La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
El 8 de marzo, un vecino de Dos Hermanas que había sal¡do a coger espárragos encontró un cadáver entre unos arbustos. Era el cuerpo de un varón joven que había sido brutalmente golpeado hasta la muerte, y que podría llevar varios días muerto. Tenía un fuerte golpe en la cabeza y se encontraba en posición de defensa. Por la falta de indicios en la zona, todo apuntaba que había sido asesinado en otro lugar y arrojado allí.
La Policía Nacional lo identificó pronto. Era Cayetano, un hombre de 34 años que trabajaba en una residencia canina próxima al lugar en el que apareció muerto, un paraje conocido como Las Marías Chicas, cerca de la salida a la N-IV. La autopsia confirmó que había muerto de forma violenta y que se trataba de un homicidio. Su familia había perdido el contacto con él el 1 de marzo, ocho días antes de que se encontrara el cadáver.
La investigación apuntó pronto a un posible ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Cayetano había tenido problemas con las drogas y debía mucho dinero. Los agentes del grupo de la comisaría de Dos Hermanas comenzaron a indagar y empezaron a tomar declaraciones a personas allegadas a la víctima y a posibles testigos.
Así descubrieron que el móvil del crimen era un vuelco, como se conoce en el argot policial a los robos de droga entre delincuentes. En este caso, había sido un robo de marihuana, una de las drogas que más se ha extendido en España en los últimos años y que en Sevilla tiene su centro principal de cultivo en los pisos de las Tres Mil Viviendas.
Hasta allí llevó la investigación a los policías de Dos Hermanas. Tres meses después del crimen, los agentes han podido localizar a los presuntos autores del mismo, que pertenecen a un clan de las Tres Mil Viviendas relacionado con el narcotráfico. Siete miembros de esta organización han sido detenidos como presuntos autores del homicidio. Falta todavía uno por localizar. También se les imputan una detención ilegal, lesiones, extorsión y coacciones.
Los arrestados secuestraron presuntamente a Cayetano, lo amordazaron y lo golpearon hasta causarle la muerte. Lo raptaron el mismo día 1, cuando la familia perdió el contacto con él, junto con un compañero de su trabajo. Los narcotraficantes llevaron a ambos a un piso de las Tres Mil Viviendas, donde los retuvieron contra su voluntad. Los acusaban del robo de una partida importante de marihuana, en cuya venta habían actuado como intermediarios, según ha informado este martes la Policía Nacional.
Mientras Cayetano fue golpeado hasta la muerte, su compañero de trabajo fue liberado después de que entregara las escrituras de una parcela de su propiedad como compromiso de pago de la droga sustraída.
Los sospechosos han sido detenidos en una operación desarrollada en las Tres Mil Viviendas, donde se han practicado tres registros domiciliarios. En ellos se ha intervenido sustancia de corte, efectos utilizados para la venta de drogas y vestigios biológicos relacionados con la investigación del homicidio, que están pendientes de análisis por parte de la Policía Científica.
Una vez concluido el atestado, los siete detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Dos Hermanas, en funciones de guardia, que decretó el ingreso en prisión para dos de los detenidos. Otro de los principales implicados permanece pendiente de localización y detención.
Los arrestados tienen edades comprendidas entre los 23 y los 61 años y algunos de ellos tienen lazos familiares. Sus identidades responden a las iniciales J. M. G. A., de 61 años; J. M. G. F., de 32; J. A. G. F., de 23; J. F. F., de 30; J. J. L. T., de 31; R. G. D., de 37; y una mujer, M. J. F., de 30.
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