La Policía Nacional extiende la batida contra la marihuana al Polígono Norte
Desmanteladas dos plantaciones de cannabis con dos detenidos en la calle Hermano Pablo
Las redadas se trasladan al otro extremo de la ciudad tras varios días en las Tres Mil Viviendas
Del sur al norte. La Policía Nacional extendió este jueves sus batidas contra las plantaciones de marihuana a la calle Hermano Pablo, la más conflictiva del Polígono Norte, una vía peatonal de este barrio en la que impera la venta de drogas y una degradación que va a más año tras año.
Los agentes de la comisaría del distrito Macarena, apoyados por la Unidad de Intervención Policial (UIP), la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y el grupo de Subsuelo, registraron dos viviendas de la citada calle, en la que hallaron sendas plantaciones de marihuana. Medio centenar de policías participaron en total en la operación, denominada Poda.
Es una intervención de menor calado que las anteriores desarrolladas desde hace una semana en el Polígono Sur, enmarcadas en las operaciones Vulcano y Eolo, donde se han desmantelado ya al menos 13 cultivos indoor de cannabis, en otros tantos pisos de las Tres Mil Viviendas. En Hermano Pablo se acabó con otras dos plantaciones, algo inferiores a las otras en cantidad por la sencilla razón de que los pisos son mucho más pequeños que los del Polígono Sur.
Dos personas fueron detenidas en este nuevo golpe al cultivo de marihuana, una droga que ha colonizado distintos barrios de la ciudad provocando graves problemas de seguridad, como tiroteos y enfrentamientos armados entre clanes, y de convivencia, como apagones, cortes de luz, sobrecargas e incendios.
Todas estas operaciones parecen ser la respuesta de la Policía Nacional y del Gobierno central a los tiroteos del pasado 12 de octubre en las Tres Mil Viviendas, donde se emplearon armas de guerra. Estas armas siguen siendo buscadas por la Policía, que mantiene abiertas sendas operaciones, una contra el tráfico de armas y otra contra las plantaciones de marihuana.
La de este jueves es la primera de las redadas desde el incidente del 12 de octubre que tiene lugar fuera del Polígono Sur. Sin duda se trata de un mensaje dirigido a las mafias de la marihuana, que han de saber que no sólo serán perseguidas en las Tres Mil Viviendas. La operación Poda es buen ejemplo de ello.
A mediodía de este miércoles quedaban varias dotaciones en la calle Hermano Pablo y ya el grueso del contingente, desplegado desde primera hora de la mañana, se había marchado. Un furgón de la UPR se quedó sin batería en plena redada y los policías se tuvieron que poner a empujar el vehículo para poder arrancarlo. Mientras, sus compañeros del grupo de Policía Judicial de la comisaría del distrito Macarena sacaban plantas y otros efectos de uno de los domicilios registrados.
Después recogieron el ariete, las mazas y demás herramientas que ya se han visto en más de una ocasión en los últimos días. Se utilizan para la apertura de puertas de las viviendas, que a veces tienen fuertes medidas de seguridad. Los agentes dejaron para el final el traslado del detenido, momento que provocó cierta tensión con los familiares del arrestado a pie de calle.
"¡Luismi, no declares hasta que llegues al juzgado!", "no vayas a declarar!", le repetían una y otra vez varias mujeres. El detenido salió con la boca y la nariz cubiertas por una mascarilla y fue introducido en un patrullero de la Policía Nacional, que lo trasladó a las dependencias policiales. La droga intervenida fue trasladada para su depósito, recuento y análisis a la comisaría del distrito Macarena, ubicada a menos de medio kilómetro.
La apertura de las dos viviendas que ocultaban sendas plantaciones dejó en el ambiente el aroma dulzón y penetrante del cannabis. En el momento en el que se retiraron los policías se entabló una pelea entre dos mujeres, que se tiraron de los pelos mientras varios vecinos se asomaban a ver la trifulca desde sus casas. También hubo alguna que otra amenaza a los periodistas. "¡Rubiaaaa, te voy a poner morena como saques a mi primo!", le chillaba otra de las vecinas a una profesional de los medios de comunicación que cubría la redada.
El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, confirmó "dos registros positivos" durante la actuación, que supuso el cierre perimetral de la zona, e insistió en que el compromiso del Ejecutivo con la seguridad en Sevilla es irrenunciable. "Hemos trabajado, estamos trabajando y vamos a seguir trabajando en las distintas zonas que lo requieren, pero también es importante, insisto, que la realidad de estos barrios se aborde de una manera integral con políticas sociales, de empleo, urbanísticas y de vivienda", apuntó el subdelegado.
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