Molviedro: Hacia una nueva plaza

Urbanismo

Urbanismo maneja el proyecto del hotel que agrega varios inmuebles abandonados

La Fundación Cajasol invierte más de cuatro millones de euros en la iniciativa

En el vestíbulo principal se exhibirá un lienzo de la antigua muralla islámica

Vista general de la Plaza de Molviedro.
Vista general de la Plaza de Molviedro. / Belén Vargas
Carlos Navarro Antolín

25 de marzo 2018 - 07:37

Un ambicioso proyecto urbanístico de más de cuatro millones de euros en un enclave de ubicación estratégica. La Fundación Cajasol promueve la revitalización de la Plaza de Molviedro mediante la rehabilitación como hotel de 70 habitaciones de los números 1,2, 3 y 4 de la plaza y los números 47 y 49 de la calle Santas Patronas. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento estudia ya el proyecto básico de reforma como hotel de cuatro estrellas de los citados inmuebles, catalogados la mayoría de ellos e incluidos todos en el conjunto histórico declarado de la ciudad. El proyecto, redactado por el arquitecto Ramón Cañizares, parte de la base de que la Plaza de Molviedro está infrautilizada, pues el 60% de las fachadas son de edificios abandonados. Una de las singularidades de esta iniciativa es que plantea la recuperación de parte del lienzo de la muralla islámica de la ciudad, que se podría contemplar en el vestíbulo del futuro hotel, con la entrada situada en el número 3 de la plaza. La parte de muralla de la que se plantea su recuperación para el público se encuentra en buen estado de conservación y se localiza en las casas de los números 1 al 3 de la plaza.

La nueva plaza de Molviedro
La nueva plaza de Molviedro

Las parcelas incluidas en el proyecto tienen su particular historia reciente. Los números 1, 2 y de Molviedro y los números 47 y 49 de Santa Patronas debían haber sido remodelados y modernizados como residencia geriátrica, para lo cual se obtuvieron los permisos urbanísticos correspondientes. Las obras comenzaron, pero en marzo de 2015 se desistió del proyecto por problemas estructurales y por discrepancias con las cotas de las diversas fincas. En el caso de la casa del número 4 de la plaza se parte de un edificio reformado en el año 1986 para aulario y centro de para mayores y, finalmente, para escuela de hostelería.

Los cuatro edificios de Molviedro tienen fachada directa hacia la plaza y guardan unidad en el catastro, aunque están diferenciados estructural y formalmente, una división que también se pone de manifiesto por los usos que han tenido y por el estado de conservación. El inmueble del número 4 se encuentra en buen estado de mantenimiento porque hasta 2014 ha acogido una escuela de hostelería. Pero los demás edificios, que acogieron en su día la residencia geriátrica, no presentan actualmente condiciones de habitabilidad: carecen de revestimientos interiores, carpinterías y equipamientos mínimos.

Un detalle fundamental en el proyecto es el referido a las diferentes alturas de las fincas. El edificio de Plaza de Molviedro 1 y Santas Patronas 49 tiene planta baja, tres plantas y ático. El de Plaza de Molviedro, número 2, tiene planta baja y tres alturas. El 3 de Molviedro cuenta con con planta baja y dos plantas. El 4 de Molviedro con planta baja, dos plantas y ático. Y el inmueble de Santas Patronas 47 tiene planta baja y dos plantas. En total suman 4.556 metros cuadrados. Todas las casas tienen algún nivel de protección, menos la del número 1 de Molviedro y Santas Patronas 49. Las demás tienen asignado el nivel de protección urbanística C (Molviedro 2 y 4), el E (Molviedro 3) o el D (Santas Patronas 47), por lo que las posibles intervenciones están limitadas. El proyecto presentado ante Urbanismo mantiene las alturas existentes y condiciona la intervención al mantenimiento del volumen edificado.

Los edificios comprendidos en el proyecto mantienen su estructura independiente, aunque sean objeto en la reforma de una "agregación funcional" mediante puertas que en cualquier momento pueden ser cegadas para que cada edificación recupera su autonomía al cien por cien si fuera necesario. Es decir, la agregación es reversible en todo momento.

El acceso principal al hotel estaría fijado en el número 3 de la plaza al tener esta finca la portada "con mayor carga ornamental y simbólica", siempre según se precisa en el proyecto. Este inmueble tendrá el vestíbulo principal, donde rápidamente se verá un gran paño acristalado a través del cual se podrá admirar el lienzo de muralla islámica, lo que despertará la atención del público e invitará a entrar. Este vestíbulo comunicará con la planta baja de la casa del número 4, donde se ubicará la cafetería y el salón de usos múltiples, así como las primeras habitaciones , que serán las adaptadas para minusválidos. Las plantas superiores de todas las fincas se dedicarán exclusivamente a habitaciones.

El conjunto de las habitaciones se distribuye por todas las plantas y por todos los edificios adaptándose a la geometría irregular que presentan. El resultado es una habitación tipo distribuida principalmente en los números 1 al 3 de Molviedro, y una amplia variedad de habitaciones diferentes que dotan al proyecto de un valor añadido, ya que da al huésped la posibilidad de elegir en función de sus deseos. La propuesta de distribución de habitaciones respeta los huecos de las fachadas protegidas de manera que se conserva la identidad y composición actuales. Para las habitaciones se han tenido en cuenta unas superficies útiles de entre 16 y 20 metros cuadrados para las habitaciones dobles y de entre 26 y 31 metros cuadrados para las suite junior, siempre dentro de los requisitos mínimos exigibles para un hotel de cuatro estrellas.

El proyecto valora que la Plaza de Molviedro se encuentra situada en un enclave estratégico de la ciudad: "Muy próxima a esta plaza, a tan sólo cuatro minutos caminando por las estrechas callejuelas, se abre espacialmente la Plaza Nueva en el tejido urbano, corazón de la ciudad, presidida por el Ayuntamiento". Y muy cerca, la Catedral, el monumento más importante de la ciudad. El proyecto valora que a dos minutos de la plaza de Molviedro está el barrio del Arenal, con la plaza de toros y el río. Incluso se refiere la proximidad con la Lonja del Barranco con la oferta gastronómica de moda. Todos los grandes atractivos turísticos de la ciudad están a pocos minutos a pie del futuro hotel.

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