El padre de la víctima de Palomares: "Hubo muchos errores en la investigación del asesinato de mi hijo"
José Manuel Rosado lamenta que los móviles de la pandilla que participó en el asesinato de su hijo no se intervinieran el primer día
Confirmada la pena de nueve años de internamiento para el menor autor del asesinato de Palomares
José Manuel Rosado, el padre del joven de 18 años asesinado en Palomares del Río la noche de Halloween de 2022, ha roto su silencio para denunciar una serie de errores que a su juicio condicionaron la investigación del crimen de su hijo. Rosado cree que en el asesinato participó una pandilla de al menos nueve personas, de los que siete no tendrán responsabilidad alguna. Un menor de edad ha sido ya condenado por su coautoría en el crimen a una pena de nueve años de internamiento en régimen cerrado y cinco de libertad vigilada, una condena que fue recientemente confirmada por la Audiencia de Sevilla, que rechazó los recursos de las partes. Falta por juzgar a un joven apodado el Kirro, que tenía 18 años en el momento de los hechos, y por tanto será enjuiciado por la jurisdicción ordinaria. El caso, al igual que el de Marta del Castillo, tendrá dos juicios distintos.
Rosado hizo hincapié "en la necesidad de modificar esta absurda Ley del Menor que tenemos" y recordó que "no es lógico" que, cuando hay menores implicados, se les suele achacar siempre a ellos la autoría de este tipo de delitos, "por la atenuación tan grande de la pena que hay". El padre de Jesús Rosado criticó la falta de interés de las autoridades para poder reunir las mayores pruebas posibles con las que esclarecer el asesinato y poder inculpar a todos los que participaron en él. Jesús fue rodeado por varias personas (al menos tres de ellas menores que declararon como testigos en el juicio del menor acusado) y la familia ya ha insistido en numerosas ocasiones que estos chicos deberían haber sido juzgados por su participación en los hechos, por la intimidación que ejercieron simplemente cortando la huida a la víctima o, como mínimo, por una omisión del deber de socorro al dejar a una persona moribunda abandonada en la calle.
"No han puesto medios en la búsqueda del arma blanca con la que mataron a Jesús, ni tampoco interés. No ha aparecido a día de hoy. A escasos 30 metros del lugar en el que mataron a mi hijo hay un pozo en una parcela que linda con nuestra casa, es una zona de escapada de esta gente, un campito que a su vez da a una carretera. Por ahí tuvieron que pasar. Pero el pozo ni siquiera lo han revisado", criticó José Manuel Rosado, que hasta ahora había preferido no hacer declaraciones sobre lo ocurrido y ahora ha decidido dar este paso.
El padre del joven asesinado insistió en que los demás miembros de la pandilla nunca fueron investigados. Ni siquiera se les intervinieron los teléfonos móviles. "Esta gente declaran todos el día 1 de noviembre (la madrugada de ese día fue cuando se produjo el crimen) y se van a su casa con sus teléfonos móviles después de que esa noche mataran a mi hijo. El 9 de noviembre, la Fiscalía pide que se les requisen los móviles, que no entregan hasta el 29 de noviembre. Es decir, veinte días después. Evidentemente todos los teléfonos habían sido manipulados. Uno de ellos estaba reventado, como si hubieran cogido un martillo y lo hubieran partido por la mitad".
El móvil del Kirro, el mayor que está pendiente de juicio como autor del asesinato, fue entregado el 1 de diciembre. Pero la sorpresa fue que era un aparato nuevo. "Resulta que ese móvil lo había puesto operativo ese mismo día. Es decir, entrega un teléfono nuevo". Así fue imposible obtener nada del análisis de los teléfonos móviles de la pandilla, si bien el padre del joven asesinado tiene constancia de que varios de sus miembros se transmitieron mensajes de este tipo "borra el mensaje y eso de la galería" y "vale, estoy nervioso aunque yo no haya hecho nada".
También falló la prevención, pues el menor estaba libre y, cuando fue detenido, ingresó inmediatamente en un centro por causas pendientes anteriores y no por el asesinato de Jesús. Esa misma noche, a la 01:55 horas, la Policía Local de Coria del Río paró a otro menor de la pandilla portando una navaja de 24 centímetros, drogas y una bicicleta de dudosa procedencia. A las 3:28, aparece él con la bicicleta en las imágenes grabadas antes del crimen. El grupo se separó y luego se volvió a juntar tras el asesinato.
Rosado lamentó que uno de los asesinos de su hijo, por ser menor, se beneficiará de una condena más leve, "sin contar con los privilegios y ayudas estatales" y recordó que Jesús sólo era mayor de edad por 49 días, pues había cumplido los 18 años el 12 de septiembre. "Hasta hoy nadie del juzgado me ha preguntado ni me ha dado la oportunidad de que yo pueda hablar o me oigan, y no es por falta de ganas. No entiendo para qué me citan teniendo yo allí a mis representantes legales. Por qué tengo yo que pasar ese mal trago de ver la benevolencia con la que jueces y fiscales tratan a los asesinos de mi hijo", se preguntó.
Se refiere a una citación del juzgado de Coria del Río el pasado mes de julio, en la que tuvo escuchar a seis personas, "con toda frialdad y nada de empatía", relatar cómo pasó su hijo los últimos momentos de su vida. "Y a dos bancas de mí, sin protección policial entre medio, la madre del mayor de edad asesino de mi hijo, con cara de indignada, con muy poca vergüenza y sin un arrepentimiento ni perdón". Antes, en el juicio contra el menor, solicitó asistir al juicio contra el menor de edad, pero su petición fue denegada. Pidió entonces seguirlo por streaming desde otra sala de los juzgados, pero también se le denegó alegando falta de medios.
"Nadie está preparado para que asesinen a su hijo, con 18 años recién cumplidos, en la puerta de su casa a manos de un grupo de desalmados, varios de ellos menores de edad", explicó José Manuel, que lamentó la "doble victimización" que supone el tener que afrontar un nuevo juicio y volver a revivir lo ocurrido. "Ya soy víctima por la pérdida irreparable de la vida de mi hijo, pero también porque estamos recorriendo un camino infernal, ya que el sistema nos castiga, en vez de protegernos". Detalló Rosado la falta de ayudas económicas para poder hacer frente a los costes del proceso judicial o la necesidad de recibir ayuda psicológica para un "proceso que es muy muy duro".
"La ayuda psicológica la solicitas al juzgado, que tiene previsto un sistema de ayuda a las víctimas de violencia en Andalucía, que descubres que son profesionales que trabajan con una gran falta de medios y sobre todo enfocado a la violencia de género, no al resto de víctimas de actos violentos", lamentó el padre del joven asesinado, que por otra parte destaca el apoyo que ha recibido de unas "personas maravillosas" que conforman el grupo Alma y Vida. "Ellos sí me ayudaron y me siguen ayudando". En el sistema de salud público, las citas son muy espaciadas en el tiempo y no cubren las necesidades propias del duelo con recetas de antidepresivos y ansiolíticos. "¿Para qué? ¿Esto me ayudará a aceptar que mi hijo nunca volverá?". También criticó que tuviera que incorporarse forzosamente a su trabajo para no perder el empleo. "Descubres más piedras en el camino que te continúan haciendo más pequeño en este volcán personal". José Manuel Rosado también se muestra muy crítico con los políticos, pues el Ayuntamiento de Sevilla se comprometió a abonar los costes del sepelio, que nunca pagó, y echa en falta que el delegado del Gobierno se pusiera en contacto con la familia.
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