La necesaria mirada del Alcázar al Patio de Banderas
Para rehabilitar y abrir la cripta arqueológica se recurrirá al programa del 1,5% Cultural del Estado
El Ayuntamiento de Sevilla y el Estado cierran la compra de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas
La compra de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas es sólo el primer paso para la expansión del Real Alcázar al Patio de Banderas. Así lo advertía su alcaide en una entrevista publicada en este periódico. Este espacio concentra prácticamente dos mil años de historia de la ciudad, y ofrece importantes posibilidades patrimoniales, culturales y económicas para el recinto. Los siguientes pasos serán la apertura de la cripta arqueológica y la reforma de la Puerta del León que permitirá que un importante lienzo de muralla sea visitable.
Una vez cerrada la compra de las casas con los restos del palacio de Al Mutamid, el Alcázar está enfrascado en la reforma de los estatutos que van a incorporar una comisión técnica. Su primera tarea será abrir el proceso para llevar a cabo la reforma de la Puerta del León. Esta operación es clave para contar con una amplia zona de acogida de los visitantes en el interior de las murallas. Para ello, se contempla derribar algunas construcciones modernas. Gracias a estas actuaciones se podría acceder a un importante lienzo de muralla que recorre el recinto, también las casas 7 y 8, que tienen adosada una de las torres de la Puerta del León. “Hay que ir poco a poco, pero este lienzo de muralla es un hito patrimonial muy importante”, señala Fernández-Baca.
La cripta arqueológica, con importantes vestigios romanos e islámicos, también juega un papel clave en el futuro del recinto. Para su rehabilitación y apertura a las visitas se va a solicitar una ayuda al Estado mediante el programa del 1,5% Cultural. Para su consecución, el Alcázar ya trabaja de la mano con la Gerencia de Urbanismo. “Con todo ello se puede hacer una lectura global de la Sevilla patrimonial: la cripta, el palacio de Al Mutamid, la muralla, y el legado islámico y cristiano de los palacios del Alcázar. Tenemos un futuro muy ilusionante, pero hay que ir poco a poco”, añade el alcaide.
Con la apertura de la cripta y las murallas, la visita al Alcázar incorporaría unos atractivos de enorme interés que, además, permitirían ampliar el número de visitantes del recinto. Pero la mirada hacia el Patio de Banderas incluye también una vertiente cultural. La intención del alcaide es colaborar de manera activa con las tres instituciones que tienen allí su sede: la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la Fundación Baremboim y la Agencia de la Biodiversidad: “Formamos parte del mismo espacio y tenemos que hacer cosas junto”.
Recuperar y dar a conocer toda esta serie de bienes patrimoniales de gran valor, incorporar servicios complementarios a la visita del Alcázar, y generar sinergias culturales con las instituciones allí radicada. Esos son los objetivos básicos del Alcázar para el Patio de Banderas. Eso, y a largo plazo, seguir adquiriendo para la ciudad las viviendas que se vayan quedando libres.
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