Las naves de Calatrava en Sevilla: de centro de Danza a cochera de la Policía Local
El gobierno de Antonio Muñoz aprobó un nuevo uso para estas instalaciones que el equipo de José Luis Sanz descarta ahora
La iniciativa contaba con un presupuesto de 2,3 millones y ya se habían gastado 20.000 euros en la redacción del proyecto
Los sevillanos sólo podrán renunciar una vez a una VPO de alquiler con la nueva ordenanza de Emvisesa
De proyecto cultural a cochera de la Policía Local. El destino de las naves de Calatrava, situadas en una de las calles de acceso a la Alameda de Hércules, ha cambiado por completo de la noche a la mañana. El gobierno de Antonio Muñoz aprobó al final del mandato pasado convertir estas instalaciones en un centro para la danza. Año y medio después, tal planteamiento -que contaba con un presupuesto superior a los dos millones de euros- ha sido descartado por el equipo de José Luis Sanz, que ha optado por darle uso como aparcamiento para los vehículos policiales. La decisión ha provocado el enojo de la Asociación Andaluza de Profesionales de Danza, que advierte que la capital andaluza pierde con este drástico cambio la oportunidad de convertirse en un referente de las artes en movimiento, las cuales apenas tienen ya cabida en la ciudad.
La junta de gobierno local aprobó el pasado viernes el nuevo uso para las naves de Calatrava. Se convertirán en cochera para los vehículos de la Policía Local, ante la falta de aparcamientos en el Casco Antiguo. Dichas instalaciones pertenecen al Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), después de que se pusiera fin a principios de esta década a la cesión a la Junta de Andalucía. El equipo de Sanz defiende el nuevo uso como una solucion a "la carencia histórica" de la Policía Local para estacionar sus coches cerca de la comisaría que posee en las inmediaciones de la Alameda. Un argumento que está lejos de convencer a las compañías y profesionales de la danza, colectivo implicado durante años en un proyecto a desarrollar en estas naves, que ya contaba con presupuesto para ejecutarlo.
La iniciativa se dio a conocer el 28 de marzo de 2023, cuando el Ayuntamiento, gobernado entonces por el socialista Antonio Muñoz (actual líder de la oposición), informó de que las naves de Calatrava se convertirían en un centro de creación, experimentación e investigación sobre las artes del movimiento. Los impulsores lo definían como "un lugar de encuentro del conocimiento y el pensamiento con la danza, un centro de arte más allá de la exhicibión y la difusión". Al respecto, la junta directiva de la Asociación Andaluza de Profesionales de Danza explica que en el proyecto tendrían cabida también otras disciplinas artísticas, como el flamenco y el circo. "Todo ello dentro de una línea muy contemporánea", insisten.
Problemas estructurales
El entonces alcalde de Sevilla justificaba los 2,3 millones de euros que requería el proyecto con esta declaración: "Existe un déficit que queremos resolver y éste es el espacio adecuado para hacerlo, ya que es necesario habilitar un espacio que sirva como lugar de encuentro y de referencia para las artes del movimiento; un espacio de creación donde experimentar, ensayar, relacionarse y crecer, así como polivalente y adaptado a las necesidades de los nuevos creadores”. Muñoz abundaba en que “tenemos, por tanto, el sitio, el anteproyecto y ahora estamos decididos a ejecutarlo". "Por eso, vamos a realizar una inversión de 2,3 millones de euros en dos fases, que podrían iniciarse a finales de 2023 y continuar durante 2024 para transformar las naves de Calatrava en ese centro dedicado a la danza y a las artes del movimiento que necesita Sevilla”, añadió.
Año y medio después nada se ha hecho en el antiguo edificio fabril, que, según la asociación citada, requería de una intervención de envergadura para solventar los problemas estructurales que presenta. Desde que Sanz logró la Alcaldía hispalense, la Delegación municipal de Cultura se ha reunido en una ocasión con esta entidad. En ese encuentro se dejaron claras las intenciones, respaldadas la semana pasada por la junta de gobierno. El principal proyecto para estos cuatro años en el ámbito cultural es la Fábrica de Artillería. Las naves de Calatrava se quedaban "fuera de la línea de trabajo". Un adiós precipitado al proyecto aprobado el mandato anterior. La confirmación ha llegado ahora.
"Menosprecio" del trabajo realizado
"La decisión aprobada por la junta de gobierno supone paralizar y contradecir lo que durante años ha supuesto una de las iniciativas más importantes para el impulso de la creación artística y escénica en nuestra ciudad", lamenta la referida asociación, que alerta de que "con el cambio de rumbo que el Ayuntamiento de Sevilla ha tomado de forma unilateral y no consensuada con el sector de las artes escénicas, este centro dedicado a la creación ha quedado totalmente descartado". "Todo ello menoscabando y menospreciando el trabajo que durante tanto tiempo se ha llevado a cabo para que las naves de Calatrava vieran la luz", añaden.
Y sin olvidar un dato económico no menos importante: la redacción del proyecto había supuesto una inversión de 20.659 euros, un gasto que ya se queda sin utilidad. "Se ha manifestado, además, la mala gestión del dinero público", critica la asociación que representa a las compañías y profesionales de la danza.
"Mientras otras ciudades andaluzas van sumando referencias, espacios y proyectos culturales, Sevilla va perdiendo lastre para convertirse, paso a paso, en un referente del turismo nacional e internacional vacío de contenido, alma y arraigo cultural", advierte la asociación.
Tres décadas en manos de la Junta
La gestión de este proyecto comenzó a finales de 2020, cuando la entonces Delegación de Hábitat Urbano cerró un acuerdo con la Junta de Andalucía para la recuperación por parte del Ayuntamiento de las naves de Calatrava. La devolución se había impulsado meses antes y se tramitó a través del inicio de un expediente de resolución de la cesión realizada 30 años antes a la Consejería de Cultura.
Durante el proceso no se registraron alegaciones ni ninguna consideración por parte del Gobierno andaluz, de forma que las naves volvieron a ser de titularidad municipal en noviembre de 2020 por acuerdo entre las partes. Dicho espacio se cedió en 1990 a la Junta para convertirlo en el Centro Andaluz de Teatro. Sin embargo, hacía tiempo que no se usaban para tal fin y se habían convertido en sede del Ballet Andaluz.
Estas antiguas instalaciones se recuperaron como espacio escénico en 1988 con una obra de adaptación llevada a cabo por el arquitecto Ignacio de la Peña Muñoz. La intervención consistió en conservar y potenciar la arquitectura industrial precedente y adecuarla con mínimas aportaciones. La adaptación al proyecto presentado en la primavera de 2023 requería trabajos para solucionar los problemas estructurales que presenta el edificio.
El nuevo centro de danza que estaba previsto poner en marcha contemplaba la cooperación con espacios y programas no municipales, tanto de la ciudad como del resto del país. Incluía, de igual modo, espacios de ensayo, por convocatoria pública y sin dotación económica, a desarrollar tanto en estas naves como en otras instalaciones culturales, como Santa Clara, Centro Cerámica Triana y el Antiquarium.
La otra cara de la moneda
Frente a las críticas de la Asociación Andaluza de Profesionales de Danza por el cambio de uso previsto en las naves de Calatrava, el gobierno local defiende que con el nuevo planteamiento se pone fin a una carestía que ha sufrido la Polícia Local los últimos años. Con esta afirmación se refiere a la situación de los agentes del Distrito Casco Antiguo, que han de dejar los vehículos oficiales a cierta distancia de la comisaría, situada en la calle Crédito, muy cerca de la Alameda.
Hasta 2022, la Policía Local disponía de una nave en la cercana calle Becas para dejar los patrulleros e, incluso, los coches particulares. Estas instalaciones pasaron a manos de Emvisesa para construir un residencial.
Como informó este periódico, el cambio provocó el desplazamiento del estacionamiento para los vehículos de la Policía Local, para los que se buscó refugio en la sede que posee Lipasam junto a la estación de autobuses de Plaza de Armas. La nueva ubicación se encontraba a kilómetro y medio de la comisaría, una distancia de 20 minutos que los agentes han de recorrer a pie al inicio y final de cada jornada. La situación provoca que en ese intervalo de tiempo no haya patrulleros en el Casco Antiguo en caso de que surja una emergencia. De ser así, han de acudir agentes de otros distritos. Un disparate.
El gobierno de José Luis Sanz tuvo conocimiento del problema al comienzo del mandato, hace prácticamente un año. Desde entonces se han buscado alternativas. La más acertada para el equipo del PP es el uso de las naves de Calatrava como aparcamiento para los vehículos de la Policía Local, un edificio mucho más cercano que la sede de Lipasam, al estar situado a pocos metros de la comisaría. La solución de un problema logístico que ha dado al traste con el proyecto cultural de centro de danza.
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