Palabra de Reyes Magos en el Silencio

Calle rioja

Tradición. La hermandad del Silencio, que nació en Ómnium Sanctórum, acogió la ceremonia de coronación de los Reyes Magos de la Reina de Todos los Santos de dicha iglesia 

Diez años sin Cózar, una década con Fito

Los Reyes Magos, con sus pajes y el Cartero Real, en el Silencio.
Los Reyes Magos, con sus pajes y el Cartero Real, en el Silencio. / Paco Cuéllar

DESDE hace 26 años, la hermandad de la Reina de Todos los Santos mantiene la tradición de hacer una Cabalgata de Reyes muy especial cada 5 de enero. El traspaso de coronas tuvo lugar en un espacio de la hermandad del Silencio. Es mucho más que un gesto de generosidad. La hermandad del Silencio nace el 12 de marzo de 1346 (la más antigua de cuantas procesionan en Sevilla) en la iglesia de Ómnium Sanctórum, sede parroquial de la Reina y de las hermandades de penitencia de los Javieres y Carmen Doloroso.  

En cierta forma era una vuelta a los orígenes. El relevo epifánico lo conduce Joaquín de la Peña, hermano mayor de esta hermandad fundada a mediados del siglo XVI. Se le juntan las cosas agradables: le llueven mensajes de gratitud y reconocimiento como coordinador del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular que divulgó por 34 ciudades de toda España. Y el mismo día de la coronación de los monarcas, fue abuelo de un niño llamado Joaquín. Otra tradición. Su nieto nació el día de San Juan de la Cruz, no cabía noche más clara, en el hospital Ángela de la Cruz. 

Al rey Melchor lo encarnará Eugenio Manuel Gómez Pina (Huelva, 1971). Con dos años llega a Sevilla por el destino ferroviario de su padre. Su sueño era haber sido maquinista de trenes pero la vida le tenía reservados otros menesteres. Es hermano mayor de la hermandad del Resucitado, que acogió a la de los Javieres cuando cerró Ómnium Sanctórum (el Carmen Doloroso lo hizo a los Terceros) y la misma noche de su coronación sus hermanos de Santa Marina y San Luis celebraban una zambombá navideña. El Resucitado es de 1969, hijo del Concilio Vaticano II. Cerrará la próxima Semana Santa el 20 de abril de 2025, 33 años después de la inauguración de la Expo 92. 

Tuve el privilegio de traspasarle la corona de Gaspar a Manuel Gigato Neira (Sevilla, 1970). El jueves es su cumpleaños. Fue bautizado ante la Macarena poco antes de la Navidad de 1970. Es una persona fundamental en los trabajos que no se ven dentro de las hermandades. Persona leal, servicial, unido con Isla Cristina por su familia política, todos ellos muy unidos con la hermandad y con la parroquia del siglo XIII que abrirá sus puertas después de siete meses de obras la próxima Nochebuena con la Misa del Gallo. Una iglesia que cuenta con el ave cantora que delató a Pedro y que forma parte del paso de misterio del Carmen Doloroso. 

El caso del rey Baltasar es insólito en la intrahistoria de la coronación de los Reyes Magos de la Reina de Todos los Santos. Lo encarnará Enrique Castellanos (Sevilla, 1969), que un año antes fue el rey Melchor. La hermandad ha querido reconocer sus desvelos profesionales como dorador (alumno de Arquillo y Miñarro en Bellas Artes) en la pormenorizada restauración del paso de la Virgen de esta hermandad de Gloria. Unos trabajos que han ido paralelos a los de la propia iglesia.  

En la línea del Evangelio de san Mateo que en muchos hogares se lee en la noche de Reyes, sus Majestades de Oriente, para despistar a Herodes, que tanto interés tenía en conocer al recién nacido en un portal de Belén, le tienden una trampa con Melchor 24 caracterizado como Baltasar 25. Una permuta de oro por mirra con el permiso del incienso de Gaspar. El dorador Enrique Castellanos es vecino de la plaza de san Lorenzo. Nació el 26 de julio de 1969. “Cuatro días antes el hombre puso el pie en la Luna y yo puse los pies en la tierra”. 

Ómnium Sanctórum cerró sus puertas el 12 de mayo de 2024, el día de las elecciones catalanas. En los corrillos posteriores a la coronación, bromeaban con Baltasar (ex Melchor) comparando su repetición con la desconexión de Puigdemont. “Has dejado de ser rey mago durante cuatro minutos”. 

Se preparan para vivir emociones a flor de piel, para adentrarse en los sueños de niños que dormirán o permanecerán vigilantes. Eugenio, el hijo del ferroviario, tiene alguna experiencia. “En 1992, en la iglesia de santa Isabel, llevamos regalos a las niñas que estaban allí acogidas. A una de ellas le pregunté qué regalo le gustaría recibir y me dijo sin pensarlo: quiero un papá y una mamá. Cada vez que lo recuerdo se me pone la piel de gallina”. Fue la misma iglesia que ese año 92 visitó Gabriel García Márquez cuando vino al día de Colombia en la Cartuja. 

A este salón de san Antonio Abad se puede subir en ascensor o por las escaleras. El primer método es más cómodo pero se pierden la contemplación de la Virgen titular de esta cofradía, Nuestra Señora de la Concepción, pintada por Máximo Moreno. Recuerdo una entrevista que en su momento le hice a su hermano Benito Moreno: “Soy hermano de Josele y del Silencio”. 

Al rey Baltasar lo encarnará el dorador que un año antes fue Melchor

La adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús, minutos antes de salir para recorrer casas de distintos barrios y pueblos de la provincia, ya tendrá lugar en la iglesia de Ómnium Sanctórum. Hasta ahora las celebraciones han sido en la Casa Parroquial de la calle Arrayán o en la iglesia de San Marcos, que en el nuevo organigrama de la diócesis está regida por el nuevo párroco, Ginés González de la Bandera, que viaja a Milán antes de preparar la reapertura con la histórica Misa del Gallo a las 12 de la noche. En el tránsito del 24 al 25, los mismos guarismos de este relevo de coronas de los Reyes del 24 a los del 25. La hermandad incorporó la figura del Cartero Real, al que encarnará Manuel Torres Mora. 

Con siete siglos largos de historia a sus espaldas, Ómnium Sanctórum ha vivido las vicisitudes de obras y reformas. En esta iglesia nace la hermandad del Silencio. Su itinerario lo describen Jesús Luengo y Juan Pedro Recio en el Compendio General de las Cofradías de Sevilla. La ruina que acorralaba al edificio obligó a los nuevos hermanos a trasladarse a la Capilla de san Antón. De aquí se mudaron al Hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento Andaluz y posteriormente al Hospital de la Santa Cruz de Jerusalén, en la calle Rioja. Dos siglos después de su fundación, estrenaron nuevas reglas. Debían estar muy bien escritas porque el hermano mayor que las redactó era Mateo Alemán, el autor del Guzmán de Alfarache, que murió pobre y abandonado en México. 

Después de la coronación, reyes entrantes y salientes, pajes entrantes y salientes, disfrutaron de un refrigerio en el bar donde estuvo la librería Céfiro. La esposa del dorador Enrique Castellanos salió a ver la procesión de la Inmaculada en el 125 aniversario del Colegio de las Esclavas fundado por Marcelo Spínola. El mismo año 1899 que fundó el Correo de Andalucía. 

Ya empiezan a calentar motores los camellos de estos Reyes Magos de la calle Feria. Tres monarcas correlativos en sus años de nacimiento: Baltasar en 1969, Gaspar en 1970, Melchor en 1971. Reyes conciliares que dieron su palabra en la casa de la hermandad del Silencio. Joaquín de la Peña, el hermano mayor, flamante abuelo, será el timonel de esta caravana nocturna que ya ha superado el cuarto de siglo de historia. El primer regalo ya se lo han hecho a la ciudad: en ocho días volverá a abrir sus puertas la iglesia de Ómnium Sactórum.

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