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La Policía Nacional desarrolló este jueves una nueva operación policial contra los cultivos de marihuana en Sevilla. En esta ocasión, el escenario de la redada es el barrio de la Bachillera, situado al norte de la capital andaluza. Entre 70 y 80 agentes de distintas unidades participaron en la operación, que lleva por nombre Amazona, y en la que se practicaron siete registros domiciliarios.
Tres personas fueron detenidas y se intervino un arma de fuego, además de numerosas plantas de cannabis. Varias de estas inspecciones tuvieron lugar en la calle Fresno. Los agentes entraron en casas en las que hay plantaciones de cannabis activas, con las plantas en macetas y con ventiladores, focos y aparatos de aire acondicionado para crear el ambiente idóneo para el crecimiento de las plantas.
Esta redada supone una continuación de las operaciones abiertas en la ciudad tras los tiroteos ocurridos en las Tres Mil Viviendas el pasado 12 de octubre. Desde entonces, se han desmantelado casi una treintena de plantaciones de marihuana en barrios como el Polígono Sur, el Polígono Norte o Los Pajaritos, además de las de este jueves en la Bachillera.
El cultivo de marihuana es una de las actividades ilícitas que más ha repuntado en Sevilla en los últimos años, hasta el punto de que se han colonizado edificios enteros para instalar en ellos plantaciones de esta droga. Este delito suele llevar aparejado el de defraudación del fluido eléctrico, pues los cultivos demandan una gran cantidad de energía, que las mafias obtienen mediante enganches ilegales a la red. Esto provoca sobrecargas, apagones e incendios, pues una vivienda en la que hay una plantación consume una cantidad de electricidad similar a la que necesitan 80 pisos.
En las distintas operaciones desarrolladas tras los tiroteos se han encontrado también armas de fuego, muy utilizadas por los clanes de la droga para defender sus posesiones ante posibles ataques o robos de organizaciones rivales, así como para hacer exhibiciones de fuerza. En uno de los tiroteos del 12 de octubre se empleó un fusil de asalto AK-47, un kalashnikov, que todavía está siendo buscado por las Fuerzas de Seguridad.
Como es habitual cuando se producen intervenciones de este tipo, numerosos vecinos y curiosos contemplan el trabajo de los policías. La novedad de este jueves es que había varios niños entre el público, debido a que las clases permanecen suspendidas por el riesgo de lluvias intensas.
El subdelegado del Gobierno en Sevila, Francisco Toscano, confirmó que la operación Amazona es una más de las muchas intervenciones que se están llevando a cabo en la capital andaluza y la provincia contra la criminalidad organizada, "y más especialmente vinculadas al tráfico de drogas".
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