"No es un acto médico"
La opinión de los médicos sobre la Eutanasia
El Colegio de Médicos de Sevilla defiende que adelantar la muerte "no está entre los fines de la medicina"
La Ley de Eutanasia cumple nueve meses con al menos dos sevillanos interesados en ella
Los médicos tendrán un papel clave en todo el proceso de solicitud y ejecución de la eutanasia. Será a ellos a los que el paciente tiene que remitirles la primera demanda de adelantar su muerte, una petición que han de analizar, estudiar, consultar con otro profesional y remitir, si cumple con los requisitos de la ley, a la comisión de garantías, órgano que tiene la última palabra y donde la profesión médica también está representada. Y serán ellos los encargados de administrar o prescribir el fármaco para llegar a ese fin. Pueden objetar, eso sí, y no participar en el proceso. Pero, ¿qué opinión tienen al respecto estos profesionales? Desde el Colegio de Médicos de Sevilla lo tienen claro: "La eutanasia no es un acto médico".
La profesión no está de acuerdo en convertir la eutanasia en una prestación sanitaria y la opinión generalizada entre los facultativos sevillanos representados en este órgano coincide en admitir que adelantar la muerte "no está entre los fines de la medicina". Las fuentes consultadas en el Colegio no cuestionan la realidad de que exista una "necesidad social" de ciertas personas que estén soportando unos niveles de sufrimientos para los que no vean otra salida, sin embargo, reconocen que, según la el código de Ética y Deontología Médica, por el que se rige el profesional, la opinión generaliza de los médicos es apostar por "intentar de múltiples maneras aliviar ese sufrimiento sin tener que perder la vida", indican desde el Colegio.
Es por ello que, junto con esta Comisión de Garantía, la Junta de Andalucía reguló el 19 de octubre el Registro de sanitarios objetores de conciencia. Desde el 2 de noviembre, los profesionales del SAS que quieran ejercer este derecho de oposición pueden descargarse la solicitud en la web de la Junta así como presentarla telemáticamente. Desde el Colegio de Médicos de Sevilla son conscientes de que cierto número de profesionales va a acogerse a la objeción de conciencia, sin embargo dudan de que pueda conocerse el número de médicos que decidan no participar en el proceso. "Sabemos que estos temas pueden ser complicados, como cuando la ley del aborto, que, aunque no se hizo un registro, también podía objetarse y al principio hubo algunas disfunciones. La idea es preservar la intimidad de aquellos que decidan no formar parte de este procedimiento, pero entendemos, que el perfil de los registros estará muy relacionado con la especialidad, de si se siente más vinculado a esta posibilidad por tratar enfermedades más graves o más relacionadas con el final de la vida o si por el contrario son especialidades más banales", recalcan las fuentes consultadas.
Por otro lado, desde el Colegio de Médicos de Sevilla lamentan que no se se haya tenido en cuenta a la profesión para el desarrollo normativo de una ley en el que consideran deberían haber tenido voz. De hecho, el pasado junio, el Colegio acogió la sesión Eutanasia, médicos y sociedad en la que el presidente del órgano colegial, Alfonso Carmona, dirigió un debate sobre la aplicación de esta ley en el que reivindicó "el desinterés" de incluir la opinión del gremio y defendió su apuesta por desarrollar los cuidados paliativos, que tildó de "buenísimos en España". "Que lleguen a cualquier persona que los necesite, que ahí es donde habría que invertir dinero, ya que lo otro no es ayudar a morir", sentenció durante su intervención.
El riesgo de la 'pendiente resbaladiza'
En los países en los que se ha legalizado la eutanasia y el suicidio asistido se requieren determinados requisitos, generalmente exigentes, para que se puedan llevar a cabo estas prácticas, sin embargo, con el tiempo, dichos requisitos iniciales se pueden ir suavizando. Circunstancia que desde el Colegio de Médicos de Sevilla temen que termine ocurriendo también España y se acabe llegando prácticamente a admitirlas en cualquier circunstancia. Un fenómeno denominado pendiente resbaladiza y que ya está sucediendo con frecuencia en Holanda o Bélgica, apuntan desde el Colegio. "Que las peticiones se empezaran a incrementar saliéndose del perfil de enfermedad terminal para que está indicada la eutanasia, orientándose más hacia personas ancianas o que viven en soledad y que no ven otra salida serían un fracaso porque eso ya no coincidiría con lo que es el espíritu de la ley y eso es algo que nos preocupa muchísimo a los médicos", indican las fuentes consultadas. Las puertas que pueden abrirse como consecuencia de la pendiente resbaladiza es que la eutanasia pueda ser utilizada por cualquier persona, aunque no se encuentre en la fase terminal de una enfermedad, así como en pacientes psiquiátricos, deficientes mentales o discapacitados y ancianos con patologías geriátricas múltiple, todos ellos no terminales.
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