Las lluvias llegan tras meses de sequía y bajan las temperaturas

Por fin se anuncian lluvias y bajada general de temperaturas después de un periodo extremadamente seco y caluroso. Desde este martes al jueves se espera que caiga agua en cantidad, entre un 70% y un 100%, según las previsiones meteorológicas de la agencia estatal Aemet, que incluye en sus vaticinios un descenso de las temperaturas máximas desde los 31 grados de este lunes a los 24 a 26 grados, con días más fríos como el miércoles y el jueves, con 21 y 23 grados, respectivamente. Las mínimas bajan también de los 17 grados que se registraban hasta ahora a los 15 a 16, especialmente el domingo, con una mínima de 12 grados.

La necesidad de agua de lluvia es una urgencia en todo el país y se nota en los pantanos. En el caso de Sevilla, los embalses se encuentran en mejor situación que la media de la cuenca del Guadalquivir, integrada por varias provincias (Sevilla, Huelva, Córdoba, Jaén, Granada y Ciudad Real). De hecho, las presas de la cuenca están al 31,59% de su capacidad una vez que ha concluido la campaña de riego, mientras que las que abastecen a Sevilla (situadas en Sevilla y Huelva sobre todo) doblan en muchos casos este porcentaje.

Melonares es el embalse en mejor situación, ya que está al 70,95% de su capacidad. Le siguen rozando esta cifra las presas de Minilla, Zufre, Huesna y Aracena muy cerca (67,77%). El Gergal alcanza el 64,11%. El resto se encuentra a menos de la mital de su capacidad: Agrio (riego), Pintado y Cala. La peor situación se la llevan algunos de los que abastecen al riego: José Torán (29,82%), Puebla de Cazalla (10,43%) y Torre del Águila (3,11%), una falta de agua en estos tres embalses sobre la que ya ha alertado en los últimos meses el campo sevillano. Los detalles del volumen embalsado de agua y del porcentaje que supone sobre su capacidad total pueden verse en la tabla adjunta por orden del más al menos repleto. De la tabla se deduce que el abastecimiento de agua de beber para los sevillanos está asegurado para varios años.

El problema es el riego. La autoridad competente en la cuenca, la Confederación Hidrológica del Guadalquivir, anunció en mayo que si no llueve lo suficiente en otoño e invierno tendrá que decretar restricciones de agua para la próxima campaña de riego.