Un nuevo diseño para el muelle de las Delicias
Zona de atraque de los cruceros
El Puerto encarga un proyecto que mejore los accesos, la seguridad, la iluminación, la vegetación y la señalética
La convivencia de peatones y vehículos, el principal problema
Los últimos 176 pobladores del Vacie
Una vuelta de tuerca necesaria. El incremento del número de cruceros, la incorporación de nuevas actividades e instalaciones, y la gran afluencia de público que acude a los eventos, aconsejan al Puerto de Sevilla a una nueva reflexión sobre el muelle de las Delicias que derivará en una reordenación de los espacios públicos tras identificarse las actuaciones necesarias.
Los trabajos deberán dar respuesta a las problemáticas identificadas en ese muelle de la ciudad. Entre otras, la coexistencia entre el flujo peatonal y el acceso de los vehículos que necesariamente acceden al recinto (autobuses para cruceros o acuario, aprovisionamiento a buques, yates e instalaciones, gestión de residuos, mantenimiento y emergencias), la adecuación de las zonas de estancia, y la compatibilidad con los requerimientos de seguridad en materia de protección de buques e instalaciones críticas.
En concreto, la Autoridad Portuaria busca que el proyecto contemple al menos las siguientes mejoras: movilidad peatonal y de vehículos (accesibilidad universal); accesos al muelle, cerramientos y sistemas de vigilancia; un estudio de iluminación e instalaciones de alumbrado; y actuaciones de vegetación, mobiliario urbano y señalética. La actuación se desarrolla en su integridad en la cabecera Norte del Puerto de Sevilla, la mayor parte del ámbito se encuadra en la zona de servicio, pero también hay otra de gestión municipal. Los límites son el puente de las Delicias, el puente de Los Remedios, el muelle de las Delicias y el cerramiento del Parque de las Delicias.
La Autoridad Portuaria de Sevilla, siguiendo las indicaciones de su Plan Estratégico y bajo las condiciones urbanísticas que determina el Plan Especial de Ordenación del Muelle de las Delicias y la zona del muelle de Nueva York, ha ejecutado una serie de actuaciones en los últimos años en el muelle de las Delicias encaminadas a dos objetivos principales: la consolidación del tráfico de cruceros y grandes embarcaciones turísticas en el Puerto en una zona de marcado carácter urbano, y la incorporación de usos ciudadanos a los espacios portuarios como zonas verdes integradas en el entorno de parques colindantes, la incorporación de nuevos equipamientos de ocio, cultural y turístico, y zonas de paseo.
Durante los años 2005 y 2006 se ejecutaron las obras del ese proyecto de urbanización del muelle de las Delicias. Los trabajos incluyeron tanto la reforma del muelle para el atraque de cruceros y grandes embarcaciones turísticas como la conexión con los jardines de Las Delicias, de manera que se establece una integración entre el paseo de ribera y los jardines, manteniéndose el uso portuario. Para ello, se suprimió el antiguo foso ferroviario y el viario de la calle Santiago Montoto, transformándolo en un paseo para viandantes y un carril para bicicletas. Adyacente a este paseo se edificaron dos módulos, destinados a establecimientos de hostelería para animar la utilización del paseo.
Posteriormente, se construyó la Terminal de Cruceros. Se ubicó un quiosco en la confluencia entre el puente de los Remedios y la avenida de la Palmera, y se prolongó con el muelle de Nueva York, que había sido reurbanizado mediante una actuación conjunta ejecutada por la Gerencia de Urbanismo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Puerto.
Dentro de este espacio se ubican instalaciones turísticas de gran importancia, como el Acuario, que junto con los locales de hostelería completan la oferta de actividades lúdicas del ámbito de los muelles de Delicias y Nueva York como un espacio de ocio turístico y familiar.
A escasos metros de esta zona estará el barrio portuario, un proyecto que sigue dando pasos para comenzar su primera fase en 2024 sobre el otro margen del puente de las Delicias. El último fue a principios de año con la presentación de un master plan que incluye la reutilización del puente de Hierro como parte de un teatro, un hotel con un máximo de diez plantas y un aparcamiento en altura con capacidad para 1.400 vehículos.
Un espacio relegado en los 80 a visitas de barcos emblemáticos
Un poco de historia del muelle de las Delicias. A mediados del siglo XX se dan por concluidas las obras del plan del 27, y casi al mismo tiempo, en 1945, se redacta un anteproyecto que incluye una ampliación para el Puerto de Sevilla que le permitirá hacer frente a un tráfico diez veces superior al que hasta ahora se venía desenvolviendo. En 1950 se convertirá el cauce histórico en dársena cerrada. El tapón de Chapina al Norte y la esclusa al Sur aíslan la lámina de agua portuaria. En 1943, se lleva a cabo la ubicación de tinglados en el muelle de las Delicias y más tarde, sobre 1959, el proyecto de pavimentación de ese mismo muelle, así como la construcción del puente del Generalísimo, que data de 1968. A partir de los años setenta, el Puerto plantea una nueva extensión hacia el Sur. Se construye la dársena del Batán en 1973 y se inicia el canal Sevilla-Bonanza. Además, se prepara un nuevo acceso ferroviario desde el Sur, se ejecutan los nuevos puentes de las Delicias y el Centenario, y se crean nuevos accesos viarios con conexiones con la red nacional. Ese conjunto de actuaciones realizadas pretende consolidar el Puerto como una gran infraestructura de transporte con conexiones intermodales, bien articulada en el sistema regional y nacional, y con un funcionamiento en recinto cerrado al margen de los requerimientos urbanos.
El muelle de las Delicias reduce notablemente su actividad a partir de la década de los ochenta. La construcción del puente de las Delicias y la puesta en funcionamiento del muelle del Centenario relega a ese muelle a tráficos singulares como visitas de barcos emblemáticos, cruceros y pantalanes para embarcaciones recreativas. El espacio ha servido para localización de actividades recreativas efímeras. Ninguna de esas actividades desarrolladas ha llegado a consolidarse. A principios del siglo XXI se encontraba parcialmente ocupado por los fragmentos desmontados del viejo puente de AIfonso XIII. Desde un punto de vista urbano, el muelle de las Delicias ha sido siempre considerado un espacio vacío de uso. La escasa consolidación de las actividades ocasionales que ha tenido, la baja intensidad del uso implantado, y la dificultad para acceder, asocian el lugar a un espacio desocupado hasta hace pocos años. A esta consideración ha contribuido el carácter de las áreas urbanas que rodean el muelle y que se caracterizan igualmente por una baja intensidad de uso. El Parque de María Luisa, los jardines de las Delicias, el muelle de Nueva York, el espacio de la Feria y los clubes privados de la margen izquierda se caracterizan por eso mismo. En su conjunto son espacios destinados a actividades lúdicas y de esparcimiento. La zona objeto de actuación y su entorno inmediato se compone de tres ámbitos: el muelle de las Delicias, los jardines de las Delicias y la zona de edificios administrativos comprendida entre el puente de las Delicias y la cabecera del puente antiguo, separadas unas de otras por la avenida de Santiago Montoto.
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