Ofelia Nieto, la soprano hecha leyenda en el Parque de María Luisa de Sevilla

Glorieta de Ofelia Nieto / M. G.
Judith R. Iglesias - Redactora

14 de septiembre 2024 - 07:01

En 1899 nació la que sería una de las grandes voces españolas: Sofía Nieto Iglesias (Algete, Madrid). Descubierta por un miembro del coro del Teatro Real de Madrid, la soprano se convertiría con el tiempo en leyenda, hasta ocupar su lugar en monumentos como el de la glorieta situada en el Parque de María Luisa de Sevilla, que lleva su nombre.

La glorieta de Ofelia Nieto fue inaugurada el 30 de junio de 1935, cuatro años después de su muerte. En aquella ocasión, recoge el Ayuntamiento hispalense, “Federico García Sanchis (1886-1964), literato, crítico de arte, novelista y conferenciante, ofreció una charla en memoria de la que fue una maravillosa intérprete del arte lírico. En ella pidió que, así como en la glorieta de Bécquer se podían leer sus poemas, también en la de Ofelia Nieto se escuchara su voz”.

La glorieta de Ofelia Nieto

El recuerdo a la soprano fue trazado por el arquitecto Juan Talavera y Heredia, sobre un fondo de ciprés. La obra, revestida con su habitual estilo regionalista andaluz, refleja la historia de nuestra música; que, desde el Parque de María Luisa, se abre como nueva al gran público.

La glorieta, semicircular, se cierra en su parte posterior sobre una pared blanca de media altura; con dos cancelas, en cuyo núcleo central, en una gran hornacina cubierta de baldosas cerámicas, se representa a la gran leyenda, Ofelia Nieto, acompañada por dos figuras que simbolizan el canto y la música.

Asimismo, el dibujo es obra de Juan Miguel Sánchez; mientras que la realización corre a cargo de la Fábrica de Nuestra Señora de la O de Triana. En cuanto a los azulejos, estos presentan los nombres de famosos compositores, así como también de conocidos títulos de obras musicales. La fuente central da su toque final a la glorieta de Ofelia Nieto.

Ofelia Nieto: del Teatro de la Zarzuela a Milán

La majestuosa y lírica voz de Ofelia Nieto dio la vuelta al mundo. Así fue desde que un miembro del coro del Teatro Real de Madrid la descubrió e impulsó sus sueños de cantar. Además, ella era hermana de la también cantante, Ángeles Otein, quien decidió invertir el orden de las letras de su apellido para evitar confusiones.

La primera representación de Ofelia llegó con el estreno de Maruxa, una obra de Amadeo Vives que debutó en el Teatro de la Zarzuela (Madrid, 1914). Desde entonces, con sus orígenes anclados a Santiago de Compostela y la capital española, la artista alcanzó algunos de los grandes teatros de Europa y América. Incluso, fue elegida por el maestro y director de orquesta, Arturo Toscanini, para la reposición de la ópera Der Freisschütz, en el teatro de la Scala de Milán.

El amor de Ofelia Nieto por Sevilla

No es ningún secreto que Ofelia Nieto se enamoró de Sevilla. Y, precisamente por eso, el Ayuntamiento de la ciudad decidió dedicarle este homenaje. Recordar su prodigiosa voz al pasear por el Parque de María Pita, como un verso suspendido entre los árboles, es recordar también la huella del cariño que se dejó entre sus calles.

Mientras estuvo en activo, cantó cada temporada en el Teatro San Fernando; y, cuando se casó con el decano de los procuradores hispalenses, Felipe Cubas, inició su vida en una casa de la calle Moratín. Asimismo, además de la glorieta, Ofelia cuenta con otro monumento en Sevilla: el busto de su persona en los Jardines de la Calzada.

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