Muere el escultor sevillano Ignacio Fal

El escultor Nacho Fal (Sevilla, 1960), ha fallecido este martes. Autor de una gran originalidad, destacó en obras de pequeño y medio formato, donde mostraba un universo muy personal e irónico, en el que el uso del color tenía gran importancia. Muy conocidas eran sus divertidas obras que representaban a perros humanizados, en las que este autor con profundas raíces familiares en la Sierra de Huelva mostraba toda su capacidad de inventiva y una clara influencia de la estampa decimonónica andaluza y británica. Otro de sus temas recurrentes eran unas pequeñas figuras humanas en posturas acrobáticas. Nacho Fal, al contrario que otros artistas contemporáneos, nunca despreció el valor decorativo de sus obras. Los mundos del toro y el caballo también estuvieron presentes en su particular imaginería, pero siempre tratados de una forma original y sorprendente. Él mismo se definió como un "aprendiz" de escultor.

Nacho Fal destacó en el uso de técnicas como el bronce, el cemento directo y la talla de madera. Solía exponer sus obras en salas de pequeño formato, alejado normalmente de los circuitos más previsibles. Muchos recuerdan su exposición celebrada en el espacio cultural La Revuelta. Además de en Sevilla, mostró su obra en galerías y museos de Córdoba, Madrid, Valencia, Valencina de la Concepción o Tordesillas (Valladolid).

En su página web, nachofal.es, se destaca que era "un artista con gran capacidad de comunicación", además de su capacidad para evolucionar, gracias a lo cual consiguió "desarrollar un estilo propio en el que predominan personajes y actitudes personales. Fotografías de sus obras pueden verse en sus cuentas de Facebook e Instagram.