Un okupa se presenta a los vecinos como el nuevo propietario mientras un cerrajero cambia la cerradura en un piso vacío

Insólito lo ocurrido en el barrio de Los Remedios. Un hombre se presentó en la comunidad de propietarios haciéndose pasar por un nuevo vecino cuando su verdadera intención era la de cambiar la cerradura a pisos vacíos para ocuparlos.

Lo tenía todo planeado. Seleccionó el bloque de viviendas, situado en el Edificio Presidente, en el citado barrio sevillano, acudió con un cerrajero que portaba una carpeta con documentación y se personó en distintos portales de la urbanización manifestando que era el nuevo propietario de una de las viviendas, para lo cual exhibía, incluso, unas escrituras falsas, y, mientras, su acompañante procedía al cambio de la cerradura de un piso que estaba desocupado para acceder al interior con la intención de ocuparlo. Ahora, este individuo se encuentra detenido por la supuesta comisión de un delito de usurpación.

Todo sucedió el martes. Tras ser requeridos, una patrulla de Policía se trasladó a la urbanización. Allí, varios empleados y vecinos de la misma explicaron a los agentes cómo una persona que se había presentado como un nuevo propietario llegó a acceder al interior de una vivienda tras cambiarle la cerradura, aprovechando que se encontraba sin habitar.

La voz de alarma la puso la vecina más próxima a este inmueble a la que le llamó la atención la entrada de este individuo al piso por lo que, al mantener contacto con la dueña, la llamó rápidamente para averiguar si, como decía el okupa, se había desprendido de su propiedad. Al constatar que en ningún momento se había producido la compraventa que el detenido explicó a los vecinos, se procedió a la llamada de la Policía, que se personó en el lugar, llevándose detenida a esta persona y recuperando la vivienda.

Tras vivir este episodio, y ante la preocupación que ha despertado este hecho entre los vecinos, la intercomunidad de propietarios, a través de la administración de fincas, ha emitido una circular para pedir que se extremen las precauciones "ante la presencia de personas extrañas" en la urbanización, sobre todo, en el entorno de los pisos desocupados por sus moradores, de manera temporal, o por vacaciones.

"Si usted observa alguna situación extraña, le rogamos nos comunique a la oficina inmediatamente para poder ponernos en contacto con el propietario correspondiente, dar los avisos y hacer las averiguaciones pertinentes", recoge el escrito que ha sido difundido entre los vecinos de este urbanización.

Con todo, según ha podido saber este periódico, el de esta comunidad no es un caso aislado. Muy cerca, en la calle Asunción se habría repetido la jugada, al menos, en otras dos ocasiones. Algunos testigos aseguran el intento de ocupación de un piso en un bloque de viviendas en esta concurrida calle en el barrio de Los Remedios con el mismo modus operandi.

Así, el relato de uno de los vecinos concreta que todo ocurrió cuando un cerrajero se personó este martes en el edificio, acompañado de dos personas más que portaban una carpeta con documentos. Al ser sorprendidos cambiando la cerradura de una vivienda y cuestionados por los vecinos ante tal pericia, no dudaron en argumentar, con toda naturalidad, que se trataban de los nuevos propietarios.

Lo mismo le sucedió a Francisco, en otro bloque de la misma calle. Fue alertado por un vecino del intento de ocupación de su piso bajo el argumento de una supuesta compra, pero su versión desmontó toda esta historia, y, aunque se desplazó rápidamente hasta la vivienda en cuestión, cuando llegó ya se había cambiado la cerradura, lo cual implicó una actuación de la Policía, aunque, finalmente fue el propio dueño quien derribó la puerta y pudo comprobar que, pese a todo, el piso no había sido aún ocupado, entrando en una discusión con los okupas, que seguían presentes en el edificio, incluso, acompañados de un abogado.

Cuenta que lo que le sucedió es digno de "ciencia ficción". Al personarse e identificarse como el dueño del piso al que acababan de cambiar la cerradura, asegura que fue él quien tuvo que demostrar con sus propuas escrituras que era el verdadero propietario. "Yo salí corriendo, no llevaba papeles encima, y al llegar me dijeron los policías que el único que tenía odcumentos y escrituras, que eran falsas, era el okupa", lamenta y detalla que, finalmente, este individuo le dejó ir, acusado de un "delito sin especificar", y un juez ha archivado el caso por falta de pruebas. "No nos vamos a quedar aquí, vamos a aportar todo lo que haga falta para que se reabra la investigación y esto no vuelva a ocurrir", apostilla.