Las muertes en accidentes de tráfico vuelven a caer hasta mínimos históricos en Sevilla
La pandemia invirtió la tendencia creciente de fallecidos en siniestros de los últimos años en Sevilla y provincia
En 2020 fueron 50 las personas que se dejaron la vida en el asfalto, 18 menos que en 2019
Las muertes en accidentes de tráfico se mantuvieron en el año 2020 en mínimos históricos, debido sobre todo al impacto de la pandemia. Los dos meses de confinamiento y las restricciones de movilidad impuestas por las autoridades para luchar contra la expansión del virus provocaron que el año pasado fuera uno de los que menos víctimas mortales registró en la provincia de Sevilla desde que existen registros. Fueron 50 las personas que perdieron la vida en accidentes de tráfico, tanto en vías urbanas como en interurbanas, según el balance de siniestralidad vial que hizo público el pasado jueves la Dirección General de Tráfico.
Este dato invierte la tendencia al alza registrada en los años anteriores. El ejercicio de 2019 se cerró con 68 fallecidos. En 2018 ese número fue de 58, mientras que en 2017 fueron 55 las personas que se dejaron la vida en las carreteras y calles de la provincia de Sevilla. Antes de la pandemia, todo apuntaba que 2020 iba a seguir con esa tendencia creciente, pues se registraron varios accidentes mortales en los meses de enero, febrero y los primeros días de marzo. Una jornada especialmente trágica fue la del 17 de enero, cuando hubo tres fallecidos en otros tantos accidentes de tráfico. En Sevilla capital murió un anciano de 89 años que fue atropellado el día anterior por un vehículo de transporte concertado (VTC) en la calle Evangelista, en Triana. La hipótesis que manejó la Policía apuntaba a que el conductor pudo quedarse dormido o sufrir una distracción.
Ese mismo día hubo dos accidentes con víctimas mortales en vías interurbanas. Uno de ellos ocurrió en el término municipal de Isla Mayor, en la carretera que conecta este pueblo con Villamanrique de la Condesa, conocida como Camino del Muro. Fue un choque frontal entre dos turismos. El otro siniestro mortal sucedió en Carmona, donde colisionaron dos turismos y un camión. Uno de los coches volcó y murió uno de los ocupantes del mismo.
Antes de esa fecha ya habían muerto una mujer en otro accidente en Peñaflor, el 8 de enero;y una joven de 23 años en Carmona, el 7 de febrero. El 3 de marzo, unos días antes de que se decretara el primer estado de alarma, murió un ciclista de 24 años atropellado por un camión de la basura en Morón de la Frontera. El confinamiento redujo drásticamente los accidentes de tráfico y no hubo víctimas mortales en los meses siguientes. Con la desescalada volvió a aumentar el tráfico y con ello los siniestros, pero se mantuvo en niveles muy bajos en cuanto a la mortalidad. En verano hubo siniestros mortales en Lebrija, con un motorista muerto el 15 de agosto; y en Écija, donde perdió la vida un joven de 24 años en un choque entre dos turismos el 28 de ese mismo mes.
El último tramo del año fue peor. El 20 de septiembre, un motorista de 31 años se mató al estrellarse contra una señal de tráfico en la avenida de Luis Montoto. Al día siguiente hubo un muerto en El Pedroso. El 28 de ese mismo mes murió un camionero en la autovía de la Plata. El 21 de octubre, un chico de 14 años falleció atropellado en Dos Hermanas, por un conductor que era profesor del instituto al que se dirigía el joven. Cinco días después, el 26 de octubre, un hombre de 41 años murió al perder el control de su vehículo en el Paseo de Colón, a la altura de la Torre del Oro. Chocó contra un semáforo y después contra una moto eléctrica aparcada. El conductor no llevaba el cinturón de seguridad y falleció en el accidente.
El 23 de noviembre se produjo el suceso que probablemente más conmocionó a la ciudadanía: el atropello mortal de una bebé de diez meses. Ocurrió en Castilblanco de los Arroyos, donde un conductor drogado arrolló a la niña y a su madre cuando cruzaba con ella en el carrito por un paso de peatones. Luego se dio a la fuga, aunque fue detenido poco después y dio positivo en tres tipos de estupefacientes.
El año terminó con otra imprudencia grave con resultado de muerte. Una mujer de 32 años murió la madrugada del 25 de diciembre en la carretera A-8063, en el término municipal de Tomares. El conductor, su marido, dio positivo por alcoholemia, con más del triple de la tasa permitida. Varios menores resultaron heridos de gravedad.
A pesar de mantenerse en mínimos históricos, las estadísticas de mortalidad en el tráfico del año 2020 no fueron las mejores de la historia reciente. El año con menos víctimas mortales en la provincia de Sevilla sigue siendo 2015, cuando hubo 43 fallecidos. En 2013 también se bajó del medio centenar, con 48. Y en 2012 fueron 50, los mismos que en 2020. La entrada del vigor del carné por puntos, la mayor seguridad de los vehículos, las mejoras en las carreteras y la concienciación de los conductores influyeron para que las cifras de siniestralidad vial se redujeran enormemente en los últimos treinta años en Sevilla. El primero año del que se conservan registros provinciales es 1993. Aquel año murieron 204 personas. En 1998 lo hicieron 206. No se bajó del centenar de muertos hasta 2008. Desde entonces no se ha vuelto a superar esa barrera.
Sin embargo, a nivel nacional sí que fue el año con menos víctimas desde que se tienen registros. Durante el año pasado perdieron la vida en accidentes de tráfico 1.370 personas y otras 6.681 tuvieron que ser hospitalizadas como consecuencia de un siniestro, según el balance de la DGT. El descenso en las cifras de fallecidos se produjo en un contexto de reducción de los desplazamientos de largo recorrido, que se cifró en un 25%, causado por las restricciones de movilidad impuestas a causa de la pandemia del covid-19, mientras que el parque automovilístico se situó en 36.158.465 vehículos, un 1% más que en 2019.
La tasa de mortalidad se situó en 29 personas fallecidas por millón de habitantes, una de las más bajas de la Unión Europea en 2020, solo por detrás de Suecia (18), Malta (21) y Dinamarca (27). La tasa media de los países de la UE se situó en 42. En el conjunto de la Unión, la tasa de mortalidad por millón de habitantes disminuyó un 17% entre 2019 y 2020, mientras que en España dicha reducción fue de un 22%.
El número de personas fallecidas disminuyó un 22% respecto a 2019, si bien la reducción fue algo superior en ciudades (-24%) que en carretera (-21%). En vías urbanas, se produjeron 395 fallecimientos, mientras que en vías interurbanas, el número de personas fallecidas se situó por primera vez por debajo de las 1.000 víctimas, con 975. Además, en vías interurbanas se observa un descenso superior en los fallecidos en autopistas y autovías (-35%) que en las carreteras convencionales (-16%).
Las distracciones, principal causa de accidente
Por quinto año consecutivo, las distracciones fueron el factor concurrente más frecuente en accidentes mortales (estuvieron presentes en un 31% de ellos), seguidas del consumo de alcohol (presente en un 27%) y la velocidad (presente en un 25%). La distracción presenta un aumento de tres puntos respecto a 2019, mientras que el alcohol y la velocidad presentan un aumento de dos puntos.
Si se tiene en cuenta el modo de desplazamiento, los mayores descensos de siniestralidad se produjeron entre los usuarios de furgonetas (54 fallecidos en 2020, frente a 80 en 2019), peatones (260 fallecidos en 2020, frente a 381 en 2019, un 32% menos) y motoristas (345 fallecidos, incluidos ciclomotores, un 26% menos que en 2019), si bien el descenso de peatones se concentró en vías urbanas (-38%) y el de motoristas en vías interurbanas (-34%).
Entre los que tuvieron un menor descenso en sus cifras de siniestralidad destacan: la reducción de 80 a 71 fallecidos ciclistas, la reducción del 15% de las personas fallecidas ocupantes de turismos y la de los usuarios de camiones de más de 3.500 kilogramos (de 55 fallecidos en 2019 a 45 en 2020). En conjunto, los usuarios vulnerables fallecidos (peatones, ciclistas, usuarios de vehículos de movilidad personal y motoristas) se redujeron un 26% y suponen el 50% de las personas fallecidas.
Los accidentes mortales más frecuentes en vías interurbanas siguen siendo las salidas de vía (un 42% de las personas fallecidas) y las colisiones frontales (un 20%). En vías interurbanas, el único medio de transporte en el que se registró un aumento en el número de fallecidos fue en las bicicletas (+2 fallecidos). Desciende de manera destacable la siniestralidad de los motoristas (-34%), que supusieron una de cada cinco personas fallecidas (frente a una de cada cuatro en 2019), y de los usuarios de furgonetas (-24 fallecidos).
En el caso de las vías urbanas, la preocupación se centra en los usuarios vulnerables, ya que éstos supusieron el 80% de las personas fallecidas.
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