Tres muertos tras el derrumbe por un posible tornado de una nave agrícola en Coria del Río: "Miré y había volado todo"

Dos de los muertos, de 61 y 59 años, son hermanos y vecinos de Dos Hermanas, y el tercero, de 40, residía en Benacazón

Un muerto y un herido grave en un robo de marihuana

Tres trabajadores fallecen tras el derrumbe de una nave agrícola en Coria del Río por fuertes rachas de viento
Tres trabajadores fallecen tras el derrumbe de una nave agrícola en Coria del Río por fuertes rachas de viento / Juan Carlos Muñoz

Tres trabajadores murieron este viernes en el derrumbe del techo de una nave agrícola en Coria del Río, en un suceso que se investiga como accidente laboral y que podría haber estado provocado por un tornado. El incidente se produjo unos minutos después de las once y media de la mañana en el cortijo El Sequero, al otro lado del río Guadalquivir pero en el término municipal de Coria, muy cerca de las urbanizaciones Tixe y la Hermandad y a unos kilómetros del polígono La Isla. Durante todo el día soplaron fuertes rachas de viento, aún más intensas en un campo en el que no hay ni una sola construcción en varios kilómetros, más allá de la casa y de la nave que se derrumbó.

El cortijo ocupa una gran extensión de terreno en la que se cultivan distintos productos. A simple vista, en el camino de acceso, puede verse un campo de habas. En otras partes no hay nada sembrado. El día no estaba para trabajar. La borrasca Nuria estaba dejando chubascos intensos y fuertes vientos desde primera hora de la mañana. Si una jornada normal puede haber en el cortijo unos 20 trabajadores, ayer había muchos menos. Los que estaban se quedaron preparando unos tractores y demás maquinaria agrícola en una nave anexa a la casa del cortijo. Ésa fue su tumba.

Restos del techo de la nave a unos 500 metros de la nave que se ha derrumbado en Coria del Río
Restos del techo de la nave a unos 500 metros de la nave que se ha derrumbado en Coria del Río / Juan Carlos Muñoz

Allí encontraron la muerte José G. M. y Vicente G. M., de 61 y 59 años, hermanos y vecinos de la cercana localidad de Dos Hermanas. El tercero de los fallecidos es José Luis V. V., de unos 40 años y natural de Benacazón. Los tres se vieron atrapados en el infierno que se generó en aquella nave agrícola después de que el viento derribara la techumbre. Aunque aún está por confirmar oficialmente, todo apunta a que el desastre fue obra de un tornado, pues había piezas de chapa del tejado a 500 metros de distancia del lugar de los hechos, esparcidas por el campo, como si de un accidente de avión se tratara. Alguna quedó colgando del tendido eléctrico, medio derribado por el peso.

Un compañero de las víctimas compartió unas pocas palabras con la prensa cuando salía del cortijo. "Yo escuché un ruido muy fuerte, como de unas persianas, me giré y todo había volado", dijo, fuera de cámara y sin querer identificarse. Este hombre explicó que los muertos eran el casero de la finca, el encargado y un trabajador. El servicio de emergencias 112 recibió la llamada de alerta desde el cortijo a las 11:35 horas. El alertante hablaba de que había tres personas sepultadas bajo los escombros. Aún no se sabía que estaban muertas.

El 112 activó a la Policía Nacional, a la Policía Local de Coria, a los Bomberos de la Diputación y al servicio de emergencias sanitarias del 061, que envió al lugar hasta cinco ambulancias. La localización aislada del cortijo complicó la llegada de los efectivos, que tampoco podrían haber hecho mucho más en cualquier caso, porque los tres trabajadores ya estaban muertos cuando llegaron. Los Bomberos accedieron a los cadáveres y realizaron tareas de desescombro. La Policía Nacional inició una inspección ocular que se prolongó durante toda la mañana y buena parte de la tarde, al tiempo que la comisión judicial ordenaba el levantamiento de los tres cuerpos.

Además de la dotación habitual de la Policía para estos casos (con agentes de Científica y Judicial), también se sumaron este viernes los guías caninos, que repasaron todo el escenario de los hechos para confirmar que no había más víctimas, y de la unidad de Medios Aéreos, que hicieron una batida con drones, a pesar de lo complicado que resultaba volar por el fuerte viento.

Por parte de los Bomberos se movilizó un importante dispositivo del Sistema Provincial de Salvamento y Extinción de Incendios de Sevilla, con agentes de los parques de Dos Hermanas, Los Palacios y Villafranca y Sanlúcar la Mayor. También acudieron bomberos de la unidad canina de rescate de la capital andaluza, que en ningún caso dejaron de acudir a este servicio a pesar de que no era dentro de su demarcación y del conflicto que mantienen actualmente con el Ayuntamiento de Sevilla tras negarse a desempeñar más horas extraordinarias por los retrasos en los pagos.

También se encontraba en el lugar una inspectora de Trabajo, que comprobaba qué tipo de contratos tenían las víctimas mortales y si se ha cumplido con todas las medidas de prevención. La empresa encargada de la finca se llama Explotaciones agrícolas Lagares. Una persona vinculada a la propiedad de la finca habló unos momentos con los medios para explicar que no harían ninguna declaración y pedir comprensión a los periodistas.

Mientras, la prensa aguardaba en el camino de acceso del cortijo. Para llegar hasta allí había que dejar atrás el polígono La Isla, cruzar el río Guadaíra y circular varios kilómetros por un camino paralelo lleno de baches. Una vez llegado al límite de la finca, se iniciaba otro camino de tierra que llevaba a una primera barrera en la que la Policía impedía el paso. Se permitió después el acceso hasta las inmediaciones de la casa, siguiendo la misma senda.

Otros periodistas se perdieron y sus coches quedaron atrapados en el barro en caminos secundarios completamente enfangados por las lluvias de la jornada, y de las semanas atrás. A alguno, eso sí, aquella experiencia le valió para obtener mejores fotografías y vídeos del trabajo de los servicios de emergencias. Los redactores trataban de enviar audios a sus compañeros de redacción, sin mucho éxito porque el fuerte viento hacía incomprensibles los mensajes, y además la cobertura era escasa.

El subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, visitó el lugar de la tragedia, en compañía del alcalde de Coria del Río, Modesto González, y del jefe de la comisaría provincial de Sevilla de la Policía Nacional, Ernesto López Ganfornina. Toscano, muy afectado por lo ocurrido, agradeció el trabajo de los servicios públicos que estuvieron en el sitio, dio alguna información relativa a la edad y lugar de residencia de los fallecidos y destacó que se trataba de una nave dedicada a la actividad agrícola, en la que había maquinaria y otros utensilios, y en la que las víctimas estaban realizando labores profesionales. "En principio estaban sólo estas tres personas en el interior".

Sobre las causas del derrumbe, Toscano expuso que fueron importantes rachas de viento, pero no pudo confirmar aún si se trataba de un tornado, que es algo que tiene que evaluar la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). "Hace falta algo más de tiempo para verificar que sea así, pero sí es cierto que han sido importantes rachas de viento las que han provocado el colapso de la nave", apuntó el subdelegado, que indicó que a simple vista lo que se había desprendido sólo era la cubierta y no el resto de la estructura, pero la zona aún no era segura y no se podía conocer todavía el estado del edificio.

El Ayuntamiento de Coria del Río, gobernado por Modesto González, ha decretado luto oficial por la muerte de tres personas al derrumbarse el techo de una nave agrícola ubicada en la localidad, medida que será aplicada el sábado, mientras este viernes a las 20:00 horas se celebra un minuto de silencio a las puertas del Consistorio. Además de Coria, el suceso también causó una profunda conmoción en Dos Hermanas, localidad cercana al lugar de los hechos y de la que eran vecinos los dos hermanos fallecidos. El Consistorio nazareno, gobernado por Francisco Rodríguez, ha decretado también dos días de luto.

Al suceso también se refirió la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que aseguró que la Inspección de Trabajo ya está investigando lo ocurrido. "Nadie debería perder su vida en el trabajo", indicó la titular de Trabajo a través de un mensaje en su red social X (antes Twitter), donde trasladó su "cariño" a las familias, amistades y compañeros de los tres trabajadores fallecidos. Son ya nueve las personas que han perdido la vida en el tajo en la provincia de Sevilla en lo que va de año, una cifra que asciende a 24 en Andalucía.

Por su parte, CCOO advirtió de que la ley obliga a las empresas a adaptar la jornada en caso de climatología adversa, y recordó que la Aemet tenía activo el aviso amarillo por viento y lluvia en la provincia de Sevilla en el momento en que se produjo el derrumbe. En un comunicado, este sindicato expresó su consternación e indignación por el trágico accidente laboral, que eleva en menos de un mes a cuatro los trabajadores fallecidos en días en los que estaban activos los avisos por climatología adversa en esta provincia.

La secretaria de Salud Laboral de CCOO de Sevilla, Carmen Tirado, recordó que, en días en los que existan avisos por fenómenos meteorológicos adversos, el Real Decreto Ley 4/2023 obliga a las empresas a adaptar la jornada e incluso suspenderla para proteger la vida de las personas. Tirado señaló que hay que tomar en serio los avisos por parte de la Aemet "porque los incumplimientos de las obligaciones, ya sea de la adaptación de las medidas preventivas oportunas o del mantenimiento de las naves y lugares de trabajo, dan lugar a este tipo de desgracias".

La representante de CCOO de Sevilla aseguró que van a estar vigilantes para que se esclarezcan todas las circunstancias en las que se produjo este fatal accidente y apuntó que el sindicato se personará en el caso como acusación popular y pedirá que se depuren las responsabilidades

La provincia de Sevilla ya sufrió a principios de marzo consecuencias parecidas, aunque sin tener que lamenta daños personales, con el paso de la borrasca Jana, que dejó fuertes rachas de viento y episodios de lluvias intensas en distintos puntos del territorio. Uno de los efectos más llamativos fue el tornado que atravesó varios municipios sevillanos, entre ellos Alcalá del Río y La Algaba.

En un polígono industrial de Alcalá del Río, el tornado provocó graves daños estructurales, entre ellos la pérdida total del techo de una nave, además de causar afectaciones en una torre de alta tensión, generando un riesgo añadido en la zona.

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