Una oficina de turismo con venta de entradas en el quiosco Zaratustra
Urbanismo
Contursa obtiene una concesión por 75 años del inmueble del Paseo de Colón para implantar un nuevo modelo de puntos de información que comercializará material promocional de la ciudad
Nuevo uso para el quiosco Zaratustra. Será una oficina de turismo con venta de entradas tras lograr Contursa una cesión gratuita por un plazo de 75 años de un inmueble enclavado en la esquina del Paseo de Colón con la calle Reyes Católicos que fue explotado hasta el pasado otoño como un bar de copas.
La sociedad mercantil Congresos y Turismo de Sevilla gestiona desde principios de abril todas las competencias municipales en materia turística. Entre las nuevas funciones absorbidas del Consorcio de Turismo Sevilla se encuentra la de información turística. Los técnicos de Contursa trabajan en la transformación del modelo actual de los puntos de información turística para convertirlos en una red de visitor center que realice la comercialización de entradas o material promocional de la ciudad.
El inmueble que se encuentra a escasos metros de la plaza de toros de la Maestranza y del Puente de Triana, cuenta con una sola planta cuadrada de 14,8 metros cuadrados construidos con una cubierta a cuatro aguas de teja árabe esmaltada y remate cerámico sobre unos muros de carga de fábrica de ladrillo.
El proceso ha durado casi un año. La Gerencia de Urbanismo declaró extinguida la concesión administrativa del quiosco Zaratustra a mitad de septiembre debido a que el plazo llevaba vencido desde mediados de junio. El gobierno socialista siempre tuvo claro que el local volvería a salir a concurso sin tener nada que ver con la hostelería tras ser usado con anterioridad como venta de flores.
El servicio de ordenación de la vía pública requirió a la empresa Adriano Díez S. L. para que en el plazo de quince días desde la notificación procediese al desalojo y entrega a la Gerencia del quiosco libre de cargas y gravámenes junto con las instalaciones propias e inherentes, y aquellas que se pudiesen ejecutar por el concesionario con la preceptiva autorización administrativa. Además, los técnicos ordenaron a la compañía suministradora de electricidad que procediese a suspender en el plazo máximo de quince días el suministro que venía prestando a Zaratustra, apercibiéndole de que el incumplimiento de lo ordenado constituye infracción urbanística.
En ese expediente de Urbanismo se detallaba que el 20 de junio de 2013 se firmó el contrato de adjudicación de la concesión del quiosco por seis años para la venta de zumos naturales, granizados, helados y agua. Durante la vigencia del contrato el establecimiento tuvo algunas incidencias.
La última fue un fin de semana del año pasado, cuando la Policía Local constató un nuevo incumplimiento al distribuir bebidas alcohólicas para su consumo en la vía pública sin tener autorización. Por este motivo, fue denunciado y cerrado. Desde el gobierno socialista apuntaron que “los establecimientos deben cumplir con la normativa y realizar su actividad de acuerdo con los permisos que tienen concedidos. No se puede poner en riesgo la seguridad o fomentar el consumo de alcohol en la vía pública”.
No fue la única vez. En noviembre de 2017, el Ayuntamiento clausuró el quiosco debido a que la concesión administrativa sólo incluía una autorización para agua y helado. En ese momento se encontraba vendiendo bebidas alcohólicas y contaba con veladores en la vía pública.
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