Muere Carlos Álvarez Santaló, maestro de historiadores

León Carlos Álvarez Santaló (Castillo de Locubín, Jaén, 1938-Sevilla, 2024), catedrático emérito de Historia Moderna de la Universidad de Sevilla, ha fallecido hoy tras una larga enfermedad. Álvarez Santaló fue durante los años 70, 80 y 90 uno de los profesores más carismáticos de la Facultad de Geografía e Historia de Sevilla, introductor, junto a Antonio Domínguez Ortiz, de las novedosas corrientes historiográficas que se estaban desarrollando en Europa, como la historia de las mentalidades y, en general, de todas las innovaciones asociadas a la Escuela de los Annales. El catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Sevilla, Juan José Iglesias, ha lamentado su pérdida resaltando especialmente su "gran talla" como historiador y docente. "Siempre estuvo a la vanguardia historiográfica y fue un grandísimo profesor", destacó. Tanto es así que raro es el alumno que no pasase por las aulas de la Fábrica de Tabacos que no guarde un especial recuerdo sobre este docente, cuyas clases se llenaban no sólo de los estudiantes de Historia, sino también de otras muchas disciplinas que querían ampliar su cultura y conocimientos históricos.

Carlos Álvarez Santaló impartió desde 1963 clases en la Universidad de Sevilla, de cuyo departamento de Historia Moderna fue director durante largos años. También ejerció como profesor invitado en la muy prestigiosa École Practique de Hautes Études de París. Además de la historia de las mentalidades, sus campos de trabajo fueron la demografía histórica, la historia socio-económica y la historia cultural. Buena prueba de su labor son tres obras fundamentales en la historiografía española del siglo XX: La población de Sevilla en el primer tercio del siglo XIX -el tema de su revolucionaria tesis doctoral- Marginación social y mentalidad en Andalucía Occidental: expósitos en Sevilla, 1683-1910, y Los siglos de la Historia y Siglo XV. Asimismo, en sus casi cinco décadas de actividad profesional, escribió centenar y medio largo de publicaciones entre libros, capítulos en obras colectivas, artículos en revistas especializadas, actas de congresos y prólogos. Los estudiantes siempre vieron en él a un docente carismático, un maestro de vida que iba más allá de las materias que impartía para transmitir una auténtica pasión por la cultura y la historia.

La Universidad de Sevilla reconoció, en 2009, su trabajo con el Premio Fama, con el que se quiso destacar su brillantez como investigador. Con su libro sobre la población sevillana en el primer tercio del siglo XIX obtuvo, en 1972, el Premio de Monografías de Investigación de la Diputación Provincial de Sevilla. En sus estudios sobre historia social y económica encontró un excelente compañero en Antonio García-Baquero, tristemente desaparecido y autor de un libro fundamental, Andalucía y la carrera de Indias (1492-1824). Como ha señalado el profesor Iglesias sobre Álvarez Santaló, "si, en el ámbito de la demografía histórica, mostró las extraordinarias posibilidades de la explotación de los registros parroquiales, en el de la historia social ha aportado criterios metodológicos para el aprovechamiento de la documentación notarial y, muy especialmente, de los inventarios de bienes post-mortem".

Pero en el ámbito en el que, quizás, destacó más Álvarez Santaló fue en el de la historia de las mentalidades, especialmente en ese complejo, brillante y rico periodo que fue el Barroco andaluz. Así, estudió asuntos tan diversos como el abandono de niños durante el Antiguo Régimen, lo que le permitió adentrarse en el mundo y la problemática de la marginación. Fruto de este esfuerzo fue su libro, Marginación social y mentalidad en Andalucía Occidental: expósitos en Sevilla, 1683-1910, merecedor, en 1979, del Premio de Monografías de Investigación de la Junta de Andalucía. Un auténtico hito en la historiografía española.

Como divulgador fue uno de los redactores de la Historia de Andalucía, que dirigió Domínguez Ortiz, y trabajó con entusiasmo en los Cuadernos de Historia de Andalucía. Ambos trabajos fueron importantes para divulgar el pasado de nuestra comunidad autónoma. Fue un gran defensor de la historia local, que no del localismo, fundamental para montar el gran puzzle de las historias generales. Su prestigio como historiador le llevó a la vicepresidencia de la Fundación Española de Historia Moderna durante años.

El cuerpo de Carlos Álvarez Santaló se encuentra en el tanatorio de San Jerónimo, donde el duelo recibe hasta las 15:00 horas de mañana.