Multan con 300 euros a un paciente que amenazó a un médico del Polígono Sur en Sevilla

Un juzgado de Sevilla ha condenado a un hombre a una pena de dos meses de multa con cuota diaria de cinco euros y al pago de las costas por amenazar a un médico del centro de salud Polígono Sur de la ciudad.

En la sentencia, el juzgado de Instrucción 7 de Sevilla condena al paciente por un delito leve de amenazas a un médico de familia del centro de salud Polígono Sur, del Distrito Sanitario de Atención Primaria Sevilla, según ha informado la delegación Territorial de Salud y Consumo, que reitera su repulsa a estos episodios violentos.

Los hechos tuvieron lugar el pasado mes de febrero, cuando este paciente sin cita previa acudió al centro de salud y exigió ser atendido preferentemente y que se le proporcionara un medicamento concreto. El médico, que estaba pasando consulta, le pidió que esperara su turno. Otra doctora lo revisó y comprobó que no tenía necesidad alguna de obtener ese medicamento.

En ese momento aumentó el nivel de agresividad del usuario, que comenzó a proferir amenazas contra el médico que le pidió que esperara asegurando que, según recoge la sentencia, "le iba a partir las piernas, que volvería con su hermano", incluyendo además insultos contra el profesional.

En caso de impago de la cuota diaria cumplirá un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias no satisfechas. Además, le impone la pena accesoria de prohibición de aproximarse a la víctima a una distancia de 50 metros durante el plazo de seis meses, así como de comunicación con la misma, por cualquier medio o sistema, durante el mismo plazo.

La Delegación Territorial de Salud y Consumo ha mostrado su satisfacción por esta condena, que "demuestra que cualquier episodio de violencia en un centro sanitario puede ser castigado, independientemente de si es agresión física, amenaza o insulto".

Salud recuerda que cuenta con diversos instrumentos de lucha contra esta lacra incluidos en el Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, como la creación de la figura del profesional guía y la implantación de canales ágiles y rápidos para que la persona víctima de una agresión no esté sola momentos después de sufrirla.

También se incluye atención psicológica durante el tiempo que sea necesario; el refuerzo de las medidas de seguridad en los centros sanitarios y las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo; o la formación a la plantilla para hacer frente ante episodios de violencia, según Salud.