Los nuevos demandantes son jóvenes con hipotecas

El dato más positivo es que, por ahora, los donativos no han disminuido demasiado

D. J. G.

17 de diciembre 2008 - 15:18

Sevilla/Familias jóvenes, con hijos la mayoría de ellas, cuyas hipótecas absorben casi todo el sueldo con el que se sustentan padres e hijos. Se trata del perfil –a grandes trazos– de los nuevos demandantes de ayudas a Cáritas. Los voluntarios de esta ONG que trabajan en diversas parroquias de Sevilla coincidieron ayer en señalar que a los solicitantes “tradicionales” se suma ahora un nuevo colectivo integrado por matrimonios con descendencia (uno o dos hijos) que hasta hace poco tiempo disfrutaban de unos ingresos económicos con los que podían hacer frente a las hipotecas.

“La facilidad con la que los bancos y cajas han dado préstamos a los ciudadanos han provocado que éstos prefiriesen hipotecarse antes de alquilar una vivienda. Ahora, cuando el sistema financiero se ha venido abajo han perdido sus empleos o han conseguido recolocarse en otro peor remunerado y no pueden costear las deudas que tienen”, declara uno de los voluntarios que trabaja en Cáritas.

Esta organización no costea por lo general (salvo en casos extremos y con amenaza de desahucio) el pago de las hipotecas o alquileres. En todos los casos se abre un expediente a los solicitantes, para comprobar si el nivel de ingresos y gastos es el establecido para prestar un servicio asistencial. Una vez comprobado se atenderá la demanda siempre que quede constatado que el sueldo del núcleo familiar sólo sufraga el gasto de la hipoteca. Las ayudas cubren, entonces, las necesidades básicas: alimentación, agua, luz y productos sanitarios.

Al nuevo colectivo se suman los que ya habían recibido la atención anteriormente por Cáritas, y cuya su situación se ha empeorado con la nueva coyuntura económica. En este grupo destaca el elevado aumento del número de inmigrantes que solicitan ayudas (sobre todo para poder obtener comida) ante la situación de paro en la que se encuentran.

Los voluntarios temen que la situación se recrudezca cuando los desempleados terminen de cobrar el paro. “Entonces comenzará la verdadera crisis”, explica la coordinadora de Cáritas en el centro. Por ahora, el dato positivo es que los donativos (la principal fuente de ingresos de Cáritas) no han disminuido demasiado. Felipe Cecilia señala que muchas parroquias están desbordadas ante la demanda por lo que se ha recurrido al “antiguo asistencialismo” en lugar de proporcionarles medios a los necesitados “para que sean autosuficientes”.

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