El nuevo hotel cinco estrellas Gran Lujo de la Avenida de la Constitución de Sevilla estará en 2026

El inmueble regionalista, formado por tres casas diseñadas una por Aníbal González y las otras dos por Jose Espiau a principios del siglo XX, será sometido a una reforma integral de la mano del equipo de arquitectura Eddea, respetando tanto las fachadas protegidas íntegramente, como otros elementos muy significativos de la edificación. Las obras acaban de empezar y esta previsto finalicen en el primer trimestre de 2026.

La constructora Jarquil ha resultado adjudicataria de la obra de reforma integral del edificio regionalista de la Avenida de la Constitución de Sevilla, diseñado por Aníbal González y Jose Espiau a principios del siglo XX, y que ocupó la sede del Banco Popular en Sevilla a partir de los años ochenta del siglo pasado, integrando posteriormente la red de oficinas del Banco Santander. Esta última entidad, a través de su sociedad RETAILCOMPANY 2021 S. L. U., promueve la rehabilitación del inmueble como Hotel 5* Gran Lujo (GL), que será gestionado por Serras Hotel Collection en lo que supone el aterrizaje de la gestora hotelera en Andalucía. 

 El nuevo inmueble será sometido a una reforma integral completa, de la mano del arquitecto sevillano José María de Cárdenas del estudio Eddea Arquitectura y Urbanismo. Así, lo que actualmente es un edificio de oficinas pasará a ser un hotel de lujo de 43 habitaciones. El enclave contará con un alto componente de Food&Beverage, con restauración de autor en planta baja y unas vistas únicas a la Catedral desde muchas de las habitaciones. 

Destacan como elementos icónicos del inmueble su torre, cuya terminación se asemeja a una cúpula de iglesia, así como una delgada escalera exterior que se muestra con planta poligonal. Se trata de un ambicioso proyecto desde el punto de vista de la rehabilitación en el que además de modernizar todas las instalaciones del edificio con las últimas tecnologías y con unos muy altos niveles de acabado para un hotel de estas características de Gran Lujo, se han respetado las fachadas originales que están protegidas, realizando un refuerzo de la riqueza patrimonial y recuperando los materiales utilizados para su construcción. La ejecución de la obra es compleja, debido al sitio de actuación, en el corazón del centro de Sevilla, a un paso de la Catedral y en pleno casco histórico. 

El nuevo Hotel de Cinco Estrellas Gran Lujo de la Avenida de la Constitución estará en la casa diseñada por Aníbal González a principios del siglo XX para el marqués de Villamarta y también en la que hizo Espiau para Juan Bautista Calvi. Las dos edificaciones acabaron agregadas con el paso del tiempo sin que se conozca la fecha exacta de la unión. 

 La parcela, de 875 metros cuadrados, presenta dos fachadas en esquina: una con orientación Este a la propia Avenida y la otra al Sur hacia la calle García de Vinuesa. Además, cuenta con una tercera fachada hacia la calle Fernández y González. Colinda al Oeste con un antiguo edificio residencial en esquina cuyo uso actualmente es de oficinas. El edificio cuenta con una altura edificada de planta baja más tres plantas de altura. Al norte de la parcela en la avenida se encuentra otro edificio residencial con tres plantas de altura más baja comercial.

El edificio, que fue residencia de Álvaro Dávila, marqués de Villamarta, está fechado entre 1915 y 1917. La fachada es de estilo regionalista con detalles neobarrocos y destaca el torreón que remarca la esquina de la casa y sirve para acoger las escaleras desde la planta segunda hasta la cubierta. Una estética andaluza idónea para un hotel. También se conserva la fachada de la vivienda adyacente a la casa del marqués, diseñada por el ya referido José Espiau y Muñoz entre 1913 y 1915 para casa particular de Juan Bautista Calvi. Su estilo -también regionalista- contiene detalles neoclásicos y neobarrocos. Las parcelas se agregaron con la construcción de la oficina bancaria para el entonces Banco Popular Español en 1982, donde se agregaron todas las parcelas en una sola y se conservó solo la primera crujía. Todo lo demás fue demolido.