Más multas para los mismos 'gorrillas'

Un 'gorrilla' hace indicaciones a los vehículos para que estacionen.
Un 'gorrilla' hace indicaciones a los vehículos para que estacionen.
Elena Pizarro / Sevilla

03 de septiembre 2012 - 05:03

Los gorrillas son ajenos a las vacaciones. Cuando muchas personas apuran su periodo de descanso, el número de aparcacoches ilegales, lejos de disminuir, se mantiene. Y todo ello a pesar de las altas temperaturas que sufre la ciudad. Mientras tanto, los vecinos lamentan una situación a la que están ya más que acostumbrados. Entre los barrios más afectados por esta práctica se encuentran Bami, Torneo, la Macarena y la zona de Santa Justa y la Buhaira. Los focos más atrayentes de gorrillas, al ser también los sitios con el aparcamiento más codiciado, son los alrededores de hospitales, facultades, estaciones de tren o de autobús y las zonas de oficinas. Sólo las zonas universitarias descansan un poco en verano.

Por lo demás, el fenómeno se sigue detectando a diario en distintas zonas de la ciudad. Laura Baños, presidenta de la Asociación de vecinos Bami Unido y que lleva ya mucho tiempo luchando para solucionar este problema, explica la situación. "Estamos al lado del hospital, y ahí da igual que sea verano o invierno porque siempre hay gente que tiene que ir. Nada más lejos que se vean menos que antes, ahora se ven nuevos". Y es que Bami es una de las partes de Sevilla más castigada por los gorrillas. Laura Baños asegura que le han destrozado el coche varias veces, además de las incesantes amenazas que recibe por parte de los aparcacoches, como le ocurre a otros vecinos. "Ellos ya saben de sobra quien soy, hay uno que me llama a las tres o las cuatro de la madrugada y me insulta y me dice: '¿Dónde has dejado hoy el coche?".

La presidenta de la asociación critica la actuación del Ayuntamiento y de la Policía Local, pues hace unos meses un vecino sufrió una agresión con una botella y ahora el agresor tiene una orden de alejamiento pero nadie se encarga de vigilar que no la incumpla, algo que, según la dirigente vecinal, ocurre. "El mismo al que ya le he puesto cuatro denuncias está casi a diario en mi calle. No me conceden la orden de alejamiento porque dicen que no están atentando contra mi persona", cuenta Baños.

Los vecinos de Torneo comparten la opinión de Laura Baños, al asegurar que en su zona tampoco ha descendido el número de gorrillas, más bien lo contrario. Ambos reconocen haber contactado con el Ayuntamiento en infinidad de ocasiones pero sin éxito. "No hacen nada, parece como si les conviniera tenerlos a todos aquí controlados", opina Laura Baños.

La opinión más extendida es que se trata de los gorrillas de siempre, que pueden irse durante un tiempo pero que siempre vuelven a su zona. La presidenta de la Asociación de Vecinos de San Lorenzo, Ana Sosbilla, cree que no hay ni más ni menos que antes. "Son los mismos de toda la vida, algunos hasta se han casado ya y han invitado a varios vecinos. Nos hemos estado quejando al Ayuntamiento durante las dos o tres legislaturas socialistas, y nos contestaban que no nos hacían daño, por lo que ya hemos desistido. Ya estamos más que acostumbrados", explica.

El problema no reside sólo en los aparcacoches ilegales pues, según comenta Charo Crespo, vecina del barrio de Nervión, en los alrededores de la calle Chaves Nogales se unen gorrillas y vovis del Ayuntamiento. Para esta vecina resulta sorprendente que sean estos últimos los que protagonizan más disputas con los residentes. "Hay vecinos que no van a pagar cada vez que salgan y entren con el coche, y uno de los vovis como no les des dinero se enfada mucho". Charo Crespo asegura que en verano siguen estando los mismos de siempre, y que muchos vecinos y comercios se han quejado varias veces al Ayuntamiento sin que se haya solucionado el problema.

Los habitantes de los barrios más afectados temen que sea un problema que nunca se podrá solucionar. Pedro Bueno, residente en la avenida de la Buhaira, cree que "por mucho que haga la Policía no se van a ir. No tienen nada para pagar ni nada que perder". Otros opinan, como Miriam Gutiérrez, vecina del Prado, que al Ayuntamiento "no le interesa y hace oídos sordos". Pero en lo que coinciden todos ellos es en que la peor consecuencia de la presencia de los aparcacoches es la suciedad o los "espectáculos" que a veces montan con peleas o borracheras.

A pesar de las altas temperaturas de este verano, los gorrillas no se toman vacaciones y siguen estando los mismos en las mismas zonas.

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