Estas son las nuevas piezas que incorpora el museo del Santo Ángel de Sevilla
Patrimonio
Ha añadido una importante colección de tallas, pinturas y grabados
En otoño inaugurará nuevas salas dedicadas a orfebrería y bordados
Imágenes de las nuevas piezas incorporadas al museo del Santo Ángel
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Juan Dobado, prior del Convento del Santo Ángel, en pleno centro de Sevilla, abre miticulosamente la puerta trasera de un conjunto en miniatura que representa la Flagelación de Cristo. La pieza es altamente detallista. Todo está cuidado a la perfección. Desde la anatomía de la imagen sagrada hasta el papel que la envuelve por detrás. Se trata de una escena pasionista recreada en un palacio del XVIII, siglo en el que fue realizada. El conjunto llama la atención por su peculiaridad y excelente factura. Es una de las 12 nuevas piezas que se han añadido al museo de este monasterio carmelita, ubicado en la calle Rioja, que se puede visitar de lunes a sábado, de 10:00 a 13:00, por tres euros. Pasa por ser la exposición permanente más amplia de tesoros conventuales de Sevilla.
La mayoría de estas piezas proceden de donaciones que particulares han realizado a la comunidad carmelita del Santo Ángel, cuyo museo se inauguró en 2016 y fue ampliado el pasado invierno con dos nuevas y luminosas salas, en las que ahora se exponen las aportaciones. En septiembre se inaugurará otra ampliación más, en cuyas salas se integrarán estas incorporaciones.
Además de estas 12 piezas se añadirán otras nuevas que se están restaurando ahora mismo en una estancia que posee el convento. Entre las que se han instalado esta semana destaca la referida miniatura de la Flagelación, con imágenes talladas en madera, de escuela napolitana.
La colección de Cristóbal Ramos
Otra talla que no pasa desapercibida es un Niño Jesús de Cristóbal Ramos, también del XVIII, que carga con la cruz sobre un risco tallado, repleto de elementos bucólicos. Una representación muy especial del Divino Pastor Nazareno, recién restaurado por Carles Salafranca, quien se encarga de las tareas de reparación y conservación de dicho museo. Esta imagen (realizada en terracota) se suma a la amplia colección que el Santo Ángel posee de tallas de Cristóbal Ramos, imaginero dieciochesco que ha adquirido especial relevancia los últimos años en Sevilla.
Entre las últimas incorporaciones destacan varias pinturas. Una de ellas es la que reproduce la conocida Soledad de Mínimos, la dolorosa con mayor devoción en la España del XVII, que en Madrid recibe el nombre de Virgen de la Paloma. Dobado refiere que su indumentaria, inspirada en los ropajes de luto que mostraban las reinas de la dinastía de los Austrias, marcó el tipo de vestimenta para las dolorosas marianas en aquella época, de ahí su importancia. Es de escuela granadina, del referido siglo.
De una centuria anterior es otro cuadro de la Virgen del Carmen. Todo apunta a que reproduce la imagen de madera que, con esta advocación, se venera en la Catedral de Granada. Una pista inconfundible es la indumentaria con la que está representada (corpiño regio y rostrillo). A un lado aparece Simón Stock, al que entrega el escapulario, y al otro –“para compensar la composición”, como aclara el prior del Santo Ángel– aparece San José, una devoción muy relacionada con la orden carmelita.
Otra pintura incorporada estos días es la de una Virgen orante, de factura italiana, obra de Carlo Dolci, de principios del XVII. Destaca en ella el fastuoso marco original, de talla dorada y con angelotes.
Grabados y mobiliario
No menos importante resulta la colección de grabados que forman parte de esta ampliación, para los que se han utilizado marcos antiguos dorados, que se han restaurado. Destaca el que representa la conversación de San Juan de la Cruz con Jesús Nazareno, una escena muy difundida en el XVI y que contribuyó a extender en Andalucía esta advocación pasionista, así como su iconografía, una de las más respresentativas del barroco.
Una de las características de este museo es la inclusión de piezas de mobiliario entre obras pictóricas y tallas. En esta ocasión se ha añadido un arca de madera muy llamativa, al estar decorada con pinturas que representan a la Virgen del Carmen y la escena pasionista de la Oración en el Huerto.
Otra de las nuevas piezas que llama la atención, no tanto por su calidad como por su originalidad, es un pequeño crucificado bajo dosel y con un fondo pintado –con un toque naif– que recrea la antigua Jerusalén. Dicha donación procede de Cantabria.
Estrenos en otoño
Buena parte de estas piezas que se han incorporado los últimos días se expondrán en las nuevas salas que se inaugurarán en otoño tras unas reformas que se llevarán a cabo este verano. Una de ellas estará dedicada a conjuntos textiles y de bordados y otra, a las colecciones de orfebrería que posee el convento.
Los trabajos servirán para adecuar la entrada a las nuevas dependencias que se abrieron en invierno, con un acceso más amplio y adaptado a personas con movilidad reducida. De esta forma, se ocuparán por completo las instalaciones que hace unos años sirvieron de sede del PP provincial. La última ampliación, con la que se duplicó la superficie expositiva hasta los 515 metros cuadrados, se hizo con criterios museísticos, bajo la dirección del arquitecto Sergio Cornejo.
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