Pablo y el Hospital Virgen Macarena: Dos vidas unidas por el calendario
50 aniversario del hospital
Pablo fue el primer bebé en nacer en el Hospital Virgen Macarena el mismo día que el centro cumplía 50 años
El doctor Jiménez Caraballo suma otros tantos asistiendo partos
El Hospital Macarena celebra el pasado con la mirada en el futuro
Dicen que todos los niños nacen con pan debajo del brazo, pero el pequeño Pablo, además, ha nacido con una historia. La que podrá contar a todos sus allegados y amigos cuando sus habilidades propias de la evolución así se lo permitan, ya que, pese a su corta vida, y de manera inesperada, se ha convertido en un protagonista más de las memorias del Hospital Virgen Macarena en el año de la celebración de su 50 aniversario.
¿La razón? Haber empezado su camino en la vida el mismo día. Un 4 de octubre, que vinculará para siempre a este pequeño campanero y su familia con uno de los capítulos más reseñables de la historia de la sanidad pública en Sevilla. El que comenzó a escribirse justo ese mismo día en el año 1974, cuando el hospital abría sus puertas y, donde medio siglo después, se le daba la bienvenida a Pablo, como el primer bebé en llegar al mundo en esta nueva era en el centro. Sus padres, Diana Pérez y Miguel Velarde, dos vecinos de La Campana, no pueden estar más orgullosos: "Nos ha hecho muchísima ilusión porque este hospital es muy importante y formar parte de su historia es muy bonito", afirman.
Y es que, según relata su madre, el pequeño Pablo quería formar parte de esta fiesta en el Macarena. "Yo salía de cuentas el día 23 de septiembre, pero no me ponía de parto. En una revisión el día 27 me dieron de tope hasta el 3 de octubre para, si seguíamos igual, inducirme el parto", explica Diana.
Nada cambió y la familia se trasladó al hospital ese mismo día por la mañana para preparar el nacimiento de su segundo hijo, tras el nacimiento de Miguel, de 5 años, también en este hospital. "Nos fuimos por la mañana y me lo empezaron a inducir de momento. Ya me advirtieron que, después de haber tenido por cesárea a mi otro hijo, se podría alargar", sostiene.
A última hora del día 3 de octubre, todo estaba ya a punto. "Empezaron las apuestas", cuenta Diana, que, ajena al acontecimiento que estaba a punto de protagonizar en la historia del hospital, pasaba las horas "centrada en lo importante": traer al mundo a un niño sano.
Pero cómo abstraerse de la singularidad del momento. La clave la dio una axuliar de enfermería. "Si aguanta y nace ya en el día 4 de octubre se va a convertir en el primer bebé del 50 cumpleaños del hospital", dice Diana haber escuchado que, pese a estar entre contracción y contracción, oía los comentarios de los sanitarios y empezó a entender la significación del día 4 de octubre para el personal del centro pendiente del nacimiento. "Como estábamos en lo que estábamos, el comentario se quedó ahí", sostiene.
Todo discurrió "sin complicaciones" y, a las 00:05 horas del sonado 4 de octubre, Pablo pasaba a ser parte de la historia de este gran hospital en Sevilla. "Ya por la mañana subió a la habitación el matrón y nos confirmó que Pablo se había convertido en el primer bebé del 50 aniversario", explica Diana, que fue obsequiada con un doudou con el logo especial por la conmemoración. "Nos hizo mucha ilusión. No esperábamos nada, ni sabíamos que se estaba celebrando el 50 aniversario de este hospital tan grande y tan importante. Que mi niño forme parte de su historia es algo que no puedo explicar con palabras", relata emocionada.
Cada año, en el Hospital Virgen Macarena se asiste a una media de 2.000 nacimientos. Aunque no todos hacen historia como la que acaba de hacer el pequeño Pablo, sí entran a formar parte de la pequeña familia de los nacidos en un centro con una población de referencia cercana a los 500.000 habitantes. Una familia de la que también es integrante de honor el doctor Antonio Jimenez Caraballo. A sus 65 años de edad, el ginecólogo es uno de los profesionales más antiguos del centro en activo y por ello fue uno de los homenajeados por la dirección del hospital en el acto institucional por el 50 aniversario.
Cuenta que lo ha sido "casi todo" en su especialidad en este centro. Entró de alumno interno en el Macarena en 1980. Un año después pasó a Ginecología. En esta especialidad hizo el MIR, sacó su plaza de especialista, fue jefe de sección, luego jefe de departamento, a continuación facultativo especialista y otra vez jefe de sección, que es el punto en el que se encuentra ahora.
Por su vasta experiencia en el centro, Jiménez Caraballo ha sido testigo ecuánime de la gran transformación que han vivido los partos. Recuerda perfectamente el primero que asistió. "Fue como alumno interno en Ginecología con el turno de guardia que me asignaron y fui ayudado por la doctora Pueyo, que entonces era residente y para ella era su séptimo parto. No me dejaron hacer mucho, pero me pareció una maravilla", rememora. También el último, hace aproximadamente un año, "porque se terció así", apunta, ya que, por su edad, ya no hace guardias y está más centrado en la Ginecología que en la Obstetricia.
Sobre la evolución de los nacimientos, el doctor explica que cuando llegó al hospital en los años 80 estaba muy de moda el llamado método sevillano propuesto por doctor José María Bedoya. "Utilizaba pentotal sódico y dormía totalmente a las pacientes para parir. Es un método puramente sevillano que se utilizó durante muchos años y que, por diferentes motivos, se fue cambiando y en la actualidad el analgésico que más se utiliza es la epidural", cuenta.
Sin embargo, los nacimientos no han sido los únicos que han avanzado en una especialidad que vio en la aparición de la ecografía una de sus principales armas. "De hecho el primer ecógrafo que hubo en el Hospital Virgen Macarena en los años 80 se instaló en Obstetricia y ahí se hacían todas las ecografías, fueran o no de la especialidad", recuerda. "Hoy en día no entendemos la Ginecología sin esta prueba", remarca. No sería el único gran cambio. La aparición de la cirugía laparoscópica, puso a la vanguardia nacional al Macarena como referente en la aplicación de esta técnica en múltiples disciplinas a finales de los 80 y principios de los 90. "Son los dos grandes cambios tanto en Ginecología como Obstetricia que han revolucionado la especialidad", sentencia el reconocido facultativo.
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