicio de enseñar las casas o los cientos de zapatos por televisión".

En el movimiento del 15-M ha visto "mucho H&M", y admite que él mismo ha podido vestir de Prada "con la máscara de los indignados". Rajoy se ha puesto las pilas: acude a los mítines sin corbata, sale en bermudas en un dominical. ¿La crisis los hace sindicalistas? "Soy partidario de la igualdad, pero no de la babucha. No soporto esa imagen de películas de Garci, de canción de María Ostiz, que da Cándido Méndez".

Cita entre los políticos más elegantes al presidente de Afganistán, Karzai, a Bernardino León y el ex presidente del Gobierno valenciano Francisco Camps. Al político le preocupa la imagen. "Muchos políticos me han pedido consejo sobre qué ropa ponerse. A un profesional de provincias. Cuanto más dirigentes que aspiran a llegar a presidentes del Gobierno".