Obra nueva o vivienda de segunda mano en Sevilla: esto es lo que interesa según los expertos

Cada vez resulta más complicado acceder a la compra de una vivienda, ya sea de primera o segunda mano. Sin embargo, eso no significa que no sigan suscitando un elocuente interés. De hecho, todavía son muchas las personas que, en la búsqueda de su nuevo hogar, se plantean pisos o casas de obra nueva. En concreto, representan el 19,3% de las compraventas según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ahora bien, ¿hay realmente una mejora considerable entre adquirir una propiedad de estas características, en lugar de otra de segunda mano que, desde luego, será más asequible? Desde Fotocasa tratan de responder a esta cuestión, señalando los pros y los contras de cada una de estas posibilidades, en función de aspectos fundamentales, como el precio, la ubicación, la disponibilidad o los acabados y materiales de construcción.

El precio de la vivienda de obra nueva y de segunda mano

Lo primero que hay que resaltar es que “de media, el metro cuadrado en viviendas de obra nueva es entre un 5% y un 10% más caro, según Sociedad de Tasación”, recoge Fotocasa. Esto se traduce en que, dentro de una misma zona, una vivienda que ha tenido como mínimo un propietario anterior permitirá a su nuevo habitante contar con una casa con los mismos metros cuadrados a menor precio.

Ante esto, Fotocasa pone el siguiente ejemplo: “Al adquirir un inmueble de 80 metros cuadrados, pagas una media en España de 176.000 euros, según los últimos datos del índice inmobiliario de Fotocasa. Considerando que la obra nueva cuesta, de media, un 7,5% más, por el mismo piso pagarías 189.200 euros”. ¿Realmente compensa la diferencia sólo porque sea nueva?

De la ubicación a los materiales de construcción

Asimismo, existen otras cuestiones muy relevantes a tener en cuenta. Y una de ellas es la ubicación. Tal y como explica Fotocasa, en zonas céntricas, como podría ser el Centro de Sevilla o Nervión, es más probable hallar viviendas de segunda mano; mientras que las de obra nueva suelen estar a las afueras de la ciudad. Esto, más que un pro o un contra, gira en torno a las preferencias personales. Aunque, lo que sí es un contra para la vivienda de obra nueva, es el tiempo de espera. Debido a la escasez de oferta, “el proceso de compra se ha alargado a más de un año en 1 de cada 4 casos”.

Además, “a excepción de las obras nuevas ‘llave en mano’, lo normal es que al adquirir una obra nueva se tenga que esperar hasta la finalización de la obra”. Por lo tanto, no es la mejor alternativa si el interés es mudarse el mes que viene. Ahora bien, puede ser interesante para familias con vistas al futuro.

Por su parte, los acabados y los materiales van, en muchas ocasiones, al gusto de los nuevos compradores. Esto sí que puede ser un pro en toda regla. Las puertas, el suelo, los colores del baño y la cocina… son preguntas que, por norma general, se plantean a quien está esperando por su próxima casa y ya tiene prácticamente formalizado el contrato de compraventa. ¿Qué hay que esperar? Sí, pero tiene alguna ventaja.

Asimismo, en el caso de una vivienda nueva, el piso está a estrenar y no es necesario, salvo excepciones, realizar obras de mejora. Algo que sí puede suceder en el caso de una casa de segunda mano, que ya tiene toda una historia tras de sí.

Por último, también hay que considerar la eficiencia energética del hogar. En este caso, las viviendas nuevas cuentan con una eficiencia energética mayor, ya que son construcciones más recientes y, según el Código Técnico de la Edificación, los nuevos edificios deben garantizar “un uso racional de la energía”.

¿Qué prefieren los españoles?

Al respecto de este tema, concluye el portal inmobiliario que, “según un análisis de Solvia y Fotocasa sobre la “Sostenibilidad en la demanda de vivienda”, un 47% de los españoles quieren comprar viviendas de segunda mano, el 87% de ese grupo tiene la intención de reformar la vivienda, y de estos, el 83% considera aspectos sostenibles en su renovación”.