Ola de calor en Sevilla: La vida en una ciudad a 50 grados
Alerta roja por calor
Sevilla vive su primera jornada del verano en alerta roja por altas temperaturas
Primer día con alerta roja por calor en Sevilla, en imágenes
El calor empeora la calidad del aire de Sevilla
Sevilla se derrite. Literal. La ola de calor que comenzó hace varios días a cruzar la provincia dentro de un fenómeno que afecta a todo el país, está dejando una sensación de bochorno y fuego en la capital y la zona de campiña que ha obligado a activar alertas y planes especiales de protección. De hecho, Sevilla es la única provincia en Andalucía en el que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el nivel rojo de alerta por valores superiores a los 44 grados. Pero, ¿cómo se sobrevive a estas temperaturas tan extremas?
Nadie en Sevilla parece sorprenderse por una temperatura que este miércoles se ha quedado cerca de los 50 grados al mediodía. Vivir bajo el calor es normal, sobre todo, en la capital sevillana y zonas de campiña. Sus vecinos saben bien cómo enfrentarse a los vaivenes de las temperaturas y lo hacen empleando el sentido común. La ciudad no se detiene porque haga más o menos calor, pero sí cambian los ritmos para adaptarse.
"Aquí estamos acostumbrados al calor. No nos asustan los 40 grados, pero somos conscientes de que a las cuatro de la tarde hay que quitarse del medio", afirma Francisco, que es cochero desde hace un año y estos días afronta su segunda ola de calor a los mandos de su coche de caballos. Atiende a la periodista mientras refresca al animal echándole agua con una manguera. "Para ellos es igual que para nosotros, mucha agua, descanso oportuno y refrescarlos siempre que se pueda", apostilla, al tiempo que destaca la escasa demanda de este servicio estos días debido al intenso calor.
A pesar de las altas temperaturas se ven turistas por la calle. Buscan la sombra. Como todos. Incluso hacen cola para llenar sus botellas de agua en la fuente de agua potable en la Plaza del Triunfo. No les faltan sombreros, paraguas o incluso guías de turismo para protegerse de los rayos del sol. Así camina por la Avenida de la Constitución la familia Dubois. Botella de agua en mano, por supuesto. Alicia es la madre de Jean, que es el primer viaje que hace con su novia y han elegido Sevilla como destinos. La mujer es la tercera vez que visita la ciudad. Nunca antes con estas temperaturas. "Siempre escuchamos que en Sevilla hace mucho calor pero no te imaginas tanta", chapurrea en respuesta a las preguntas de la periodista. Han visitado el Alcázar y buscan dónde tomar algo de refresco para resguardarse en el hotel hasta por la noche. "Es lo que nos ha dicho esta mañana la recepcionista que es lo mejor", afirma.
A medida que se avanza por la Avenida hay menos gente. Nadie por la zona central de la calle, donde no hay sombra para resguardarse. En una de la poca que hay, una operadora de una empresa de autobuses turísticos ofrece su tour a los viandantes. "Hay unos días mejores que otros, pero estamos en temporada baja", relata la chica, que prefiere mantenerse en el anonimato. "Los autobuses están cubiertos, pero somos conscientes de que el producto que ofrecemos no es muy apetecible con este calor", insiste.
Muy cerca de ella, unos obreros recogen el material de obra utilizado en un pequeño arreglo en una arqueta de la Plaza de San Francisco. Sus mejores armas son la resignación, ropa ligera y "mucha agua fría", sobre todo en estos días en los que la ola de calor amenaza en la ciudad. "No nos queda otra", dice uno de ellos. "Nuestro horario es de siete a tres y partir de la una no hay quien pare", indica otro. El sector de la construcción es uno de los más castigados por su mayor exposición al sol en la calle. No es el único. Repartidores, camareros, fotógrafos, carteros o taxistas son otros colectivos que tienen que enfrentarse a la ola de calor sin aire acondicionado. Todos los profesionales consultados coinciden este miércoles en lo mismo. "La horas más duras son las de mediodía".
A partir de esta zona del centro se empieza a ver más movimiento. La cercanía a la zona comercial hace que se observe una mayor concentración de personas. "Nada que ver con otras épocas del año", dice Elena desde el interior de su quiosco de prensa. "A mediodía se deja de ver gente por la calle. Es lógico, está haciendo demasiada calor", sostiene. Las ventas estos días pasan en su mayoría por botellas de agua. "Tengo que estar todo el día recargando la nevera", apostilla.
En la calle Rioja, David coge su moto para volver a casa del trabajo. "Ayer era fuego cuando salí a mediodía y hoy (por el martes) dicen que da más. Entre el sol y la brisa caliente es insufrible ir en moto estos días porque literalmente te queman la piel", afirma.
Caminando por el centro de Sevilla se encuentran también muchos comercios o restaurantes. En las cocinas, las temperaturas son muy elevadas, al igual que en el exterior de los bares, por lo que cocineros y camareros sufren los efectos de la ola de calor día tras día. Algunos, tratan de atraer clientela en las puertas de los negocios. "En cuanto te sales un poco del entorno al que llegan los aspersores te quemas", dice uno de ellos al paso de la periodista.
Entretanto, las previsiones apuntan que lo peor se vivirá este jueves. La Aemet mantiene la alerta roja con temperaturas que seguirán subiendo hasta los 45 grados. Las noches no darán tregua y se quedarán al borde de los 30. Pero no acaba ahí. La sofocante ola de calor que asfixia estos días a España se extenderá durante todo lo que resta de semana, aunque con valores ya más cerca de los 40 grados tras alcanzar este jueves su pico, y finalizará el próximo lunes debido a la entrada de una masa de aire frío por el tercio oeste de la Península, que bajará el mercurio entre 7 y 8 grados.
Consejos ante las altas temperaturas
El 112 facilita una serie de recomendaciones para evitar riesgos que pueden conllevar las altas temperaturas. Indica que hay que prestar una especial atención a personas mayores, bebés y enfermos crónicos, ya que son los colectivos más vulnerables.
Para ellos y para todos, el consumo de agua debe ser periódico, cada dos horas como máximo, incluso aunque no tengamos sed. En cuanto a la alimentación, lo más adecuado es tomar frutas, verduras frescas, sopas frías y gazpacho, y se evitarán las bebidas alcohólicas.
Cuando estemos en casa, es aconsejable cerrar bien las ventanas, cortinas y persianas más expuestas al sol y encender el ventilador o el aire acondicionado, y si no se dispone de ellos, permaneceremos en las estancias más frescas de la casa.
Si vamos a salir a la calle, debemos evitar hacerlo en las horas de mayor calor y usar sombrero, gorra y gafas de sol para protegernos del calor, así como protección solar para la piel. No se debe practicar deporte en las horas centrales del día, es preferible hacerlo a primera hora de la mañana o a última hora de la noche.
Asimismo, vestir con ropas clara y con tejidos ligeros es lo más recomendable en estos calurosos días. Debemos llevar siempre una botella de agua para hidratarnos, algo que no debe faltar tampoco en los desplazamientos en coche.
Por otro lado, apunta a nunca dejar a nadie, tampoco a mascotas, en el interior de un vehículo parado, ni siquiera por unos minutos. Finalmente ha indicado que si se nota dolor de cabeza intenso, náuseas, taquicardias o cualquier síntoma asociado al calor, debe llamarse de inmediato al 112.
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