Tres muertos en dos meses reavivan el debate sobre la peligrosidad de la Ronda Urbana Norte

Tres muertos en otros tantos accidentes de tráfico en los últimos dos meses han reabierto el debate sobre la peligrosidad de la Ronda Urbana Norte, que se ha convertido en el principal punto negro de Sevilla capital. Además de estos tres accidentes mortales, ha habido una sucesión de siniestros con heridos y de incidentes, lo que ha motivado las críticas y quejas de numerosos vecinos, algunos de los cuales piden abiertamente el soterramiento del tramo urbano de la SE-30 y la instalación de radares para limitar la velocidad.

El último de los accidentes mortales ocurrió la madrugada del domingo, cuando un hombre de unos 45 años murió al ser atropellado por un turismo cuando cruzaba, casi con toda seguridad con el semáforo en rojo, el paso de peatones que conecta la avenida de Pino Montano con el barrio del mismo nombre. Siete días antes, la tarde del domingo 15 de enero, falleció otro peatón de 33 años cuando cruzaba, también en rojo, otro paso de peatones de la misma avenida.

Dos meses antes, el 22 de noviembre, murió un motorista al colisionar contra un coche en el mismo cruce en el que se produjo el último accidente. La víctima era un joven repartidor de comida que trabajaba en un kebab de la zona. Antes hubo varios siniestros con heridos.

Con el nombre de Ronda Urbana Norte se designa una parte de la autovía de circunvalación SE-30 que discurre por un tramo de la ciudad y que está regulado por semáforos. Va desde la glorieta Olímpica, en el Alamillo, hasta el polígono industrial Calonge. Por ella pasan más de 80.000 vehículos al día, según el informe de intensidades medias diarias de tráfico del Ayuntamiento de Sevilla. Los datos corresponden a 2019, último informe publicado.

Es, de largo, la vía con más volumen de tráfico de la ciudad, seguida de lejos por la entrada a la capital por el puente del Cristo de la Expiración, por donde acceden unos 60.000 vehículos diarios. Esta densidad de circulación ya provoca un sinfín de ruidos y molestias para los vecinos de la zona, pues hay viviendas están ubicadas a ambos lados de la ronda en buena parte del tramo.

Como en todas las vías urbanas, la Ronda Urbana Norte está limitada a 50 kilómetros por hora, pero es habitual que los vehículos circulen a una velocidad muy superior, salvo en las horas puntas, cuando la vía suele estar colapsada y la circulación es lenta. El tráfico procede de una autovía y, si los semáforos, están en verde, es frecuente que los vehículos puedan alcanzar entre 80 y 100 kilómetros por hora al llegar al tramo urbano de la SE-30.

Es cierto que los dos últimos accidentes mortales fueron por imprudencias de las víctimas, dos peatones que cruzaron la avenida con sus semáforos en rojo, pero también lo es que los vehículos circulan a una velocidad excesiva a la que resulta más difícil frenar en caso de encontrarse un peatón cruzando, o cualquier otro obstáculo en la vía.

Después del primero de los dos atropellos, un grupo de vecinos de Pino Montano y los barrios cercanos convocaron una concentración de protesta. Tras el segundo, se ha organizado una nueva iniciativa, que consiste en colocar flores en los lugares en los que se registraron los accidentes. Ya desde ayer pueden verse flores en el paseo de peatones en el que se produjo el accidente del domingo.

El Ayuntamiento de Sevilla está estudiando varias medidas para implantar en la Ronda Urbana Norte. Era algo que ya se contemplaba, antes de estos dos últimos atropellos, como aseguró ayer el concejal de Hábitat Urbano, Juan Manuel Flores. "La acumulación de estos accidentes en tan breve intervalo de tiempo nos apesadumbra por la pérdida de dos vecinos, y al mismo tiempo activa mucho más nuestra preocupación por la seguridad vial en la Ronda Urbana Norte. Ya desde el Ayuntamiento se viene trabajando, desde el área de Movilidad, en reforzar toda la seguridad de ese entorno", expuso el edil.

Flores avanzó que a partir de ahora se incrementará este refuerzo de la seguridad vial con dispositivos de la Policía Local "para controlar el tránsito" por esta zona. Sin embargo, el concejal no precisó si se instalarán radares de control de velocidad. "En definitiva, tenemos que mejorar todo lo que significa la seguridad vial en ese entorno. Esto no solo viene desencadenado por los sucesos de estos días, pero ahora habrá que acelerar el proceso".

Fuentes municipales explicaron que el Ayuntamiento está planteando tres opciones. Una de ellas es la instalación de radares, y las otras dos consisten en la colocación de una pasarela sobre la avenida, para que los peatones puedan cruzar de forma segura, y una barandilla para impedir que los viandantes puedan acceder a la calzada por cualquier punto. Estas tres medidas se plantearán a los vecinos en los próximos días.