“Ya no se puede hacer humor prácticamente de nada”
Calle Rioja
Gramática parda. El profesor José Antonio Francés cuenta en 500 chistes algunas claves de la Lengua, desde las metáforas y los parónimos al estudio del complemento de régimen verbal
EL profesor volvía al lugar donde fue alumno. José Antonio Francés, profesor de Lengua y Literatura en el colegio Buen Pastor, regresaba a la Facultad de Filología para presentar en su Aula de Grados el libro Ríete de la Lengua, (Plataforma Editorial). La Lengua Española explicada en 500 chistes. El libro ha sido finalista de la octava edición del premio Feel Good (Sentirse Bien). Su presentador, el catedrático y académico de Buenas Letras Antonio Narbona, no le dio clase. Entre el público estaba Marta Palenque, que en Primero de carrera le dio Introducción a la Literatura Española y en cuarto Literatura del Siglo XIX. El acto lo introdujo la vicedecana Marina González.
Ni la lluvia, que según la atravesada traducción de Bernard Shaw en Sevilla es una maravilla, ni que España jugara un partido de fútbol en El Arcángel, le restaron público a la presentación en una tarde desapacible pero apetitosa de risas y conocimientos. “No soy nada gracioso, pero es el segundo libro de humor que presento”, dice el profesor Narbona, que en una ocasión anterior había apadrinado el libro Que usted lo pase bien, de J. J. Ruiz.
Los chistes son una buena herramienta pedagógica por dos motivos: consiguen la motivación del alumno y de paso facilitan la percepción de los conceptos, “eso lo dicen los neuropsicólogos. “Una clase de Lengua no es el Club de la Comedia. Yo soy un profesor, no un cómico ni un colega de mis alumnos”. Pero los beneficios del chiste en el aprendizaje son indiscutibles. “En primero de Eso es difícil que los alumnos entiendan lo que es una metáfora. Las frutas, sean melones, pepinos o limones, son imbatibles”. El profesor Narbona recordó el piropo de un albañil que trabajaba en un patio de la Universidad, que al paso de una dama agraciada le preguntó al compañero: “¿Pero la Macarena no sale en Semana Santa?”. Además de que era una profecía de la Magna, porque la Macarena va a salir en diciembre, con los parámetros de la corrección política podría incurrir en conductas de machismo y ofensas a la religión católica.
“Ya no se puede hacer humor prácticamente de nada”, dice José Antonio Francés. “Antes en las gasolineras había chistes de cojos, de gordos, de ciegos, de homosexuales y nadie se escandalizaba. El humor es un termómetro de la libertad de una sociedad. Por eso las dictaduras se caracterizan entre otras cosas por la ausencia de humor”.
Narbona y Francés discrepan en el título por una diatriba de preposiciones. Al presentador le parecía más correcto Ríete con la Lengua, pero el autor alegó una sugerencia de la editorial para el título definitivo. Es el vigésimo libro en la producción de Francés. El primero, una novela titulada Un plan intrascendente, lo terminó de escribir un 23 de abril, el Día del Libro. Después vendría Soy tonto y además lo sé, un guiño a Alberti y una prueba de su relación permanente con el humor.
“Los chistes son uno de los últimos ejemplos de la cultura narrativa oral”, dice el autor del libro. “Mi abuela todavía me contaba cuentos, una costumbre que se ha ido perdiendo”. Chistes y sevillanas, que permanecen como fósiles de una cultura arrodillada ante la tecnología, la copistería y la inteligencia artificial. Por eso, estos deudores del magisterio de lingüistas como Alarcos, Lapesa o Alvar hablan de los chistes de los Morancos, de las sevillanas de los detectives de Pepe da Rosa (Colombo, Banacek, Kojak y McCloud) y Francés remata contando que a sus alumnos les ha explicado el surrealismo con chistes de Chiquito de la Calzada, cantaor y humorista que hacía las delicias de alguien tan exquisito como Luis Eduardo Aute.
Ha quedado fuera del libro la sintaxis, “que ya está escrita”, según su autor. La lengua se enriquece con los sinónimos, los homónimos, los heterónimos (los alter ego de Pessoa o Machado), pero el profesor Francés destaca el juego que dan con la polisemia los parónimos. Una modalidad que aparecía en los tebeos de Rompetechos y que el autor enseña con el ejemplo de un diálogo comercial. “Este calentador es muy caro; es una estafa”. “No señor, es una estufa”.
El humor es una coraza contra las nuevas plagas: la inteligencia artificial, lo políticamente correcto. Y tiene que ser autobiográfico. “El humor que mejor funciona es el que se hace con uno mismo”, dice Francés. “Eso lo saben muy bien los payasos”. El humor combate también la cursilería y el engolamiento. Narbona lo ha visto corrigiendo el texto de la inauguración de la exposición sobre los Machado. Ni es un evento, como se decía en la nota oficial, ni se trata de una saga. Una estirpe en todo caso. La de los Machado, nada que ver con la televisiva La saga de los Forshyte o La saga de los Rius, la novela de Ignacio Agustí.
Por imperativos laborales, José Antonio Francés pasó una temporada en Barcelona. Allí nacieron sus hijos, los mellizos Julia y Diego, que acaban de cumplir 12 años. “Nacieron el 8 del 10 del 12”. Fuera impares. “Me hubiera gustado que nacieran en Barcelona el 12 de octubre, día de la Hispanidad”. Fue año olímpico, los Juegos de Londres de 2012, y en el parto intervino un sobrino de Juan Antonio Samaranch, el que fuera presidente del Comité Olímpico Internacional y padre de quien aspira a serlo.
Clases de Francés en Filología Hispánica. No. No ha vuelto el mariscal Soult a la antigua Fábrica de Tabacos donde trabajaba Carmen la Cigarrera, la heroína del libreto de Próspero Merimée, al que le puso música Bizet. El autor de Ríete de la Lengua muestra un doble titular de la prensa deportiva, “Neymar se queda” y “Neymar se queda con nosotros” para explicar a sus alumnos el complemento de régimen verbal. Es una autoridad en la materia. Fue coautor junto a José Antonio Garmendia, Paco Robles, quien firma esta crónica y con dibujos de Javier García de un Diccionario de Fútbol (Signatura Editores). Catálogo de Chorradas Balompédicas, con prólogo de Carlos Herrera y epílogo de Fernando Iwasaki.
El chiste es un material lingüístico en el que el texto necesita del contexto. El autor cree que la palabra Gramática puede ser excesiva pero también piensa que los lingüistas, que para eso tienen diéresis, deberían prestigiar esta forma de expresión popular y cotidiana. Una Gramática Parda, como el título de una novela de Juan García Hortelano, aquel narrador al que Carlos Barral tomó por un guardia civil cuando llegó a Barcelona para recoger el premio Biblioteca Breve de novela por Tormenta de verano. El libro Ríete de la lengua llegó a las librerías el mismo día que se conoció el nombre de la ganadora de la 75 edición del premio Planeta.
En junio de 1990 viajé a Granada con Atín Aya y Pedro Tabernero para entrevistar a Antonio Muñoz Molina. Nos contó que fue a comer en Madrid a un restaurante donde no le hacían ni puñetero caso porque todos los camareros estaban pendientes de una mesa. Preguntó por esos comensales y le dijeron que eran los integrantes del programa de televisión No te rías que es peor: Paco Aguilar, Pedro Reyes, Barragán… Para compensarlo, un año después Muñoz Molina ganó el Planeta con El jinete polaco. El finalista fue Néstor Luján, un magnífico reidor de la Lengua.
Pienso, luego Chiste. No descartes el humor como instrumento para hacer más llevadera la enseñanza de la Lengua. Ríete de la Lengua y de las Matemáticas, que no siempre dos más dos son cuatro. Ni dos por dos tampoco. Cuidado con las preposiciones. Y con los adverbios, donde según el profesor Narbona están las intenciones del hablante. La profesora Palenque le enseñó a Francés el itinerario de la Literatura Española, desde Berceo a Bécquer. ¿Qué es un chiste? ¿Y tú me lo preguntas? El autor firmará ejemplares (y contará algún chiste) mañana domingo, 17:00, en la caseta de La Botica de Lectores de la Feria del Libro.
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