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Las obras de las naves de Renfe de San Jerónimo avanzan con 1.800 m2 ya ocupados

El nuevo eje tecnológico de la zona norte

Un total de 16 empresas ya trabajan para el centro Sevilla Futura, una incubadora tecnológica a la que se unirá una residencia, el CREA y una promoción de ‘cohousing’ y ‘coliving’

La idea es regenerar el barrio y unirlo a la tecnópolis de la Cartuja

El alcalde, junto a varios concejales y representantes vecinales de San Jerónimo, de visita en las naves de Renfe. / Juan Carlos Vázquez
María José Guzmán

23 de abril 2019 - 04:00

Casi tres décadas llevan las antiguas naves de Renfe de San Jerónimo sin uso, desde la transformación que sufrió la ciudad con motivo de la Expo del 92, que cambió los ramales ferroviarios. Dichas naves eran talleres y cocheras conectadas con la Estación de Córdoba, que se convirtió en un centro comercial. Desde entonces se fueron haciendo invisibles hasta convertirse en una auténtico marrón para la ciudad, al ser un patrimonio industrial protegido que no se podía tirar. Ésta era la solución que muchos vecinos veían para acabar con la degradación de un edificio ocupado ilegalmente y desmantelado por capítulos. Ni derribar ni tampoco usar, pues hacía falta un elevado presupuesto para ello.

Lo que pudo ser sede para la productora de Jesús Quintero, que llegó a pujar por el inmueble y hasta compró una vieja locomotora para exponerla en el complejo, luego se pensó como una Ciudad del Empleo, pero hasta ahora han sido todo proyectos sobre el papel. Desde hace poco más de un mes, las máquinas ya trabajan en las antiguas naves, que el gobierno de Juan Espadas convertirá en la sede de Sevilla Futura.

Es un proyecto de ciudad, porque lo que se plantea es la transformación integral de la zona norte de la ciudad, contemplando en San Jerónimo un eje tecnológico que unirá el barrio con la Cartuja mediante varios centros: una incubadora para empresas, una residencia universitaria experimental, el CREA, un centro que ya existe, y una promoción de cohousing y coliving, modelo de alojamiento en boga en Europa que une bajo el mismo techo a distintas generaciones.

Cartel de obras en las naves de Renfe. / Juan Carlos Vázquez

Pero, a día de hoy, es más que una simple apuesta política. Ya hay 16 empresas, las que han conformado la sociedad Sevilla Futura, trabajando en contenidos que ocuparán al cien por cien la primera nave que se va a rehabilitar, la oeste, con un total de 1.846 metros cuadrados. Ya se ha hecho incluso la división de los espacios, que se destinarán a proyectos que ahora se trabajan con el apoyo del CREA, otra incubadora creada por el Ayuntamiento.

La nave este quedará, en principio, como un espacio diáfano abierto para actividades

El gobierno municipal cuenta con los fondos para iniciar esta transformación. El 80% del proyecto, diseñado por la empresa municipal Emvisesa, proceden de fondos europeos Edusi para el desarrollo e integración de barrios con nivel socioeconómico bajo y otros de la Agencia Andaluza de la Energía. Hay 4,5 millones de euros disponibles. Pero, sobre todo, el Ayuntamiento cuenta con el interés de empresas potentes como Telefónica, Cisco, Inerco, Abengoa, Ferrovial, Ayesa, Endesa, Vodafone, Orange, Wellness Telecom, Airbus o IBM. Estas compañías ya han hecho una apuesta para garantizar que esta nueva incubadora arranca con proyectos. En concreto, lo que han hecho es lanzar un primer reto. ¿Para qué? Para atraer a startup, pequeñas empresas tecnológicas que se unen a proyectos de las grandes compañías o venden su idea a éstas. El premio para las empresas que resuelvan el reto es la oportunidad de trabajar conjuntamente con líderes de mercado de diferentes áreas.

“Lo más importante de este proyecto es que ya hay empresas detrás”, insiste Carmen Castreño, delegada de Economía. El alcalde sigue recibiendo a empresas, competidoras de las ya instaladas, que se interesan por las condiciones para aterrizar también en San Jerónimo.

El presupuesto inicial da para rehabilitar las dos naves, que serían los contenedores, y para amueblar la oeste. La estructura se concibe así, como un mueble adosado a las naves de hormigón y tendrá tres plantas: la baja hará las veces de recepción y exposición, la primera es para las oficinas y la última para salas de reuniones y conferencias. También habrá una cafetería arriba con vistas al río. La otra nave quedará como un gran espacio diáfano, una plaza interior abierta al barrio que, en principio, hará la función de sala de exposiciones.

Esto permitirá que los vecinos de San Jerónimo, que ayer pudieron visitar las obras, interactúen con un proyecto tecnológico que, más que a futuro, les suena futurista. “Sevilla tendrá, como tiene París o Berlín, un patrimonio histórico que se va a recuperar pero dentro habrá algo muy distinto, algo moderno e innovador y 16 empresas están tirando ya del carro”, insiste Juan Espadas.

Trabajos en el interior de una de las naves de Renfe de San Jerónimo. / Juan Carlos Vázquez

El proyecto beneficiará al tejido industrial más local o regional, abriendo la puerta a la participación de pequeñas empresas de la mano de estas grandes ya asociadas. Pero también premiará al barrio. ¿Cómo? El diseño de todo el eje supone una transformación y reurbanización de una zona, cercana al centro, y muy degradada. Justo detrás de las naves se construirá una residencia, a través de un acuerdo con la Universidad de Sevilla, que será un proyecto experimental. Según explica el gerente de Emvisesa, Felipe Castro, es una especie de piloto, una estructura funcional que permite montar este espacio y adaptarlo a diferentes necesidades. En San Jerónimo será una residencia de estudiantes y para investigadores que lleguen a Sevilla Futura, pero en otros puntos de la ciudad se replicarán como albergues, centros de acogimiento temporal para situaciones de emergencia. Dicha residencia ocupará el espacio que queda entre las naves y el CREA, que ya funciona con éxito y completará la nueva oferta. Y, a continuación, el eje concluirá con promociones de cohousing y coliving, alojamientos donde convivirán distintas generaciones, jóvenes y mayores que pueden desempeñar también una labor de mentorización. Y todo este complejo se conectará, al otro lado del río, con la tecnópolis de la Cartuja.

Recreación del proyecto para las naves de Renfe en San Jerónimo.

Sevilla Futura tomará forma en poco más de dos años. Los plazos, salvo imprevistos, se fijan de la siguiente manera: tres meses para desescombrar y descontaminar el edificio, del que se van a retirar en los próximos días las cubiertas de fibrocemento que, con la intervención de la Junta, se trasladarán a un vertedero autorizado; otros tres o cuatro para restaurar la estructura metálica que data de 1900, sobre la que irán las placas solares, que luego habrá que instalar y se tardarán otros tres meses que se solaparán con la construcción del mueble de varias plantas donde se instalarán las empresas y cuyo plazo estimado de obras es de 18 meses. Lo último serán trabajos de geotermia para hacer el edificio lo más eficiente. Es lo que justifica las subvenciones de la Agencia de la Energía. Antes de 2022 no es previsible que el proyecto esté culminado en esta primera fase. Luego habrá que reurbanizar toda la parcela que rodea a las naves, tarea que corresponde ya a Urbanismo y para la que no hay aún un proyecto definido, a pesar del interés que suscita entre el vecindario que reclama al Ayuntamiento que estas empresas inviertan también en formación para los jóvenes del barrio, única vía para que la transformación sea total.

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