El nuevo barrio en La Cruz del Campo despega con un bloque de 91 viviendas
Urbanismo
El Ayuntamiento autoriza la construcción de un edificio de trece plantas en unos suelos que contarán con un parque de siete hectáreas
El Ayuntamiento de Sevilla elimina la fianza de los promotores para urbanizar suelos
Despega el proyecto urbanístico entre Nervión y el Polígono San Pablo. El Ayuntamiento ha autorizado la primera licencia de obras para levantar un inmueble residencial. Se trata de un edificio de trece plantas sobre rasante en la que se proyectan 91 viviendas y dos plantas de sótano para 107 plazas de aparcamiento, 91 trasteros y una piscina y un local comunitario. La Gerencia de Urbanismo permite que Metrovacesa simultanee las obras de edificación con la urbanización de los suelos.
La promotora detalla que las viviendas están configuradas con doble fachada en la mayoría de las tipologías, favoreciendo la ventilación cruzada y el soleamiento por sus orientaciones. Contará con grandes terrazas y jardines de uso privativo en la planta baja. Entre las dotaciones del edificio también se encuentran un área de juegos infantiles y una plaza elevada.
En los suelos de la antigua fábrica de Cruzcampo va tomando forma un nuevo barrio con unas 2.000 viviendas, un gran pulmón verde de siete hectáreas y un espacio para la nueva comisaría de Policía Nacional. La reurbanización de los suelos que arrancó el año pasado contempla una gran avenida y un anfiteatro. Son muchos los obreros que se encuentran trabajando en una parcela en la que ya se pueden ver las calzadas, alcantarillado, acerados, farolas, alcorques o farolas.
Se trata de una de las mayores bolsas de suelo (200.000 metros cuadrados) pendientes de desarrollo dentro de la ciudad que llevaba pendiente más de dos décadas, que se ha logrado desbloquear en los últimos años y que supone una inversión en urbanización de unos 9,8 millones de euros sobre un gasto total estimado en 400 millones para generar un nuevo barrio.
El proyecto elaborado por la junta de compensación, entre cuyos miembros está el propio Ayuntamiento de Sevilla junto con propietarios privados, recoge que el 68% de los suelos tengan usos públicos con un gran parque, que será un gran pulmón verde con 70.000 metros cuadrados, nuevos espacios libres y viarios, una nueva comisaría de la Policía Nacional (cuyos terrenos ya están cedidos al Ministerio del Interior) y parcelas para equipamientos deportivos, culturales o educativos. Por otro lado, diversas promociones inmobiliarias con casi 2.000 nuevas viviendas, de ellas 1.073 serán de renta libre y 890 de carácter público destinadas principalmente a jóvenes que inicien sus proyectos familiares en este nuevo barrio. Por último, se contribuirá a la generación de actividad económica y empresarial con 29.000 metros cuadrados de suelos para uso terciario.
En paralelo a las obras de urbanización de los suelos, Emvisesa tiene en su programación comenzar la edificación de la primera de las promociones de VPO. Serán 92 viviendas con un diseño innovador, sostenible y adaptado al entorno diseñado tras un concurso de ideas coordinado por el Colegio de Arquitectos y la Escuela de Arquitectura.
Una gran avenida, un anfiteatro y una comisaría de la Policía Nacional, en la barriada
En el proyecto se defiende que el parque cobrará un gran protagonismo en este nuevo barrio de San Pablo, con equipamientos de juegos infantiles innovadores, espacios deportivos y para la convivencia vecina, un anfiteatro para realizar actividades culturales al aire libre, arbolado, plantas y arbustos y estructura de sombras. Destacará también la protección patrimonial del edificio denominado Palomar de la antigua fábrica de Cruzcampo, existirá una importante dotación de itinerarios peatonales y se generará como elemento vertebrador del barrio una gran avenida.
Lo sucedido con los terrenos de la Cruzcampo tiene su historia. A finales de septiembre de 2006, Alfredo Sánchez Monteseirín presentó el proyecto y se hizo una foto de familia en el balcón del Ayuntamiento con los cuatro arquitectos designados para diseñar esa reforma: el sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, el francés Jean Nouvel, el británico Norman Foster, y el japonés Arata Isozaki. El proyecto quedó en un cajón del Ayuntamiento.
El diseño contemplaba 1.963 viviendas, un hotel de lujo, un museo de la cerveza y un parque, con 255.168 metros edificables y una inversión de unos 750 millones de euros. Esa parcela se extiende por unos 150.000 metros cuadrados junto al barrio de Nervión, en una zona que hace unas décadas era periferia industrial, pero que hoy se halla cerca de uno de los centros comerciales de la ciudad, de ahí que los cuatro arquitectos, en compañía del ex alcalde socialista, expresasen su intención de integrar el proyecto arquitectónica, urbanística, histórica e incluso climatológicamente.
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