La novia y dos amigas confirman ante el juez la coartada de Samuel
Tres testigos más sitúan al presunto cómplice en el crimen de Marta del Castillo en Montequinto, desde donde regresó a Sevilla a medianoche en el autobús de línea
Tres testigos más ratificaron ayer ante el juez la coartada de Samuel Benítez Pérez, el joven de 19 años que permanece encarcelado desde hace mes y medio como presunto cómplice de la desaparición y muerte de Marta del Castillo Casanueva. La novia de Samuel y dos amigas de la pareja corroboraron que este joven estuvo acompañado durante toda la tarde y noche del día 24 de enero, día en que fue asesinada Marta en el piso de la calle León XIII en el que residía su amigo Miguel Carcaño, principal implicado en el caso.
Los testimonios de estas tres adolescentes, todas ellas menores de edad, refuerzan el de otros dos menores que aseguraron la semana pasada que habían coincidido con Samuel en una hamburguesería de Montequinto durante aquella tarde. La novia, vecina de este barrio de Dos Hermanas, confirmó este extremo y aseguró ayer que estuvo con Samuel y otros amigos cenando en el restaurante de comida rápida antes de las diez de la noche.
Aproximadamente a esa hora la pareja se separó y la joven se marchó a su casa a arreglarse. Aunque no concretó la hora exacta, recordó que se encontraba en su domicilio a las 22:05 porque a esa hora recibió la llamada de un familiar. La novia no volvería a ver a Samuel hasta aproximadamente una hora y media después. En este plazo el joven permaneció en Montequinto con las otras dos amigas que testificaron ayer y que lo sitúan fuera de la escena del crimen a la hora en el que éste pudo cometerse, fijada entre las nueve y las diez de la noche según la última confesión de Miguel Carcaño.
Samuel se reencontró con su pareja en torno a las once y media de la noche. Aproximadamente un cuarto de hora después, el joven recibió la llamada de una amiga de Marta que le avisaba de que ésta no había vuelto a su casa todavía y le pedía el número de teléfono de Miguel Carcaño para preguntarle a éste si sabía dónde podía estar. Siempre según la versión de la novia, Samuel optó entonces por regresar a Sevilla y ella le acompañó a la parada del autobús, donde se encontraron con otros amigos y estuvieron charlando durante un rato más. De esta forma, Samuel se habría montado en el autobús pasadas las doce de la noche.
Las declaraciones de ayer refuerzan la versión que Samuel ofreció al juez en la que aseguraba que nunca coincidió con Miguel y con el menor de 15 años implicado en el crimen aquella noche y que regresó de Montequinto para sumarse a la búsqueda de Marta. De hecho, Samuel llegó a acompañar al padre de la joven asesinada, Antonio del Castillo, a presentar la denuncia por la desaparición a la comisaría de la Policía Nacional en Nervión, sobre las dos de la madrugada del domingo 25 de enero.
Esta versión es bien distinta a la que ofreció el propio Samuel ante la Policía Nacional tras su detención el 14 de febrero. En aquella ocasión, el joven admitió que había ayudado a Miguel Carcaño a arrojar el cadáver de Marta al río Guadalquivir desde el puente de la vía verde hacia Camas. Según la primera versión, condujo el coche de la madre del menor hasta el río con el cadáver en el asiento trasero y luego ayudó a Miguel a tirar el cuerpo. Samuel dijo luego ante el juez que había admitido su participación bajo tortura. Las pruebas científicas no han encontrado rastros de Samuel en la escena del crimen. Tampoco se han hallado restos de Marta en los contenedores de basura a los que supuestamente fue arrojado el cuerpo ni en la navaja usada para intimidarla.
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