Opinión
Eduardo Florido
El estancamiento retórico de García Pimienta
Una orden interna de la Policía Local de Sevilla provocó este jueves el caos en la vacunación contra el covid-19 de los agentes de este cuerpo, que comenzó a primera hora de la mañana en las instalaciones deportivas de la Universidad de Sevilla en los Bermejales, convertidas estos días en centro de vacunación masiva. La instrucción emitida el día anterior por la Jefatura de la Policía Local provocó que decenas de policías locales se presentaran a la vez para recibir las vacunas, sin que se respetara el orden de citas que había establecido días atrás el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Durante la mañana se vivieron momentos de gran tensión, pues había policías que no tenían cita y querían entrar en el pabellón para recibir la vacuna. Hubo discusiones y disputas, incluso una enfermera rompió a llorar tras uno de estos encontronazos, aunque finalmente la profesionalidad de los sanitarios y agentes hicieron que se impusiera la cordura. Se hicieron dos colas, una con los policías que tenían la cita previa y otra con los que no, de manera que así se vacunaron todos los que acudieron.
El SAS había citado a unos 700 agentes para la campaña de vacunación, atendiendo a los listados que les había enviado el Ayuntamiento de Sevilla. A todos les había llegado un mensaje al móvil con la hora y la fecha de la cita. Al igual que ocurre con los profesores o el día anterior pasó con los policías nacionales, se citan de manera escalonada, para que no coincidan todos el mismo día. Por un lado se impide que se presenten todos al mismo tiempo en el lugar, pero sobre todo se garantiza así que el servicio seguirá funcionando a pesar de que los vacunados experimenten reacciones o efectos secundarios.
Es más, a los policías de hasta 55 años se les está aplicando la vacuna de AstraZeneca, que es la que más efectos secundarios provoca. Ya entre los maestros y entre los policías nacionales ha habido numerosas bajas por picos de fiebre, escalofríos, vómitos y un cansancio y dolor muscular, unos síntomas que pueden durar hasta 24 horas después de recibir la inyección de esta farmacéutica.
Hasta aquí todo bien. Sin embargo, el miércoles 3 de marzo, la Jefatura de la Policía Local emite una serie de instrucciones, que se publican en la orden del cuerpo. Esto es una especie de boletín informativo que llega a todos los miembros de la plantilla por correo electrónico. En esa orden, la Jefatura indica que irán a vacunarse todos aquellos que se encuentren al día siguiente, es decir, hoy 4 de marzo, de "servicio en cualquier unidad en turno de noche y de mañana", salvo a los que les toque trabajar el fin de semana.
Además, la Jefatura indica que pueden ir “todos aquellos que se encuentren el día 4 y el lunes 8 de marzo de servicio en turno de tarde, salvo aquellos que estando de servicio en el turno de tarde del 4 de marzo estén de servicio en el turno de mañana del lunes día 8”. Y luego añade que irán "todos los agentes que no se encuentren de servicio (por cualquier motivo: descanso, baja, vacaciones, artículos varios...)" durante este jueves.
Después, la orden del cuerpo recoge una serie de instrucciones para el día 8, cuando la vacunación se llevará a cabo en el pabellón de la Facultad de Económicas y Empresariales, en Ramón y Cajal. Para ese día tendrían que acudir los que están de turno de fin de semana y los que tenían turno de tarde ayer día 4 y de mañana el 8.
La Jefatura apunta que "la vacunación se llevará a cabo en horario de mañana ambos días" y que "cada unidad distribuirá a aquellos agentes que estén de servicio y tengan que vacunarse de forma proporcional en cuatro grupos". Estos cuatro grupos irían con una diferencia de una hora durante toda la mañana, es decir, a las nueve, a las diez, a las once y a las doce. La instrucción se cerraba indicando que los agentes que no estén de servicio recibirían del SAS un SMS con la hora a la que deben acudir, y con una serie de recomendaciones para los agentes tras recibir la vacuna.
Lo que esta orden del cuerpo hizo fue desdecir el orden de citas que había establecido el SAS y provocó que un buen número de policías coincidieran a primera hora de la mañana para recibir la vacunación. La orden interna de la Policía Local sumió a los propios agentes en la confusión. Finalmente, con profesionalidad y buena voluntad por ambas partes, el incidente quedó en nada y todos los agentes recibieron sus vacunas, aunque tras una mañana ajetreada.
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