La novedosa técnica con la que se restaura la parroquia de la Magdalena de Sevilla

Uno de los templos barrocos más importantes de Sevilla avanza en su restauración integral. Las pinturas murales y yeserías de la nave del Evangelio de la Parroquia de la Magdalena vuelven a la luz tras las primeras semanas de intervención por parte de un equipo de restauradores dirigido por Carlos Peñuela. La limpieza de este conjunto pictórico realizado por Lucas Valdés, uno de los más relevantes del estilo barroco de la primera mitad del siglo XVIII en Sevilla, se está acometiendo con una novedosa técnica que ofrece unos excelentes resultados: la aplicación de unos geles rígidos de Tac y Agar-Agar.

La parroquia de la Magdalena lleva muchos años afanada en la recuperación de su importante patrimonio. En el caso de las pinturas y yeserías que adornan sus naves y bóvedas, se trata de una actuación compleja debido a su programa iconográfico y la calidad y unidad que presentan en conjunto. Pero precisamente, esta uniformidad también es una ventaja. En el año 2019 se rehabilitó la zona del coro alto, una actuación que sirvió de banco de pruebas y de guía para la restauración posterior del resto del templo, una tarea que se realiza según el plan director del templo redactado por el arquitecto Miguel Ángel López.

Como publicó este periódico en su día, la intervención en coro alto fue realizada por un equipo de restauradores dirigidos por Antonio Gamero y Agustín Martín de Soto, profesionales pertenecientes a la delegación de Patrimonio Cultura del Arzobispado de Sevilla. Entonces se hicieron distintas analíticas, se establecieron criterios sobre las limpiezas o los colores, ya que la intervención condicionaría el futuro.

Los restauradores llevaron a cabo más de una treintena de pruebas y catas antes de comenzar los trabajos. Los principales problemas que presentaba la decoración era la acumulación de polvo y hollín, como en el resto de la iglesia. La porosidad del yeso impidió que los restauradores pudieran limpiarlo con agua, que es el mejor disolvente. Así, que tras las pruebas, encontraron el tratamiento más efectivo que ahora se replica en la nueva fase de la restauración: primero aspiran el hollín y luego se limpia con geles rígidos de Agar-Agar.

Este compuesto que se aplica sobre la decoración se solidifica en pocos minutos, lo que permite a los restauradores su retirada de manera muy sencilla, llevándose incrustada la suciedad de las yeserías y paramentos, como se puede ver en el vídeo que ilustra esta noticia.

200.000 euros de coste

La restauración recién comenzada en la nave del Evangelio, que también se extenderá a la capilla de la Virgen del Amparo, tiene un coste que se eleva a los 200.000 euros. La parroquia la ha calificado como la de "mayor envergadura" realizada recientemente en el otrora templo del convento dominico de San Pablo.

Las pinturas murales y las yeserías están sometidas a unos condicionantes climáticos que provocan su deterioro. Sufren las consecuencias de la elevada humedad relativa y los cambios extremos de la temperatura, que afectan directamente al muro, por lo que la decoración presenta una gran cantidad de grietas y fisuras por los movimientos a los que se ve sometido todo el edificio. La filtración de la humedad al interior de los muros, así como la deficiente ventilación del edificio, también han provocado la aparición de manchas sobre la superficie, con la consecuencia lógica de la disgregación y dilución de los colores.

La intervención plantea como novedad la recuperación de las ventanas o vanos de la nave del Evangelio tal y como se concibieron en el siglo XVIII, que con posterioridad fueron cegadas. De este modo, se obtendría la luminosidad original, recuperándose los valores y matices cromáticos de este templo que es el tercero en dimensiones de la ciudad y que cuenta con una historia y un patrimonio excepcional.