La novia del muerto tras ser reducido pide que se investigue a la Policía
La pareja del hombre fallecido en la Macarena llevará el caso a los tribunales porque dice tener un testigo que vio a los agentes aplicarle una descarga eléctrica.
La novia del hombre de 37 años fallecido el lunes en la Macarena después de ser reducido por la Policía Local ha pedido una investigación de los hechos. Inés Ramos Palma, que se identificó a este periódico como la pareja de la víctima, Moisés Balbuena Manzano, explicó que en los próximos días ejercerá acciones judiciales contra los policías locales que redujeron a su novio la tarde del lunes en la calle Doctor Leal Castaños.
Según su versión, esta mujer ha podido localizar a un testigo de los hechos que vio cómo presuntamente un policía local aplicaba una descarga eléctrica sobre su novio y éste caía desplomado al suelo. Este testigo, supuestamente, habría permanecido en el lugar de los hechos hasta que llegó el médico forense, al que trató de acercarse para comentarle lo ocurrido, sin que la Policía se lo permitiera. Las pistolas de descargas eléctricas están prohibidas para las Fuerzas de Seguridad en España.
"Creemos que pudo existir un exceso de violencia por parte de la Policía. Nos han dicho que el informe del forense no coincide con el de la Policía, algo que ha retrasado incluso el entierro. Vemos necesaria una investigación sobre esta muerte", indicó la pareja del fallecido, que apuntó que se personará en el momento que pueda en el juzgado de guardia para denunciar lo ocurrido.
Ya existe una investigación en marcha por parte de la Policía Nacional, cuyo Grupo de Homicidios estuvo inspeccionando el escenario de los hechos, en compañía de un equipo de la Policía Científica. La comisión judicial permaneció en la calle Doctor Leal Castaños hasta las once de la noche del lunes, tres horas y media después de que el hombre fuera reducido por la Policía Local. Hasta esa hora el juez no decretó el levantamiento del cadáver. Los investigadores están ahora a la espera de los resultados de la autopsia al cuerpo de Moisés Balbuena, que determinará las causas exactas de la muerte y por qué sufrió la parada cardíaca que resultó letal.
La pareja de Balbuena y varios amigos y compañeros suyos negaron ayer que se trate de un delincuente habitual, pese a que tiene seis antecedentes policiales por delitos como lesiones, robo con violencia y allanamiento de morada, y una orden de alejamiento de su madre y de su hermana en vigor. Según el entorno del fallecido, estos antecedentes son antiguos en algunos casos o, en otros, responden a denuncias de algunos familiares y a alteraciones del orden público vinculadas siempre al consumo de estupefacientes. "Pero jamás agredió a nadie y dudamos mucho que el lunes lo hiciera. Se agredía antes a sí mismo", apuntó su pareja.
Balbuena era delineante, tenía trabajo en una filial de una importante compañía sevillana y había estado destinado en diversas ciudades españolas. Sus amigos lo recuerdan como un fanático de los cómics. Era adicto a la cocaína desde hace años y había pasado 18 meses rehabilitándose en un centro de Proyecto Hombre en Alcalá de Guadaíra. Recibió el alta hace menos de un mes. Justo después de salir de este centro llamó a sus compañeros de trabajo para anunciarles que le habían dado el alta.
Su novia admite que era un hombre que perdía el control cuando consumía cocaína, algo que no hacía habitualmente sino de manera esporádica. "Podía pasar cuatro o cinco meses sin consumir. Desde que le dieron el alta no había tomado nada y posiblemente el lunes volvió a recaer. Ya iría muy alterado, si encima le aplicaron una descarga eléctrica, como dice este testigo, eso pudo resultar fatal", denuncia Inés Ramos.
El fallecido era una persona inestable y tenía un trastorno obsesivo-compulsivo, de ahí que la cocaína le hiciera más daño que a otros consumidores y le pudiera causar un brote psicótico. Solía destrozar muebles y objetos cuando tomaba droga. Sus allegados aseguran que sólo consumía cocaína y descartan por completo que hubiera ingerido otro tipo de estupefacientes. Niegan así lo que en un primer momento se pensó, que podía estar bajo los efectos de la llamada droga caníbal, ya que estaba completamente fuera de sí. "Tampoco se peleó con sus compañeros de piso, sino que golpeó los muebles y revolvió todo, que es lo que solía hacer cuando consumía. No era un hombre violento, todo lo contrario". Moisés Balbuena será enterrado hoy por la mañana en el cementerio de San Fernando.
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