Un oasis en la ribera del Guadaíra
Oromana conjuga naturaleza, historia y ocio convirtiéndose en uno de los espacios más visitados en verano
Enclavado en la entrada del río en la Cañada de los Alcores, el Parque de Oromana se presenta como una de las ofertas turísticas al aire libre más concurridas en época estival. Son varios los factores que provocan que tan emblemático paraje natural sea tan visitado durante todo el año. A su valor natural, ejemplo de vegetación mediterránea, se suman sus atractivos patrimoniales (un buen ejemplo son sus antiguos molinos) y de ocio que convierten a este pulmón de Alcalá de Guadaíra en el respiro ideal para los días del verano.
Las 150 hectáreas de Parque de Ribera con el paso de los años han ido sufriendo mejoras que han hecho posible un buen uso público de su espacio. El ocio, a través de la programación de distintas actividades y el parque infantil, se conjuga con el deporte de aquellos visitantes que recorren sus senderos (se han restaurado 30 kilómetros de caminos) a pie o en bicicleta. Los niños también tienen la diversión asegurada en esta zona con el parque infantil, un área de recreo creada y pensada para ellos.
La diversidad en el entorno de Oromana hace que para los amantes de la naturaleza sea de por sí un espacio único. La primera sensación que tendrán los interesados por el turismo ecológico que visiten el parque será la de adentrarse en un auténtico oasis, gracias al paso del río Guadaíra por las faldas de Los Alcores. Es precisamente la zona más próxima al paso del río la que ofrece un contacto más directo con la naturaleza y la que en un agradable paseo permitirá conocer la flora autóctona, siempre bajo la sombra de los eucaliptos.
Si el visitante desea seguir descubriendo los encantos del lugar, podrá ver, en cotas más elevadas, el extenso bosque de pinos centenarios, uno de los rasgos más característicos de Oromana que atrae a miles de personas durante el año.
En una colina a la margen derecha del río, detrás del Hotel Oromana (otro de los atractivos, en este caso arquitectónicos, del lugar por tratarse de un edificio histórico construido por Talavera en 1929), recientemente se ha habilitado una zona de esparcimiento público de 47 hectáreas (parte de la Hacienda Oromana) y en la que el visitante podrá pasear entre más de mil árboles y 40.000 arbustos.
La fertilidad de estas tierras provocan que la vegetación sea abundante (herbáceos, enredaderas, arbustos, árboles...) y, por lo tanto, que la sombra no falte en estos días, creando un ambiente refrescante. Además de la vegetación, la fauna también cobra un especial protagonismo en Oromana. Distintas especies de mamíferos, anfibios, reptiles y aves pueblan este parque. Un estudio elaborado recientemente afirma que en este entorno natural se encuentra más diversidad de aves que en cuatro estados de la Comunidad Europea.
Para resaltar este conjunto, desde el Ayuntamiento de Alcalá se están potenciando un abanico de actividades de concienciación de valores medioambientales que se desarrollan todos los sábados de 10:00 a 13:00, a través de visitas guiadas (para concertar las visitas contactar con el Ayuntamiento de la localidad: 954 979 100).
Los conocidos molinos -La Mina (subterráneo), La Tapada, El Algarrobo, de San Juan, de Benarosa, La Aceña, el Realaje y el recién descubierto molino de Vadalejos- y otros edificios emblemáticos hacen que la visita al parque adquiera otros matices para los interesados en conocer el pasado del lugar. Además del hotel construido para la exposición de 1929, destaca la ermita de San Roque, construida en 1570 sobre un cerro en la margen izquierda del río Guadaíra.
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