Las mujeres lideran ocho de las diez carreras más solicitadas
Más de la mitad de los alumnos de las dos universidades públicas sevillanas son féminas.
La mujer se impone en la Universidad, una institución que en sus orígenes fue una auténtica desconocida para el género femenino. Hoy, en ocho de las diez carreras universitarias más demandadas en Sevilla predominan las mujeres. La Hispalense ofrece ocho de estas diez titulaciones más solicitadas, y la Universidad Pablo de Olavide dos. Sólo en las ingenierías, las mujeres son minoría y de manera abrumadora.
En la Universidad de Sevilla, el 52,45% de los alumnos matriculados durante el curso 2015-2016 eran mujeres. La brecha era superior en los centros adscritos, donde las estudiantes representaban el 66,97%. En la Pablo de Olavide, la otra universidad pública de Sevilla, las mujeres se imponen por un 56,83%. El pasado curso había en la UPO 3.921 alumnos y 5.162 alumnas.
"Hace varios años ya que las estudiantes superan en número a los hombres", reconoce Rosa Casado, directora de la Unidad para la Igualdad. "Las chicas tienen mejores notas en los institutos que los chicos, por lo general, y acceden a la Universidad con una nota más alta, feminizando los estudios superiores". Casado apunta que sólo en las ingenierías hay un predominio masculino, algo que puede deberse más a un concepto social y cultural. "Las carreras tradicionalmente femeninas están relacionadas con el cuidado. La elección de la carrera, en cierta medida, está vinculada al papel que juega cada uno en la sociedad".
De los 24 grados y dobles grados en Ingeniería que ofrece la Hispalense, sólo en el de Ingeniería de la Salud existe cierta equidad (120 hombres y 130 mujeres matriculados en el curso 2015-2016). "Se suele relacionar la salud con el cuidado de las personas. Ésta puede ser una de las razones que expliquen la presencia de mujeres en esta carrera", aclara Rosa Casado.
En centros como la Escuela Técnica Superior de Ingeniería, el 74,45% de los estudiantes son hombres; en la ETS de Ingeniería Agronómica lo son más de 70%; y en la ETS de Ingeniería Informática, el 84%. En esta última escuela se dan casos extremos como el del grado en Ingeniería Informática-Ingeniería del Software, donde el curso pasado había matriculados en total 846 hombres frente a 82 mujeres; o el de Tecnologías Informáticas, con 482 alumnos y 75 alumnas en todos sus cursos.
De las diez carreras universitarias con mayor nota de corte que se ofrecen en Sevilla entre las dos instituciones académicas públicas, sólo en dos los hombres son mayoría. Se trata del doble grado en Física y Matemáticas y el grado en Ingeniería Aeroespacial, ambos de la Hispalense.
De manera individual, en el ranking de las diez titulaciones más solicitadas de la Universidad de Sevilla se suma a las dos anteriores el doble grado en Ingeniería Mecánica y Desarrollo del Producto (la novena titulación más demandada). En esta última sí existe cierta equidad, con 52 alumnos y 45 alumnas en el curso pasado.
En las facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, Filosofía, Geografía e Historia, Matemáticas y en la ETS de Arquitectura, la brecha de género es mínima, los porcentajes en ambos casos giran en torno al 45% y 55%. Sin embargo, en otros centros como la Facultad de Psicología o la de Ciencias de la Educación, la presencia femenina es abrumadora.
Un ejemplo de la integración progresiva de las féminas en la Universidad y su efecto transformador en la sociedad es la carrera de Medicina. Esta profesión era fundamentalmente masculina hasta la década de los 80. Las mujeres apenas representaban el 20% de los facultativos. Sin embargo, la llegada de alumnas a las facultades ha crecido exponencialmente desde los 90, alcanzando un predominio que se ha ido acentuando a medida que también subían las notas de corte para entrar en la Facultad de Medicina.
Esta evolución ha provocado que en la actualidad, el 45% de los profesionales de Medicina sean mujeres. Este cambio no sólo no ha alcanzado techo, sino que va a más. Los datos de matriculación de la Universidad de Sevilla del pasado año revelan que casi el 63% de los alumnos de la Facultad de Medicina son mujeres.
Desde ambas instituciones académicas apuntan que este predominio de la mujer en el ámbito universitario no siempre se traspasa al mercado laboral. "Las mujeres llegan a la Universidad con muy buenos expedientes académicos, pero en determinadas salidas profesionales tienen que demostrar más que un hombre que están preparadas", señala Elodia Hernández, vicerrectora de la Pablo de Olavide.
En el caso de esta Universidad, el grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, la octava carrera más demandada en esta institución académica, es la única de las diez primeras donde el número de alumnos matriculados el pasado curso, 581, es superior al de las mujeres, 131.
Al igual que ocurre en la Hispalense, en el grado en Ingeniería Informática en Sistemas de Información choca el dato de 169 hombres matriculados frente a 19 mujeres en total. Todo lo contrario ocurre en la Facultad de Ciencias Sociales, donde el pasado curso había matriculados en las cinco titulaciones que oferta este centro 229 alumnos frente a 1.361 alumnas. La vicerrectora de Cultura y Compromiso Social de la UPO, Elodia Hernández, asegura que en la Universidad se están llevando a cabo medidas de sensibilización y cree que deben ser los hombres, los propios profesores de la Escuela Politécnica Superior, los que deben fomentar entre las jóvenes el interés por las ingenierías.
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