La operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico suma ya 20 detenidos
Los agentes investigan si la red fue pionera en la introducción de cocaína en narcolanchas por el Guadalquivir
Dos guardias civiles del GAR (Grupo de Acción Rápida) custodian la puerta de un chalé de Trebujena (Cádiz). Van fuertemente armados, empuñan un subfusil y al cinto permanecen guardadas en sus fundas las armas cortas reglamentarias. El pecho cubierto con un chaleco antibalas y en la cabeza unas boinas que sustituirán por unos cascos si hay que intervenir. Empieza a apretar el calor. Dentro de la casa hay cuatro detenidos. Forman parte de los 20 arrestados en la operación Doberman, con la que la Guardia Civil ha desmantelado una organización dedicada al tráfico de cocaína y hachís asentada en las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga. Desde fuera se ve una piscina junto a la que está sentado uno de ellos. El chalé está protegido con cámaras de seguridad. Los guardias civiles han cubierto los visores con pintura amarilla. También la hay en la cámara del telefonillo.
Concluye el registro, uno de los 24 que se practicaron este martes en naves industriales y domicilios de las tres provincias en las que tenía conexiones la red. Entre ellos, uno en Sevilla capital, en la calle Arroyo, y otro en Dos Hermanas. En una nave de un polígono de Lebrija, los guardias encontraron más de 5.000 litros de combustible almacenados, presumiblemente para abastecer las narcolanchas. Falta por llegar el furgón para trasladar a los detenidos, que son sacados del chalé pasadas la una de la tarde.
La operación surgió tras el alijo de 1.255 kilos de cocaína el pasado mes de noviembre en Isla Cristina (Huelva), adonde había llegado tras un trasvase realizado a la altura de Mazagón. A raíz de ese hallazgo, se supo que la droga pertenecía a una banda que se estaba dedicando indistintamente a la importación de hachís y cocaína, algo que la hacía distinta a la mayoría de clanes que se dedican a la distribución de droga al por mayor, que suelen estar especializados en una sola sustancia. El hachís lo traían por el río con embarcaciones semirrígidas, y no se descarta, aunque el alijo se produjo en Huelva, que el Guadalquivir estuviera también siendo utilizado para introducir cocaína, una práctica en la que serían pioneros.
Los cuatro detenidos en el chalé de Trebujena son presuntamente los miembros de la tripulación de una de las narcolanchas. Estaban a punto de hacer un viaje a Marruecos para traer droga. En la casa se hallaron indicios de ello. Tenían ropa preparada, teléfonos satelitales, móviles de un solo uso, alimentación suficiente para pasar varios días en alta mar. Y uno de los detenidos es marroquí, lo que hace indicar que era el garantía o notario. Es decir, un miembro de la organización de Marruecos que vende la droga a las mafias españolas, cuyo trabajo consiste en dar fe de que se ha producido la transacción. En el caso de que la lancha sea descubierta por las autoridades, es él quien debe dar la orden de tirar la droga al mar. Hasta que el garantía no lo ordene, los fardos han de permanecer en la embarcación.
Los otros tres tripulantes son el piloto, el copiloto o gepero y el marinero o chacota. El primero suele cobrar entre 40.000 y 50.000 euros por trayecto. En ese sueldo van los días que se tiene que pasar en alta mar esperando que se despeje la zona donde alijar. Al copiloto se le llama gepero por ser el encargado del GPS que guía la embarcación. El cuarto y último asiento es para el marinero o chacota. Es quien se encarga de bajar la mercancía o deshacerse de ella cuando lo ordene el garantía, y también de gestiones propias de la navegación, como abarloar la lancha a algún otro barco o zona en la que se produce el alijo.
La operación la ha desarrollado el Centro de Coordinación contra el Narcotráfico (CCON-Sur), una macrounidad que está asestando periódico golpes muy importantes a las mafias del Campo de Gibraltar y a las conexiones que éstas tienen en otras provincias próximas como Sevilla. La investigación sigue abierta y, a la hora de cierre de esta edición, eran ya veinte las personas detenidas. En ella han participado también los agentes del GAR y del Servicio Cinológico, entre otras unidades. La dirige un juzgado de Lebrija, al que serán trasladados los detenidos en las próximas horas.
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