Una montaña rusa en el calabozo

Manuel Blanco, uno de los tres bomberos detenidos en Lesbos, relata cómo vivieron los tres días que permanecieron arrestados Proem-Aid denuncia "irregularidades" durante el proceso

Cristina Díaz

19 de enero 2016 - 05:03

Durante las primeras horas en el calabozo nadie habló. Tras un exhaustivo chequeo, les quitaron los móviles y los cordones, incluidos los de la sudadera. Pasaron la noche en un calabozo de tres metros cuadrados y un banco para cinco personas. Las "condiciones de salubridad eran bastantes cuestionables", recuerda con voz cansada Manuel Blanco, uno de los tres bomberos sevillanos detenidos la madrugada del jueves por los guardacostas griegos y acusados de un delito de tráfico de personas y otro de posesión ilegal de armas.

"En el calabozo teníamos mucho tiempo para pensar. Emocionalmente, éramos una montaña rusa", señala Blanco, sargento de Bomberos de la Diputación de Sevilla aún en Lesbos y horas antes de iniciar el regreso a Sevilla. "No habíamos hecho nada y por más vueltas que le dábamos al asunto, no le encontrábamos ninguna lógica y eso te hacía comerte más la cabeza porque, igual que pensabas que la acusación no se sostenía, también se te venía a la cabeza la idea de que te acusaban de un delito muy grave y podías acabar muy mal", comenta. "Yo era el jefe del equipo, tenía que ser el más fuerte, pero a veces era difícil".

El sevillano denuncia que la información que recibieron tras la detención fue escasa, no se les informó sobre sus derechos y tampoco se les permitió realizar una llamada telefónica. "No conozco cuáles son las condiciones legales en Grecia pero, cuando estemos más tranquilos, nos vamos a informar. Creemos que se cometieron irregularidades".

Blanco, al igual que el resto de sus compañeros de la ONG Proem-Aid, insiste en su inocencia y en la "injusticia" cometida: "Si tú quieres cometer un delito, no revelas tu posición, y nosotros llevábamos todos los focos de la embarcación encendidos, hasta los de largo alcance. Se nos veía tanto como a la noria de la Feria", anota el bombero haciendo referencia a la noche en la que fueron interceptados por la Guardia Costera en una embarcación con bandera danesa en el mar Egeo

Este bombero, en libertad sin cargos desde el sábado al igual que Julio de Latorre y José Enrique Rodríguez, del parque del Ayuntamiento de Sevilla, explica que "en todo momento comprobaban su posición en Google Maps" y, aunque sí estaban lejos de la costa, no pasaron a aguas turcas: "Sabemos que hay tensiones entre Grecia y Turquía. No estamos locos".

Desde la ONG Proem-Aid no dudan en considerar esta detención como "un escarmiento que se les ha ido de las manos", con la intención de dejar claro que las actuaciones en la zona deben realizarse bajo la coordinación del la Guardia Costera. Esto coincide con el hecho de que, según la prensa local, la agencia europea de control de fronteras (Frontex) estaría ejerciendo presión sobre las autoridades helenas para que controlen la actividad de las ONG que llevan a cabo rescates para que operen sólo a petición de los guardacostas.

Pero la alegría de su liberación es contenida. La investigación continua abierta y sus teléfonos móviles permanecen confiscados como prueba. Además, tienen un mes para depositar 5.000 euros cada uno como garantía de que regresarán en el caso de que la justicia helena los llame de nuevo a declarar. En este sentido, la asociación Bienvenidos Refugiados-España ha lanzado una iniciativa de crowdfunding en la plataforma Migranodearena.org para recaudar este dinero. En 24 horas se han recaudado unos 2.000 euros. Además de éste, la ONG sevillana tiene que hacer frente a un gasto más, los 3.600 euros que deben abonar al abogado griego especialista en derecho internacional al que recurrieron durante la detención.

El domingo llegó a Lesbos otro equipo de seis personas que será relevado dentro de 15 días por un quinto grupo formado por bomberos malagueños que ayer ya se preparaban en Marbella. El funcionamiento y la actividad de Proem-Aid siguen siendo los mismos.

Este grupo será también el encargado de transportar hasta Lesbos la embarcación neumática que la empresa Marina Marbella ha donado a la ONG para que ésta continué con su labor en la isla griega. Se trata de una embarcación semirrígida de 5,5 metros de longitud y cien caballos de potencia.

El día después de conseguir la libertad, Blanco volvió a la playa, le tocaba trabajar, era su turno. Eso sí, en tierra, sin usar ninguna embarcación. Además, en un mes y medio regresará a Lesbos. Es uno de los tres fundadores de Proem-Aid, y siempre hay uno de ellos supervisando el trabajo.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha publicado que en los primeros 15 días de 2016 entraron en Grecia 23.302 personas y se han registrado 50 muertes, sin contar los dos últimos naufragios del fin de semana, en el que murieron nueve personas. "La realidad supera la ficción", destaca Manuel Blanco. "Te lo puedo contar, pero si no estás aquí para vivirlo no lo vas a entender".

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