La necesidad de una constante revisión

Una delicada salud. El pasado 30 de julio este periódico publicaba que el Cabildo Catedral había encargado un presupuesto para la restauración de la Virgen de los Reyes. Así lo anunció el vicario general, deán de la Catedral y presidente del Cabildo en una entrevista realizada en la revista de la Archidiócesis. La respuesta de Teodoro León Muñoz, gran devoto de la Patrona de la ciudad y su Archidiócesis, evidenciaba que existe preocupación por el estado de conservación de la imagen, algo normal por otra parte teniendo en cuenta que fue realizada en el siglo XIII. La intervención, como también apuntó este periódico, se realizará presumiblemente tras el verano.

La mayor preocupación, como siempre ha sucedido, está en el estado de conservación de la policromía. Así se expresaba el vicario al ser cuestionado específicamente sobre si consideraba si las manos y el rostro necesitaban un repaso: "Por supuesto. De hecho, ya he pedido el presupuesto para su intervención. Asimismo, la comisión delegada del Cabildo ha aprobado que cada año se le haga una revisión general a la imagen. De este modo, pretendemos que la policromía tanto de la imagen de la Virgen como la del Niño estén conservadas siempre en buen estado".

El Cabildo, ante esta preocupación, se puso manos a la obra antes del verano. El profesor Francisco Arquillo, que ya restauró a la Patrona en 1980, acudió a la Capilla Real para tomar fotografías a la imagen y analizar un estudio visual. En esa visita, se aprovechó para ajustar las articulaciones de cara a los cultos y a la salida procesional. Más recientemente, cuando la Virgen fue cambiada para el besamanos del 4 de agosto, un conocido imaginero y restaurador también estuvo en la Capilla Real tomando notas y comprobando la situación de la talla. En cualquier caso, no será hasta después del verano, una vez que hayan finalizado todos los cultos en honor a la Virgen, cuando se tome una decisión según lo que dictaminen los informes. Sí está claro, como así ha sido en anteriores ocasiones, que la intervención será en las propias dependencias de la Capilla Real y que el plazo de ejecución será de aproximadamente un mes.

La Virgen de los Reyes ha presentado históricamente problemas de conservación en su policromía, tanto de la cara como de las manos. Aunque la actuación que se plantea ahora no se considera muy urgente, a nadie escapa que sí es necesaria. Al ser una imagen realizada en el siglo XIII es necesario extremar los cuidados sobre la misma. El recordado Juan Carrero Rodríguez, ofrece detalles de las últimas restauraciones en su libro Nuestra Señora de los Reyes y su Historia. Carrero se centra especialmente en las dos últimas: la de Arquillo de 1980 y la más reciente, a cargo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), en 1998. Pero también deja constancia del "revuelo" que provocó en la ciudad la restauración de José Ordóñez, a instancias de Sebastián y Bandarán, debido a los repintes que se apreciaban en el rostro de la talla gótica.

En 1980, alertados por el grave deterioro de la encarnadura, el Cabildo, según las directrices marcadas por una comisión de expertos, decidió encargar la restauración de la Patrona al profesor Arquillo. El catedrático de la Hispalense expuso en una rueda de prensa el mismo día que comenzaron los trabajos que los daños eran de "gran gravedad", debido principalmente a los cambios volumétricos de la madera que hacían saltar la policromía. "Se procedió a una fijación interior de la carnación, disimulando el estado de la madera, pues de lo que se trataba era de su conservación más que de su restauración, pretendiendo envolver la madera de forma adecuada para que el daño no avance", señala Carrero. Además se realizaron análisis químicos, fotografías y radiografías encaminados a atajar los problemas. Se ajustaron los ensambles internos, se sanearon los mecanismos y articulaciones, entre otros trabajos.

En 1998, el IAPH acometió la última restauración de la Virgen, encaminada de nuevo, como también sucede ahora, a impedir el avance de los deterioros y pérdidas de la policromía. Se fijaron los levantamientos, se consolidó la preparación y la película de color, así como el estucado de las lagunas en la policromía y se practicó una reintegración, todo ello con materiales reversibles.

La próxima intervención tendrá como objetivo tratar las mismas afecciones. Por ello, el Cabildo quiere realizar también una revisión anual a la Virgen para que siempre esté en buen estado de conservación.