Una nueva ley revisará el plan de prevención de ataques a médicos, vigente desde 2005
Seguridad en el ámbito sanitario
La Junta tiene en fase de redacción la nueva norma que se aplicará en Andalucía.
El protocolo actual también será mejorado. El acompañamiento del agredido, la formación del personal médico para evitar o reconducir conflicto y la concienciación del ciudadano serán sus puntos fuertes
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Andalucía fue pionera en España en demostrar su tolerancia cero a la violencia en las consultas. Ya en 2005, elaboró su Plan de Prevención y Atención de Agresiones en el ámbito sanitario. Ahora, la Consejería de Salud y Familia trabaja en una nueva ley para combatirlas. La norma, que aún se encuentra en fase de redacción, modernizará el protocolo de actuación ante situaciones conflictivas entre el personal sanitario y sus pacientes, con el objetivo de combatirlas y, finalmente, erradicarlas, así como permitir generar un clima de confianza entre profesionales y usuarios.
La activación de un programa de acompañamiento del trabajador agredido será una de sus novedades más destacadas. Tras la notificación de una agresión, las víctimas recibirán apoyo psicológico, asesoría jurídica y, en caso de solicitarlo, también se favorecería su traslado a otro centro de salud. Además, la tramitación burocrática se simplificará. Mediante el simultánea de la cumplimentación de documentos se conseguirá ahorrarle al trabajador que recuerde reiteradamente el momento del ataque sufrido.
Uno de los puntos fuertes que contempla el plan es la formación de los facultativos, que aprenderán, a través de talleres y otras acciones, cómo soslayar episodios violentos y, en caso de ser ineludibles, de qué manera reconducirlos.
Otra novedad será la concienciación del ciudadano. Mediante campañas informativas se divulgará en qué consiste el funcionamiento del sistema sanitario andaluz y cuáles son las competencias de los profesionales que para él trabajan. En muchos casos, el desconocimiento lleva a los usuarios a exigir aspectos fuera del ámbito de alcance de su médico y es en su insatisfacción donde reside el germen de las agresiones. El mensaje que se quiere que cale en la sociedad andaluza es que la violencia nunca resolverá las discrepancias que puedan surgir entre las partes.
Las medidas de seguridad y el registro de ofensivas al personal sanitario son elementos que ya están consolidados en el sistema sanitario andaluz. Sólo en Sevilla, los centros asistenciales cuentan con 1.403 softwares antipánico, 1.935 enlaces telefónicos directos con sus departamentos de Seguridad, 1.017 salidas alternativas, 533 videocámaras de vigilancia en espacios abiertos que, siempre salvaguardando la intimidad de pacientes y profesionales, registran posibles incidentes; un millar de timbres antipánico instalados en las consultas y otros puntos de los centros de asistencia...
La idea de inventariar los ataques al personal médico supuso un avance. Está permitiendo dibujar un mapa de riesgo sobre los centros sanitarios, servicios y horarios más conflictivos, así como esbozar un perfil del tipo de personas que suelen ser objeto de agresiones.
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