Dos niños son atendidos tras jugar con un condón usado que encontraron en el colegio

Los menores, de cuatro años, encontraron el preservativo con restos de semen en el arenero de su zona de juegos y se lo llevaron a la boca confundiéndolo con un globo

Las pruebas médicas han descartado de momento el contagio por VIH y hepatitis

Los hechos ocurrieron en el colegio público Miguel Hernández, en el colegio de San Pablo

El muro del colegio Miguel Hernández, donde ocurrieron los hechos.
El muro del colegio Miguel Hernández, donde ocurrieron los hechos. / Juan Carlos Vázquez

Dos niños de cuatro años han tenido que ser atendidos sanitariamente y sometidos a pruebas médicas después de que jugaran con un condón usado y con restos de semen. Los escolares se encontraron el preservativo en una zona de juegos dentro de su colegio, en concreto en un arenero. El centro en el que han ocurrido los hechos es el CEIP Miguel Hernández, ubicado en el polígono de San Pablo.

Los chicos hallaron el condón el pasado 21 de febrero. El profiláctico estaba enterrado en la arena, y creyeron que era un globo, por lo que se lo llevaron a la boca para tratar de inflarlo. Uno se lo pasó al otro, que dijo que no lo había cogido pero sí manifestó después que había encontrado otro globo de color rosa, sin que se haya podido precisar si se trataba de otro preservativo o no. Uno de ellos se guardó el condón en el bolsillo y se lo enseñó a su madre a la salida de las clases, y fue así cómo se supo lo ocurrido.

Ante esta situación, los menores fueron trasladados a Urgencias y han sido sometidos a distintas pruebas médicas, entre ellas la del VIH y de la hepatitis, en las que han dado negativo. A pesar de ello, tienen que volver a pasar una segunda evaluación en unos días. También se les aplicó un tratamiento muy fuerte contra enfermedades de transmisión sexual, que ha provocado efectos secundarios importantes en los niños. Igualmente, se les practicaron análisis de sangre.

Agujeros en el muro del colegio por donde escalan los intrusos.
Agujeros en el muro del colegio por donde escalan los intrusos. / M. G.

Estos hechos ha generado una profunda inquietud entre los padres de alumnos, que ya habían denunciado en anteriores ocasiones que el muro que protege el centro es de fácil acceso y han solicitado al Ayuntamiento varias veces que instale una protección mayor. Sin embargo, sus quejas no han obtenido respuesta hasta ahora, según manifestaron a este periódico fuentes del AMPA.

La asociación de madres y padres ha estado en permanente contacto con las familias de los niños afectados e incluso han recogido firmas para mostrar su queja por la falta de seguridad en el centro, de la que responsabilizan directamente al Ayuntamiento de Sevilla. Una de las madres de los niños afectados sufrió una crisis de ansiedad y un desvanecimiento al conocer lo sucedido.

"Necesitamos saber que nuestros hijos están en un entorno seguro, donde se les pueda garantizar no sólo una buena educación. En estos momentos, en el colegio no se está cumpliendo con esta seguridad debido al poco interés, por parte de la administración que corresponde, en solucionar el problema que llevamos solicitando durante muchos años", reza un escrito enviado por el AMPA. "¿Qué faltará más aparte de este incidente, que ya es bastante grave?", añaden los padres.

La entidad pide una mayor vigilancia durante las horas no lectivas. Denuncian que el muro de la parte trasera del colegio, que da a un edificio en obras y al centro de salud de San Pablo, no sólo es muy bajo, sino que en él pueden practicarse agujeros que los intrusos utilizan como una escalera para poder acceder al interior del colegio. Allí, aseguran los padres, se han encontrado en numerosas ocasiones restos de botellas, cristales rotos, drogas, tabaco, mecheros, colillas e incluso excrementos humanos.

El hallazgo del preservativo ha agotado ya la paciencia de los padres, que admiten que el colegio se limpia habitualmente pero, en este caso, los limpiadores no se percataron de ello al estar enterrado en el arenero.

"Necesitamos la construcción de una reja, un vallado o una solución con los muros del colegio, ya que los que tenemos están llenos de agujeros hechos por estas mismas personas para poder entrar", añade el AMPA.

Este mismo centro ya protagonizó hace un mes una noticia por la falta de calefacción que había en sus aulas por unas obras que se prolongaron desde el verano anterior. Tras la publicación de la noticia, el Ayuntamiento subsanó el problema en pocas horas.

Fuentes municipales explicaron ayer a este periódico que el Consistorio ha contactado con la empresa de seguridad de los colegios para reforzar su labor de vigilancia en el CEIP Miguel Hernández. Éste es precisamente uno de los centro donde se está estudiando su incorporación al expediente de instalación de cámaras en los colegios.

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